Normalmente, los premios literarios son para una sola persona. Pero en el caso del Dashiell Hammett de la Semana Negra de Gijón, los jurados no se pudieron decidir. Entonces eligieron doble. El autor argentino Juan Sasturain y el español Carlos Bassas del Rey resultaron ganadores ex aequo (por igual). Las obras: El último Hammett y Justo (Alrevés), respectivamente. La distinción, concedida por la Asociación Internacional de Escritores Policiacos, fue hoy, viernes, en Gijón, España.
Según el propio Bassas del Rey, Justo (Alrevés) es "un breve poema a Barcelona" y un "homenaje" a su padre. Por su parte, El escritor nacido en 1974 en la capital catalana estuvo presente en la premiación. No así, Sasturain. Según las autoridades del festival, esta ausencia fue atribuida a la "escasa ayuda" del Gobierno argentino.
El género policial en la literatura tiene muchas bifurcaciones. Cada país, cada lengua, cada autor ha trazado un camino nuevo renovándolo todo el tiempo. Aún así, y pese a la historia que tiene, sigue más vigente que nunca y con mucha vitalidad. Hay quienes prefieren el término novela criminal, otros directamente novela negra.
En términos de festivales, el más importante del rubro es la Semana Negra de Gijón. Nacido en 1988 gracias a la iniciativa del escritor Paco Ignacio Taibo II, se celebra todos los años en Gijón, Principado de Asturias (España). En el último tiempo se ha ido ampliando a la ciencia ficción, la fantasía y la novela histórica. Sin embargo, lo central es la novela negra.
Hubo más premiados en este festival: Memorial Silverio Cañada a la mejor primera novela de género negro de un autor, para Los caín de Enrique Llamas; Premio Celsius a la mejor novela de fantasía, terror o ciencia ficción en español, para Donde siempre es medianoche de Luis Artigue; y el Espartaco a la mejor novela histórica en español para Comanche de Jesús Maeso de la Torre.
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Más allá del dinero, ¿para qué sirven los premios literarios?