El Festival Internacional de Música y Danza "Ciudad de Úbeda" que se realiza en Andalucía es "un festival que promueve todo lo nuevo, aunque hay muchas cosas clásicas", dice Mónica Maffía, dramaturga, directora de escena y actriz argentina, en diálogo con Infobae Cultura. Para ese prestigioso evento, le encargaron a ella y al compositor madrileño David del Puerto que creen una ópera de cámara. "Eso es una rareza, por eso estamos muy felices", comenta. Se llama Lilith, Luna Negra y se estrenará en 31 de mayo con música de Del Puerto y libreto y montaje de Maffía. "Curiosamente, con el compositor estábamos con ganas de trabajar juntos. A él se le ocurrió la idea de Lilith. Inmediatamente le dije que sí", confiesa. Pero, ¿quién es este personaje enigmático que aparece poco en la Biblica pero con la contundencia del mayor de los secretos?
La leyenda cuenta que antes de Eva existió Lilith, la primera mujer en el jardín del Edén, creada al mismo tiempo que a Adán. Al negarse a someterse a este primer hombre, decidió escaparse. Esto la convirtió en un demonio para muchos, pero en una rebelde alda por otros. Según algunas interpretaciones, Lilith es la misma serpiente que indujo a Eva a comer la manzana. Incluso hay distintas referencias astronómicas y astrológicas a su figura: así se denomina el punto de mayor alejamiento de la tierra a la órbita lunar.
"Es una reconsideración de cómo están contadas las cosas desde el punto de vista de la mujer", explica Mónica Maffía, y continúa: "La figura de Lilith se ha transformado en un ícono feminista. Fue creada al mismo tiempo que Adán pero el Génesis es ambiguo en ese área. Hay mucho escrito y estuve leyendo bastante. Primero estuvo Lilith, que eligió irse a curiosear por ahí y dejar a Adán. Entonces, algunos investigadores de temas teológicos hablan sobre la figura de Lilith como alguien que obtuvo alas para salir del Edén. Y esas salas son el pensamiento científico y la deducción".
"Aparece después mucho más adelante en la Biblia con los demonios, y también aparece asociada a la figura de la serpiente. Como que Lilith fue la serpiente que indujo a Eva a comer la manzana, pero también la serpiente es el más inteligente de todos los animales. Si es el ser más inteligente del reino animal el que hizo probar a Eva la manzana, entonces no lo hizo porque sí. ¿Por qué lo hizo entonces? La gran interpretaciones que ese fruto es la ciencia", explica Maffía.
"Como dramaturga, el posible encuentro entre Eva y Lilith, esa situación, es muy rica, muy interesante. Porque podés tomar la idea de que si Lilith es la figura que induce a probar el fruto, que en todo caso es el pensamiento, no es por comerlo, sino por analizar cómo está hecho", agrega. "También la investigación me llevaba a otro lado: que no era la manzana el fruto del conocimiento, sino una higuera. Se popularizó la cuestión de la manzana, sin embargo otros estudios me llevaban a que era una higuera. Las artes plásticas resolvían estas cuestiones teológicos desde la pintura de esa forma".
Además de su trabajo como montajista y libretista, y el de la composición musical a cargo de David del Puerto, muchas personas trabajan en esta obra. El dirección musical es Alexis Soriano y el reparto está constituido por Gudrún Ólafsdóttir (Lilith), Damián del Castillo (Adán) y Ruth González (Eva), además de la orquesta y todos los que están detrás de bambalinas.
Es inevitable pensar en la actualidad. Sobre todo frente a una ópera de cámara que trata un tema como este y que lo crea en una época como esta. ¿Qué lecturas y miradas suscitará Lilith, Luna Negra? "Me interesa que se lea como la visión de una mujer, que se se supone que es la primera de la humanidad, que toma decisiones sobre su cuerpo y lo que quiere hacer con su vida", responde la dramaturga. Y ante la pregunta de si estamos frente a una obra feminisita, responde: "Sí", y se ríe. "Pero con esta curiosidad: que el tema fue sugerido por un varón", completa.
Después del estreno en el Festival Internacional de Música y Danza "Ciudad de Úbeda" la obra tendrá un recorrido. "Tenemos ya varias propuestas y mucho interés en presentarla en la Argentina", dice Maffía, pero enseguida confiesa, no sin pesar, que "tuvo muchos obstáculos, sobre todo de distintos funcionarios de cultura. Lo presenté en varias convocatorias y me encontraba con un 'no'. A todos les resultaba muy interesante, pero nadie terminaba aceptando".
En abril del año pasado, en Madrid, se hizo el Primer Foro Mundial de Ópera y ella fue invitada. No como representante de Argentina ni de América Latina. Fueron los organizadores que le pidieron individualmente que vaya. Sin embargo este pergamino no le otorgó ninguna oportunidad aquí, donde anhela, ya que esta es su tierra, poder crear obras para el público argentino. "Sigo teniendo propuestas del exterior que vienen solas y acá hago mil gestiones y me encuentro la puerta en la nariz", le dice a Infobae Cultura aunque inmediatamente su tono cambia a otro más efusivo y esperanzador: "Ojalá pronto pueda trabajar acá, en mi país".
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