Por muchísimo tiempose consideró que una obra del Museo Nacional de Gales era una copia de Sandro Botticelli. Sin embargo, gracias a un análisis de rayos x y una pequeña marca de identidad en el fondo de la pintura, se pudo descubrir que La virgen y el niño era realmente una pintura auténtica del gran maestro florentino, según un grupo de expertos que trabajaron en colaboración con un programa de la BBC.
La pintura de 1480, que se exhibe en Cardiff, fue donada tras la muerte de la filántropa galesa Gwendoline Davies (1882-1951) en 1952. Ella siempre consideró que la pieza era un original, pero los expertos de entonces rápidamente la rebajaron y aseguraban que solo se trataba de una imitación del Estilo del maestro y hasta aseguraron que se trataba del trabajo de un falsificador del siglo XX.
El nuevo análisis demuestra que Botticelli que el dibujo inferior ha sido inconfundiblemente realizado por el estilo del estudio de Botticelli, especialmente los detalles que rodean la forma en que se extienden las manos de la Virgen. Además, un dibujo de la cabeza de un hombre de perfil, más similar a un garabato, fue la prueba crucial de que el renacentista trabajó en la obra.
Expertos que trabajaron con el programa Las obras maestras perdidas del Reino Unido, del canal BBC 4, fueron quienes concluyeron al término de un análisis de que se trata de una obra original.
“Cuando vi por primera vez la pintura en el museo me sorprendió la extraordinaria belleza del rostro de la virgen”, señaló Bendor Grosvenor, presentador del programa divulgado esta semana.
“A pesar de toda la excesiva pintura, parte de ella me recordaba a la más famosa pintura de Botticelli, El Nacimiento de Venus. Ahora estoy convencido de que Botticelli desempeñó una parte importante en esta producción”, agregó.
La pintura que había cedido Davies al citado museo será expuesta ahora al público en esa galería, consignó la agencia EFE. Los análisis de los expertos, que utilizaron técnicas modernas de infrarrojo, revelaron marcas únicas del estudio del artista.
“Los resultados son asombrosos”, dijo Adam Webster, jefe del área de conservación del museo galés, que admitió sentirse “encantado” y “agradecido” por este descubrimiento.
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