Considerado como un "artista total" o "el mayor artista que Gran Bretaña ha producido" (con gran margen), William Blake apenas fue conocido en su tiempo, en uno de esos casos, pocos es verdad, como Van Gogh, Franz Kafka o Emily Dickinson.
Hoy, la obra del artista -condensada en más de 300 trabajos muchos de los cuales apenas han sido expuestos con anterioridad-, se presenta en la emblemática galería Tate Britain de Londres, a través de una gigantesca retrospectiva que permitirá redescubrir al visionario pintor, grabador y poeta británico.
Blake (Londres, 1757-1827) creó algunas de las imágenes más emblemáticas de la historia del arte británico y sigue siendo una inspiración para artistas, músicos, escritores e intérpretes de todo el mundo durante más de dos siglos.
La muestra acogerá obras como Albion Rose c.1793 sobre la creación de Gran Bretaña, en que el artista destaca el contraste entre la comercialización, la austeridad y el populismo de la época, Newton 1795-c.1805, Ghost of a Flea c.1819-2 y The Ancient of Days 182.
De esta manera, hasta el 2 de febrero, las mejores obras de Blake que se encuentran en la Tate se combinarán con sus piezas más famosas de otras colecciones británicas y varios préstamos internacionales, que se han expuesto en contadas ocasiones o que se presentan en primicia ante el gran público.
El universo del artista refleja un mundo de fantasía poblado por dioses y demonios inventados, a veces basado en la mitología y otras en figuras reales, que aborda temas como el amor libre, la revolución y el lugar que la imaginación juega en la vida diaria.
Hay una serie de pinturas en las que se representan la muerte, Dios o la ciencia e, incluso, aparece retratado Isaac Newton, una pieza que Blake realizó entre 1795 y 1805 -cuando tenía poco más de cuarenta años-, usando una forma de impresión que él mismo inventó.
Una parte de la muestra está dedicada a sus libros Songs of Innocence y Experience 1794, sus textos más destacados como poeta, y otra desgrana su biografía.
En ella se retrata su vida en Londres, la ciudad en la que nació y vivió la mayor parte de sus días, una urbe que florecía en aquella época y que era fuente constante de inspiración para el artista.
Nacido en el seno de una familia trabajadora, durante un año estudió arte en la Royal Academy, que entonces echaba a andar, y trabajó toda su vida como impresor reproduciendo grabados de otros artistas.
Los expertos lo sitúan dentro de la tradición inglesa de protesta de la clase trabajadora y consideran que la conciencia de clase emergente de finales del siglo XVIII y principios del XIX tuvo una destacada influencia en su obra.
Con información de EFE
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