Para algunos se trata de hacer foco y disparar. Sólo eso. Selfies, fotos familiares, paisajes y nada más. Pero se equivocan. La fotografía es un arte y hay maestros y maestras que han elevado esta disciplina a la altura de todas las demás. Hoy, que se celebra el Día de la Fotografía, Infobae Cultura propone adentrarse en este inquietante universo de la mano de quienes mejor lo conocieron.
Pero primero, la pregunta obligada: ¿por qué se celebra hoy? La respuesta es sencilla: fue un 19 de agosto de 1839 el día en que el estado francés compró la patente del daguerrotipo, que es considerado el primer antecedente claro de la fotografía moderna. Se eligió ese día, pero la historia viene de antes. El invento es de Louis Daguerre, quien se basó en los desarrollos tecnológicos de Joseph Nicéphore Niépce, el autor de la primera imagen fotográfica.
¿Por qué la fotografía es un arte? No hay dudas: dentro de su especificidad y su lenguaje, la cámara fotográfica tiene la misma función que el pincel y el lienzo, puesto que se ha convertido en una herramienta imprescindible para que muchos artistas expresen sus emociones y, además, para representar el mundo. Teniendo esto en cuenta, presentamos 5 grandes artistas que con su cámara cambiaron la forma de "mirar".
Robert Capa
El fotógrafo que marcó el pulso de la historia visual del siglo XX tiene nombre y apellido. Se llama Endre Ernő Friedmann, cuyo seudónimo popular es Robert Capa, el testigo de los conflictos bélicos más importantes, padre del fotoperiodismo moderno y fundador de la prestigiosa agencia Magnum. Es el reportero gráfico que construyó de sí mismo un mito con sus imágenes emblemáticas de la Guerra Civil española, el llamado "Día D" y la liberación de París, entre otros hechos históricos. Sin embargo hay algo que pocos saben (o no todos): Gerda Taro, su esposa, también sacaba fotos detrás de este seudónimo.
Gerda Taro
Su vida es apasionante y su final, trágico final. Gerda Taro, la primera fotoperiodista muerta en un campo de batalla, es, además, la primera mujer en registrar una guerra con su lente. Junto con Endre Ernő Friedmann, quien fue su pareja, tomaban fotos bajo el seudónimo de Robert Capa. Destacada fotógrafa de comienzos del siglo XX, murió pocos días antes de cumplir 27 años, mientras cubría la Guerra Civil española. En la reciente novela La chica de la Leica, la autora italiana Helena Janeczek repasa su historia, que tiene lugar en una Europa en tiempos de crisis, persecución y ascenso del nazismo, y da cuenta de su legado.
Henri Cartier-Bresson
El genial fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson murió en 2004, hace 15 años. Para uno de sus biógrafos, Pierre Assouline, es "el ojo del siglo XX". Fotógrafo de profesión, para él, pararse frente a una escena, observar con atención, encuadrar con su cámara fotográfica y disparar el flash… todo eso es un arte. Y requiere sensibilidad. Quienes vean sus fotos podrán afirmarlo: pocos han tenido la suya. No es casualidad que muchos lo consideran el padre del fotorreportaje.
Diane Arbus
La pasión de Diane Arbus se ligaba a lo monstruoso. Retrató como nadie la excentricidad y el universo de los extravagantes, los diferentes y los escenarios sórdidos. Nació en 1923 pero volvió a nacer en 1956, cuando decidió ponerle fin a la sociedad con su marido y continuar sola con la cámara a cuestas. O tal vez no. Es posible que su último nacimiento haya ocurrido en 1962, cuando abandonó la comodidad que le ofrecía el mundo de la moda y salió a las calles con su Rolleiflex a registrar las perturbadoras tomas por las que se hizo conocida. Vivió todas sus vidas en Nueva York y también en Nueva York eligió su muerte, en 1971: el prestigio y la celebridad no siempre son antídotos contra el padecimiento.
Walker Evans
Nació en 1903 y murió en 1975. La fotografía de Walker Evans es muy particular, muy singular, única, y se la conoce por mostrar con realismo escenas rurales cotidianas de la Gran Depresión de 1930. Evans encuentra la belleza en los objetos banales y cotidianos, convirtiéndolos en postales inteligentes, autoritativas y trascendentes.
Dorothea Lange
La mujer que capturó el dolor social de una época se llama Dorothea Lange. Su trabajo es similar al de Walker Evans, pero muy distinto en otros aspectos. Es una testigo incuestionable de la Gran Depresión de los años treinta en Estados Unidos y posee una foto icónica: Desposeídos cosechadores en California. Madre de siete hijos. Treinta y dos años (Nipomo, California, febrero o marzo 1936). El contexto era alarmante: el comercio internacional descendió casi un 60% y la desocupación en Estados Unidos aumentó al 25%. Miseria, mucha miseria. Nadie tenía respuestas. Ella intentó buscarlas usando su cámara.
Lewis Hine
Siguiendo con la temática social y finalizando este breve recuento de grandes artistas: Lewis Hine, el fotógrafo que denunció el trabajo infantil. Niños en las fábricas o las calles, cosiendo, vendiendo periódicos, o en cadenas de montaje. Sin dudas, este hombre es una de las principales referencias de la fotografía documental: realizó este trabajo a principios del siglo XX con el objetivo de documentar y denunciar el trabajo infantil. Puso el ojo donde todos preferían ni mirar. Eso hacen, también, los grandes fotógrafos.
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