Pierre Michon, un gran novelista francés, se encuentra en Argentina debido a la reedición de su novela Los Once (Anagrama), que se publicó hace diez años en Francia y que le valió el Gran Premio de la Academia Francesa.
La novela es un poderoso intento literario por retratar a la época del Reinado del Terror, o Terreur, -período de dos años en la Revolución Francesa- sobre la base de un cuadro ficcional en el que se encuentran los once miembros del Comité de Salud Pública. Estas personas intentaron cambiar a toda Francia, recurriendo a los métodos más controversiales (el uso prolífico de la guillotina, entre ellos) para lograr lo que la sociedad igualitaria de Jean Jacques Rousseau y los iluministas habían ideado. Michon da cuenta de un tiempo histórico que aún causa pasiones. El escritor conversó con Infobae Cultura antes de participar en algunas actividades literarias.
–Han pasado diez años de su obra Los Once y su fuerza literaria prosigue. ¿Se puede pensar que el rastro del Terror perdura aún en estos días?
–Creo que es así y no sólo para los franceses, sino para todo el mundo, por la actualidad que tiene la fundación de la cosa pública y democrática, que es un tema muy candente. Yo creo que todavía existe la lucha entre republicanos moderados, diría yo, y republicanos radicales. Lamentablemente, los republicanos radicales casi desaparecieron. El marxismo se desmoronó y no creo que sea algo bueno.
–Sin embargo se pueden apreciar en la Francia actual movimientos de lucha muy radicales y uno piensa en aquella frase de Marx sobre cómo el gallo galo despertaría una vez más a Europa.
–Sí, claro. Pero lo que sucede en Francia con esos movimientos sociales es que no son movimientos proletarios. Son movimientos donde todo está muy mezclado. Hay miembros del proletariado, sí, pero también miembros de la pequeñoburguesía artesanal del interior del país, que forma parte de un sector modesto del país que se puede acercar a una marcada por el resentimiento, por la envidia, para decirlo de alguna manera.
–Pero esta imagen que usted plantea, ¿no parece describir a los sans-culottes (N. de R.: el sector más pauperizado de la Revolución Francesa que se tornó en la base social de los jacobinos)?
–Sí, sí, es eso, son los sans-culottes de hoy. Pero entre ellos estaban los verdaderamente republicanos y quienes buscaban la venganza. Por eso los republicanos tenían que suscribir a los sans-culottes, no dejar que ellos los desborden. Los sans-culottes terminaron levantando la figura de Robespierre.
–Que instauró la era del Terror…
–Sí. Hay varias partes en Los once que muestran ese Terror.
–Pero su novela, que se centra en la pintura de Los Once miembros del Comité de Salud Pública es también una reflexión sobre la representación.
–Hay una mirada sobre la representación en el sentido artístico, la mímesis, la imitación de lo que vemos. Y también la representación política. A los diputados durante este periodo de la revolución francesa se los llamaba “ciudadanos representantes”.
–Esa ciudadanía se extrema en todos los personajes de la novela, de Los Once, que dejan de usar el “de” antepuesto al apellido, como título nobiliario, como un planteo de igualdad. La gran historia de la Revolución Francesa que hizo Michelet, ¿no condena al jacobinismo de Robespierre? ¿Se puede reivindicar hoy?
–En el sentido de la representación política republicana, sí. Y si es en el sentido de representación política que usaron los bolcheviques, también, que se inspiraban en el movimiento jacobino. Yo tengo una gran admiración literaria por Michelet y también lo quiero más como marxista que como republicano. Hay una escena en la que vemos un proletario cavando en el río y desea una mujer muy bella de la aristocracia. No es el pueblo, es el proletariado. El pueblo es fraterno, el proletariado desea. La creencia de Michelet en el pueblo es idealista. No tiene bases materialistas.
–¿Los chalecos amarillos no podrían ser idealizados, ya que son más heterogéneos que el proletariado?
–Me cuesta mucho analizar el fenómenos de los chalecos amarillos, es difícil tener un pronunciamiento a favor o en contra. Pero me es difícil aprobarlo, tomar partido.
–En un mundo convulsionado: Chile, Libia, Ecuador. Hoy mismo hay en Chile una huelga general que levanta la Asamblea Constituyente. Como si la memoria histórica de la revolución francesa persistiese.
–Yo creo que podemos tener esperanzas, aunque a veces hayan movimientos populistas inquietantes. En Europa los populismos van a ser frenados, las instituciones son más estables. Pero América Latina corre más riesgos. Es fascinante este continente para un europeo.
–Un personaje que también parece fascinarlo es Arthur Rimbaud, sobre quién escribió la novela Rimbaud el hijo. Rimbaud revolucionó las letras pero también participó de la Comuna de París, el primer gobierno obrero de la historia. ¿Existe una continuidad de alguna manera entre estas dos obras suyas?
–Pues sí. Yo de joven era muy izquierdista. Rimbaud representa la revuelta juvenil más pura que exista en términos sociales, literarios y políticos, abarca todos los campos. Es una representación santa de la juventud rebelde.
–Rimbaud parte de la experiencia de la comuna y escribe El corazón robado.
–Sí, que dice: “Mi triste corazón babea a popa / mi corazón lleno de tabaco, / sobre él arrojan escupitajos”. Pero se dice que fue porque los milicianos de la Comuna eran rudos, violentos y que tal vez haya sido violado, pero no sé.
–De todas maneras, parece que le interesa escribir más sobre esas experiencias que no fueron exitosas del todo, que las que sí.
–Sí, claro, por supuesto. Pero también hay vencidos por los que uno no tiene simpatía. Pero en general siempre estoy a favor de los intentos del pueblo que han sido quebrados, ese es el lado de la emoción de esas simplezas que espero compartir con la mayoría de la humanidad.
*Pierre Michon visita la Argentina invitado por la Serie FROST de la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF. Michon dará una conferencia magistral en el Rectorado de la Universidad el 13 de noviembre a las 19h. También se presentará en el auditorio de la Asociación Amigos del Museo Nacional de Bellas Artes el jueves 14 de noviembre a las 18h, donde dialogará con Andrés Duprat y Carlos Huffmann. Esta visita ha contado con el generoso apoyo de la Embajada de Francia - Instituto Francés de Argentina, de la Fundación Medifé y de la editorial Anagrama y su distribuidora Riverside Agency.
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