Sueltos de lengua: Dolina, Sabina y Mundstock en sus encuentros cercanos con las palabras

Sus presentaciones provocaron ovaciones, risas y perplejidades en el marco del VIII Congreso de la Lengua. Fueron momentos libres de solemnidad (y de powerpoints) dentro del nutrido programa de ponencias y paneles de estos cuatro días de encuentros

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50Dolina, a Sabina y Mundstock

(Desde Córdoba). Fueron los outsiders vips (para usar dos anglicismos) de este Congreso de la Lengua Española. Artistas populares, maestros del lenguaje, cuyo vínculo con las palabras no circula por los carriles de lo académico: Alejandro Dolina, Marcos Mundstock y Joaquín Sabina provocaron ovaciones, risas y perplejidades en sendas exposiciones en el marco del CILE. Fueron momentos libres de solemnidad (y de powerpoints) dentro del nutrido programa de ponencias y paneles de estos cuatro días -de gran diversidad y riqueza desde perspectivas filológicas y políticas-. Cada uno de estos tres oradores marcó un punto de inflexión: una curva que llevó al auditorio hacia nuevos lugares de encuentro con las palabras… Que es lo que vienen haciendo, en otros contextos, desde hace décadas.

Su comunicación no precisa, ni admite, intermediaciones: ellos activan, de manera instantánea, su complicidad histórica con el público. A Dolina, por ejemplo, le basta levantar la mirada y hacer una pausa al pronunciar el apellido Borges, sin agregar un solo comentario, para que todo el mundo se largue a reír recordando el furcio que cometió Felipe VI en el discurso inaugural (cuando habló de "José Luis" Borges). Y ya tiene al auditorio en el bolsillo, cuando presenta el objeto de su exposición: "He venido para saber si todo puede decirse, si el lenguaje puede ser más real que las cosas y también para preguntar si finalmente estamos solos, sin poder comunicarnos con nadie… ¡Si no pueden contestármelo aquí, no sé dónde me lo van a contestar!". Encantados por la misma gracia y amable erudición de sus charlas radiales, de pronto nos sorprendemos metidos de cabeza en el inquietante dilema que Dolina revisita: ¿las cosas son sin necesidad de nuestro señalamiento, y el lenguaje es apenas una sombra del mundo…? ¿O por el contrario, como muchos hombres sabios han llegado a sospechar, sin lenguaje los hechos no suceden?

El rey de España y
El rey de España y el presidente argentino Mauricio Macri (Foto: Cortesía Presidencia)

¿Alguien sabe qué es un bledo?

Desde luego, la Real Academia no tiene todas las respuestas, ni a las preguntas ni a las demandas que acumulan los hablantes. Las más insólitas, formuladas por Marcos Mundstock en sus paródicas Reflexiones, reclamos y correcciones poco serias sugeridas a la RAE. Novedosos usos y abusos del idioma: Academias y epidemias. La ponencia a distancia del histórico integrante de Les Luthiers (que grabó su intervención en video porque, a último momento, una dolencia le impidió estar en la sala) examinó vocablos, giros y dichos: "La carga ominosa de 'me importa un bledo' no tiene igual. ¿Alguien sabe qué es un bledo? Cuidado, algún día un ejército de bledos se lanzará sobre los hispanoparlantes para vengarse de tantos siglos de ninguneo". Pero más que su intervención virtual, Córdoba sigue comentando la antológica presentación de Les Luthiers bajo las estrellas -que congregó a una multitud el jueves, en la entrada de la Ciudad Universitaria-, en la que Mundstock tampoco pudo participar personalmente, pero sí estuvo la copiosa obra de su criatura Johann Sebastian Mastropiero.

El show de Les Luthiers
El show de Les Luthiers en la UNC

Mientras en el Teatro Real, durante la presentación de la edición conmemorativa de Rayuela se escuchaba un pasaje erótico en la invención idiomática de Cortázar ("Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes"), en la Ciudad Universitaria sonaba a todo ritmo la Cumbia epistemológica, en la invención idiomática de Les Luthiers: "Los jóvenes se aman / con tanto entusiasmo, / que sólo con hablar… / ya llegan al Erasmo". Esa simultaneidad es un buen reflejo del arco que buscó ampliar este Congreso (ampliación que podrá no ser indispensable en términos de espectáculo, dada la naturaleza del encuentro, pero sí digna de festejar, definitivamente).

(Mario Sar)
(Mario Sar)

Joaquín Sabina revolucionó la jornada del viernes: primero con su intervención en el panel sobre Poesía y diversidad cultural, y más tarde como centro de un homenaje tanguero. A su presencia se debió una convocatoria un tanto inusual para la poesía, como hizo notar la coordinadora de la mesa, María Negroni. Frente a su micrófono y su copa de agua de conferencista, Sabina se presentó complacido como una especie de impostor ("Me gusta estar en lugares donde se supone que no debería ser invitado"). Para cerrar una colorida autobiografía poética, hizo una (voluntaria o no) demostración lingüística al leer su notable La canción más hermosa del mundo, sin que el verso "al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha" provocara el menor de los debates que suscita, en cambio, el mero registro en el diccionario de la RAE de este tipo de expresiones. Se retiró ovacionado y diciendo: "Si ustedes supieran la emoción que siento de no tener que cantar…".

El "Lenguapalooza"

Por la noche tuvo su Lollapalooza paralelo (¿Lenguapalooza?), con vallado e interminable fila de ingreso para colmar las más de mil localidades del Teatro del Libertador General San Martín, donde se celebró su relación con la poesía del tango. Desde la platea, Sabina escuchó sus canciones brillando bajo otra luz, en arreglos tangueros y con intérpretes cordobeses. Para cerrar el recital, llegó al escenario una inspirada Adriana Varela, con Una canción para la Magdalena, Contigo y finalmente la emblemática Con la frente marchita, la única en la que sí sumó su voz el homenajeado. Sabina había comenzado la noche en escena, sentado a una mesa con su amigo y colega Luis García Montero, para leer en conjunto unas rimas festivas a propósito del Congreso:
"Celebramos en broma, pero en serio,
en serio, pero en broma,
la suerte de un idioma
cargado de memoria y de misterio…"

Alejandro Dolina (Mario Sar)
Alejandro Dolina (Mario Sar)

Un poco en broma, pero en serio, Dolina, Mundstock y Sabina irrumpen en un ámbito con frecuencia ceremonioso. Pero lo irreverente no quita lo académico, tampoco para la RAE, como lo prueba el sentido del humor del Community Manager contratado para responder consultas de los hablantes en la cuenta de Twitter @RAEinforma. El 12 de febrero se hizo viral la intencionada consulta de @LuciooFerreyra: "Quisiéramos saber si 'Te invito a mi casa a ver Netflix' se escribe con G o con J", cuando @RAEinforma respondió: "En cualquiera de sus acepciones, en el verbo 'coger' se escriben con 'g' las formas en que el sonido [j] va ante 'e', 'i': coger, cogía; y con 'j' las formas en que ese sonido va ante 'a', 'o': cojo, cojamos".

Si esto no es humor e interculturalidad…

 

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