¿Pero cómo que el mundo no existe? ¿Y todo esto alrededor? El nuevo realismo, corriente de pensamiento creada por el alemán Markus Gabriel, objeta la palabra "alrededor" en la pregunta, a la vez que "todo" y plantea que las cosas existen en su propia realidad y que es imposible indagar sobre la totalidad de las cosas. Polémico, su pensamiento que intenta continuar y superar a la corriente posmoderna, tendrá lugar en La Noche de la Filosofía, este sábado desde la tarde en el CCK, con una conferencia sobre El Aleph, de Borges, cuya literatura inscribe en el realismo mágico.
Markus Gabriel es un filósofo alemán nacido en 1980, catedrático de la Universidad de Bonn apenas cumplidos los 28 años. Se especializó en Metafísica, Epistemología y Filosofía post-kantiana. Mundialmente reconocido recibió numerosos premios en universidades de distintos países donde, además, suele ser profesor invitado.
La publicación Por qué el mundo no existe (Barcelona: Pasado y Presente, 2015) lo posicionó junto al filósofo italiano Maurizio Ferraris como creador del Nuevo Realismo. En su obra Yo no soy mi cerebro, Filosofía de la mente para el siglo XXI (Barcelona: Pasado y Presente, 2016), Gabriel realiza una crítica contra el neurocentrismo actual. Infobae Cultura conversó con el pensador acerca de su afirmación de la inexistencia del mundo y otras realidades (o irrealidades) más.
–¿Cómo le explicaría brevemente al lector que "el mundo no existe"?
–Bien, varias cosas son reales, existen realmente. Buenos Aires, Argentina, el fútbol, el pasado, el futuro, las galaxias, todo eso. Lo que no es real es una superrealidad que abarque todas esas realidades. Hay una pluralidad de eventos y procesos, que incluyen a la ficción y el arte, sin un contexto de todos los contextos. En este sentido el mundo. como un contexto de todos los contextos.
–Es decir, no como una totalidad.
–Ni como una pluralidad. Ni si.quiera hay una totalidad de todas las pluralidades.
–En ese marco, usted plantea su "nuevo realismo" como una superación o una confontación con lo que se ha dado en llamar "posmodernimo".
–Una superación. Había verdades en el discurso posmoderno pero en un contexto que falsifica estas ideas. Se debe pensar en un nuevo sistema de las ideas posmodernas sin negar la idea de verdad. Nietszche y Derrida en algunos contextos tenían la razón, aunque no en la totalidad.
–Entonces definiría lo real como lo existente. ¿Pero esta realidad no estaría cercana al idealismo?
–El contexto de sentido tiene un lado realista porque hay procesos ideales que son reales, pero lo ideal no es lo que domina lo que existe porque nada domina lo que existe. En mi concepto las ideas platónicas no son centrales, son algo que existe entre otras cosas.
–En la Argentina se puede reconocer el idealismo en ciertos coqueteos literarios de Borges con el Obispo de Berkeley. ¿Reconoce esto como una especie de antecedente?
–Borges es siempre gigante por la relación gigante con la literatura, pero el realismo mágico de Borges es la literatura para el nuevo realismo. Él dice en un ensayo de Ficciones que la metafísica es un drama de la literatura fantástica. Para Borges la literatura siempre tiene un lado de falsificación. Por eso mi conferencia en La Noche de la Fisolofía tratará sobre El Aleph de Borges. Y mi próximo libro se llamará Ficciones. es mi respuesta a Borges.
–Usted dice que la totalidad no existe, sin embargo hay científicos que plantearon la posibilidad de conocerlo todo.
–Mucho de la ciencia es una forma de hegelianismo material vulgar. Un hegelianismo que se esconde en formas matemáticas.
–Pero la ciencia, sin embargo, intenta encontrar la explicación a no lugares, que para usted no tendrían la entidad de reales, por ejemplo a través de la teoría de las cuerdas.
–Sí, sí. Por eso en la Universidad de Bonn dirijo un equipo interdisciplinario entre filosofía y otras ciencias. Se trata de un proyecto fundamental ya que el nuevo realismo pretende conocer lo real y las otras ciencias también. Necesitamos una confluación de los saberes.
–En su libro hay una afirmación que podría resultar polémica acerca de las brujas, que existieron para la literatura y las mentes de la inquisición, y no existieron en la realidad, pero que sí serían entonces reales.
–La mente de los inquisidores realmente existía. Y en Londres no hay brujas, pero sí hay literatura que habla de brujas. La ficción no tiene referencia por fuera de la ficción.
–Aquella corriente que plantea que todo es discurso. Ese giro lingüístico podía haber señalado que la confrontación de ideas podía ser fútil, ya que todo discurso podría tener valor.
–Pero tal giro planteaba que los procesos mentales sólo podían tener una proyección lingüística, que sería fundamental la relación entre pensar y hablar. Yo veo esto como falso. Hay pensamiento humano sin lenguaje. El lenguaje no es el primer objeto de la filosofía. El objeto primero es la manera de pensar.
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