Al arte yo no lo encontramos exclusivamente dentro de un cuadro. Hay cientos de disciplinas y especializaciones que se nutren día a día y pueden transformar cualquier objeto, paisaje o incluso persona en una obra estética. ¿Acaso al caminar por la calle no adoramos carteles, grafitis, sonidos, aromas, sensaciones? Desde el diseño de un auto hasta el corazón grabado en el tronco de un árbol, todo es arte.
De este modo, muchos artistas entendieron que las posibilidades de crear eran ilimitadas. Trina Merry es una de ellas. Nacida en Nueva York, estudió con Robert Wilson y Marina Abramovic y pensó desde el inicio que la pintura podía ser también una "instalación viviente". Decidió, entonces, aplicar sus conocimientos pictóricos sobre cuerpos humanos. ¿Cómo? Desde el body painting.
Mientras la mayoría de los artistas intenta crear diseños que sobresalgan del paisaje cotidiano, ella hizo lo opuesto: pintó cuerpos con el objetivo de invisibilizarse y fundirse con el entorno que los rodea. Además, asegura que quiere "recuperar los retratos desnudos del pasado celebrando las diferentes formas corporales". El resultado es asombroso. A continuación, diez ejemplos.
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