En estos días la puesta que realizamos de El mercader de Venecia en un carromato al aire libre, en el Rosedal de Palermo o en la Plaza Güemes, y para que todo tipo de público pueda acercarse al teatro y a una historia universal, me lleva a algunas reflexiones.
A través de los tiempos lo que se ha jugado en las guerras, en los enfrentamientos bélicos religiosos, en los temas de nacionalismo y en las guerras civiles, fue la “violencia contra el cuerpo”. O sea, el cuerpo tomado como víctima de algún tipo de violencia. Y en este caso la violencia se da por el sistema económico capitalista y el ciudadano. Se toma una historia ya tocada por el teatro romano, que luego tomó Shakespeare, y que es el interés de la usura en contraposición al sentimiento humano individual o de grupos pequeños.
Y la violencia contra el cuerpo se da en especial con la violencia contra la carne. La carne se refiere a la famosa frase de Shylock que es: “Quiero la carne“, sobreponiendo inclusive la venganza y el rencor y el resentimiento ante el pago de la deuda contraída.
La visión de OXO Teatro, como grupo independiente, es realizar un teatro que se pueda hacer, un teatro inmediato que no dependa de la producción ni de la técnica, ni de lo superfluo. Nosotros creemos que lo principal en el teatro es El Actor. La Actriz y El Actor. Sus movimientos. Su cuerpo. Su voz. Para eso la puesta hace que los actuantes realicen como Coro las imágenes de los espacios a través de sus niveles, desniveles y tensiones que dan las posturas extra cotidianas. Ese trabajo actoral posibilita aclarar la idea que es que el ser humano contra el sistema tiene una lucha cruel y final. La escena, entre grotesca y trágica, en la que Shylock prepara su cuchillo para cobrar su deuda. Esa escena define la forma de pensar de todos los dirigentes, políticos y empresarios, que manejan el mundo actual. Eso es lo que queremos demostrar con nuestra puesta. Que la Usura, tanto la personal como la del Estado, son las propiciadoras de la miseria actual.
El antecedente de las obras realizadas con miles de espectadores (Peer Gynt – Así Hablaba Almafuerte; Cyrano de Agronomía; Ricardo III; La tempestad; Robin Hood; El Quijote; Martín Fierro; Argentina XXI; Hoy Hamlet Hoy), en los últimos años, es lo que nos motiva para esta nueva producción, que como en casi todas nuestras puestas, está dirigida al público no convencional, espectador ocasional, publico callejero, de toda edad, grupo sociocultural y económico.
Estos espectáculos tienen gran participación del público, ya que la propuesta de OXO Teatro es un estilo de Teatro en parte Callejero. O sea de Aire Libre. Plazas, Parques, Calles, Paseos.
El por qué realizamos El mercader de Venecia tiene que ver con varios condicionamientos de la vida moderna y posmoderna que creemos, limitan la espontaneidad y el fluir de la vitalidad de sus ciudadanos. En principio el ataque mediático y de imágenes con las que nos propones que “esa” es la realidad. O sea que nuestros jóvenes se pasan viendo la vida privada de un portero asesino en su infinidad de variantes, o los insultos y agravios de la vedette de turno y la sociedad toma esto como la realidad. Entonces creemos que ante ataque tan nefasto y bombardeante, el teatro tiene que promover otra realidad
Hay también un aspecto a tener en cuenta con respecto a la actual época, es la negación del cuerpo que se propone desde el sistema. Es decir, más allá de los programas televisivos donde se expone el cuerpo como producto de venta, y justamente por ese motivo, creemos que este mundo moderno/posmoderno con su excesivo sistema tecno crónico, olvida los tiempos del cuerpo y la expresividad del mismo. Es por eso que los espectáculos de OXO Teatro tienen un desarrollo particular del entrenamiento actoral y el desarrollo de las facultades actorales de Cuerpo y Voz.
Y un último tema a considerar de la situación actual que nos propone la vida hoy y que hace que busquemos “el teatro”, y particularmente “el teatro en espacios no convencionales”, y muy especialmente las “adaptaciones de clásicos en versiones libres para todo público”, es la sectorización social propuesta por estos sistemas de gobierno actuales que ya han definitivamente acordado como normal la división social que se ve en la dicotomía: Countrie-Villa / Educación privada-educación pública / Cuatro por cuatro-Carro de cartonero, para dar algunos ejemplos. Esta división social tan acentuada, que resulta extrañas para la sensibilidad de los ciudadanos argentinos, aparentemente vino para quedarse. Y no tenemos dudas que el cambio no puede venir de lo económico primero. El cambio tiene que venir desde lo cultural. Y en ese sentido el teatro y en particular el teatro de calle, es uno de los pocos lugares donde pueden combinarse y quizás integrarse, sectores de la sociedad que están totalmente divorciados.
Sintetizando, estos condicionamientos que nos propone la vida actual, son los que nos motivan para seguir el camino del teatro, que como propusieron muchos términos usados por distintos antecesores, busca ser un Teatro Popular, un Teatro Abierto, un teatro Libre, un Teatro Total, un Teatro Cruel, un Teatro Pobre.
Y desde un carromato, que nos remite a los comienzos del teatro y a la de los humildes artistas trashumantes que ganaban su dinero en las plazas de los pueblos.
*El Mercader de Venecia, Rosedal de Palermo, Av. Infanta Isabel 410. Domingos 3, 10 y 24 de noviembre a las 15,16 y 17 hs. Domingos 1º y 8 de diciembre a las 15, 16 y 17 hs.
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