Entre novelas y guiones: un recorrido por la celebrada obra de Guillermo Arriaga

Fue Juan Villoro, presidente del jurado, el encargado de anunciar el ganador del Premio Alfaguara de Novela 2020. Tomó el micrófono, sobre el escenario del Casino de Madrid y, sin extender aún más las expectativas, lo dijo: Guillermo Arriaga. El texto con el que obtuvo es prestigioso galardón se titula Salvar el fuego. En el fallo, el jurado destacó la “intensidad” y el “excepcional dinamismo” de esta “novela polifónica”: “una historia de violencia en el México contemporáneo donde el amor y la redención aún son posibles”. Para todos los que leyeron a Arriaga saben de sus cualidades narrativas. Él es, en sus propias palabras, un contador de historias. Eso es lo que hace.

Empecemos por el principio. Su nombre completo es Guillermo Federico Arriaga Jordán, nació en la Ciudad México en 1958 y las historias que narra pueden adaptarse a los libros o a las pantallas. Arriaga es escritor, pero también guionista y cineasta. Antes de dedicarse a escribir, estudió Ciencias de la Comunicación y obtuvo una maestría en Historia en la Universidad Iberoamericana, donde más tarde impartió varios cursos en estudios de medios de comunicación. Una vez afianzado en la lectura académica, se dedicó a la literatura, a escribir literatura. Llegaron sus primeros libros.

Tiene cinco libros publicados. El primero, una novela de 1991, se titula Escuadrón Guillotina. Luego, con el segundo, empezaría todo: Un dulce olor a muerte, de 1994, fue llevado al cine en 1999 por Gabriel Retes con guion de Edna Necochea Ese mismo año publicó El búfalo de la noche, que luego, ocho años después, con guion del mismo Arriaga, Jorge Hernández Aldana rodó en 2007 la película homónima.

Arriaga pasó su infancia y juventud en la zona sur de la Ciudad de México, en la Unidad Modelo, una colonia muy tranquila en aquel entonces. A los trece años perdió el sentido del olfato como consecuencia de una brutal pelea callejera, lo que le serviría de inspiración para algunos de sus mejores guiones. Una vez dijo: “puede ser que yo haya salido de la calle, pero la calle no ha salido de mí”.

Entonces, para el año 2000, llegaría una obra que lo marcaría siempre, esta vez plasmada directamente en el lenguaje audiovisual. Se trata de Amores perros, el inicio de una dupla artística inolvidable que construye junto a Alejandro González Iñárritu. Arriaga planeó tres historias cortas en las que mostraba las contradicciones de la vida en la Ciudad de México, pero después de tres años y de 36 anteproyectos estas se extendieron para convertirse en el largometraje que ganó una nominación al Oscar en el 2001, así como un BAFTA en el 2002 y también el de los jóvenes críticos en el Festival de Cannes del 2000. Es uno de las películas más importantes de la historia de México, sin lugar a dudas.

Arriaga y González Iñárritu siguieron trabajando juntos en el cine: 21 gramos, protagonizada por Benicio Del Toro, Naomi Watts y Sean Penn, y Babel —con las actuaciones de Brad Pitt, Cate Blanchett, Gael García Bernal, Adriana Barraza, Rinko Kikuchi y Kōji Yakusho—, formando una “trilogía de la muerte”. Arriaga siguió escribiendo guiones: en 2005 se estrenó Los tres entierros de Melquiades Estrada del director Tommy Lee Jones obteniendo en Cannes los premios de mejor actor y mejor guion. Luego de tanto escritura cinematográfica llegó el momento de dirigir sus propias películas. La primera, su ópera prima, fue The Burning Plain, film que contó con Charlize Theron, Jennifer Lawrence, J.D. Pardo y Kim Basinger como protagonistas. Se estrenó en 2008 y por ahora es la única.

Dos años antes, en 2006, publicó un libro de cuentos, Retorno 201. Y luego de toda esta experiencia cinematográfica —que no terminaría allí— publicó su quinto libro: El salvaje, en 2016, una historia que sobre la intolerancia, como muchos la describieron. Y llegó un sexto libro, o llegará, porque aún no está publicado. Se trata de Salvar el fuego, por el cual acaba de ganar el Premio Alfaguara de Novela 2020, uno de los galardones más prestigiosos de lengua castellana.

En la ceremonia donde se anunció al ganador, Arriaga se comunicó con los organizadores y el jurado vía streaming. “Quiero compartir esto con los 602 escritores y escritoras”, dijo en referencia a la cantidad de manuscritos que se han presentado para esta edición del premio. En el fallo el jurado aseguró que el autor “se sirve tanto de una extraordinaria fuerza visual como de la recreación y reinvención del lenguaje coloquial para lograr una obra de inquietante verosimilitud. Los distintos planos narrativos tienen como hilo conductor el cuerpo humano, motivo de celebración y expuesto a numerosos excesos”.

“Creo que, al final, toda mi obra ha sido una reflexión sobre el amor”, dijo Arriaga, y también: “El amor es lo que salvará el tejido social”. Ahora los lectores ya saben: Salvar el fuego es una novela sobre el amor, en todo el sentido de este término.

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