Maastricht, enviada especial. El joven toma un cuchillo mínimo del bolsillo de su delantal y con envidiable destreza abre la ostra y le pregunta a la mujer de unos 50 años, que viste una falda deslumbrante, si gusta aderezarla con vinagre o salsa picante. Ella opta por el vinagre y se ubica sigilosa a un costado para degustar la delicia mientras el muchacho sigue convidando ostras a los invitados. Estamos en TEFAF, la mayor feria de arte y antigüedades del mundo, y estamos además en su cuna, Maastricht, el escenario en el que el evento nació en 1988. Hace apenas unas horas se inauguró la nueva edición y todo aquí es expectativas y proyectos. Y ostras. Y vino blanco o tinto. Y más delikatessen dulces y saladas que circulan en bandejas por los floridos pasillos del MECC, el enorme centro de congresos y exhibiciones de una de las ciudades más antiguas de Holanda y una de las más relevantes en términos históricos de Europa, que hasta el domingo 24 de marzo dará albergue a los 270 expositores cuyas obras recorren un arco de siete mil años de historia.
Esto recién comienza y lo disfrutan por ahora solo quienes llevan consigo una invitación especial. Hablamos de acaudalados coleccionistas, directores de museos, marchands y expertos. Recién el sábado 16 se abrirán las puertas con admisión libre y una entrada de 40 euros para una visita o de 105 euros si la opción es poder ir en cualquier momento, durante toda la feria. De los 270 expositores -galeristas y anticuarios de todo el mundo- 40 son nuevos. Para estar aquí todos debieron atravesar un exhaustivo proceso de verificación de calidad y procedencia de las obras llamado vetting, hecho durante tres días por 190 de los mayores expertos del mundo, una práctica que garantiza transparencia para los potenciales compradores pero que naturalmente pone los nervios de punta a los expositores, quienes hasta último momento no saben si las piezas que trajeron para la venta -considerar logística y seguros- podrán efectivamente ser exhibidas.
"La diferencia más grande con otras ferias es que aquí no hay consejeros ni asesores, quienes vienen a TEFAF -las siglas pertenecen a The European Fine Art Fair- son coleccionistas de verdad y de alto nivel: no hay principiantes. Otra diferencia es la calidad de expositores, que es la más alta del mundo. Y por último, la mezcla entre antigüedades, alta joyería y alto diseño también es única en el mundo". Quien habla con Infobae Cultura es León Tovar, el galerista y experto colombiano residente en Nueva York y uno de los más activos y dinámicos promotores del arte latinoamericano en todo el mundo. Para esta feria, Tovar presenta en su stand "una historia narrada desde (Joaquín) Torres García, pasando por el grupo Madí y lo que todo esto significó como influencia para Lucio Fontana".
La muestra fue preparada durante un año, es decir que acumularon las 57 piezas que componen esta exhibición durante este tiempo mientras participaban además de otras muestras. Todo lo que se trae debe estar a la venta. Sobre el final, Tovar da una definición clara de lo que significa como expositor haber pasado por la lupa del proceso de vetting de esta feria, que desde 2016 sumó dos ediciones anuales en Nueva York. "Piezas que fueron exhibidas en TEFAF son piezas kosher, inmaculadas", sonríe, y posiblemente la imagen elegida no pueda ser más apropiada para entender de qué habla.
Recorrer una feria de estas dimensiones es no sólo un desafío a la energía personal sino que obliga a establecer alguna clase de estrategia para entender, apreciar y recordar todo lo que se está viendo. Para que se entienda: por aquí pasarán en estos días alrededor de 70 mil personas que llegan especialmente (Maastricht no es justamente una ciudad de paso) en busca del arte de mayor calidad. Lo que se ve aquí tiene las características de las obras de los mejores museos del mundo, con la diferencia de que no suelen ser tan conocidas porque han estado en manos privadas y están a la venta. Estamos hablando de millones y millones de euros, naturalmente.
León Tovar mencionó a Lucio Fontana y luego de visitar toda la feria una y otra vez, no hay dudas de que el de este celebrado artista ítalo argentino (1899-1968) es uno de los nombres que más se repite a lo largo de diferentes stands, con su característicos lienzos tajeados y agujereados, en una gran variedad de colores. En diferentes variantes -pintura, papel, cerámica- se repite Picasso, se repite Miró, hay Renoir, Matisse, Modigliani, Degas, mucha obra de Marc Chagall y hay bañistas de Boudin en varios stands.
Por las características de TEFAF y por su origen, no hay en aquí espacio para lo experimental: todo lo que se ve y se vende es consagrado, desde una porcelana china, una obra de arte tribal, una escultura romana, una máscara egipcia, un escritorio que perteneció a la nobleza, hasta las pinturas de los llamados Old Masters, es decir, pinturas de antes del 1800 y por supuesto, impresionismo -en el stand de Richard Greene hay una hermosa muestra de Camille y Lucien Pisarro, padre e hijo, con alguna obra por 3 millones de euros-, expresionismo alemán, con el stand de Henze & Ketterer dedicado a Ernst Kirchner y más cerca en el tiempo, arte contemporáneo de renombre como Basquiat o Louise Bourgeois.
Durante la charla con Infobae, Tovar también mencionó al uruguayo Torres García, cuyo mural Puerto Metafísico tiene una importancia sustancial en el stand de Sur, la prestigiosa galería uruguaya fundada en 1984. "Comenzamos a venir hace 9 años, de hecho fuimos durante años la única galería latinoamericana", le cuenta a Infobae Cultura Martín Castillo, director de Sur, quien además explica que durante estos años "abrimos camino". Castillo cuenta las dificultades que tuvieron para entrar, debido a las características especiales de la feria. " Cada cosa que ves, pasó por controles estrictos como en ningún otro lado, tanto en cuanto a la calidad como la procedencia. En ese sentido, el solo hecho de estar aquí es un certificado de calidad", dice.
"Siempre buscamos traer propuestas que tienen que ver con los vínculos de los artistas latinoamericanos con Europa. Para esta feria trajimos obras de arte concreto y cinético del 50 y 60 y también a Torres García con obras desde el 18 hasta el 47; diferentes etapas de Torre García que va pasando por diferentes puertos y ciudades, con ideas y climas que él captaba maravillosamente. Después trajimos obras importantes como Los emigrantes, de Berni, una obra actual y contemporánea que viajó por todos lados, es de una colección suiza y otras de Wilfredo Lamm, Botero y Barradas. El mural de Torres García es del 47, y es la única obra de este tamaño que que queda de él; las otras se perdieron en el incendio del Museo de arte moderno de Río de Janeiro en el 78. Ahí se quemaron 73 de sus obras…"
Entre las obras perdidas ese 8 de julio de 1978 estaban los siete grandes murales que Torres García había pintado en 1944 sobre los muros del Hospital Saint-Bois, que la Fundación Torres-García había logrado desprender de los muros y pegarlos en tela sobre bastidores para protegerlos. Esos 7 murales habían estado durante tres años en París -los enviaron para una muestra pero por falta de recursos no pudieron regresarlos a Montevideo- y cuando finalmente cruzaron el Atlántico, hicieron lo que en principio sería una escala en el museo de Río para una muestra llamada América Latina: geometría sensible. Aunque Torres García fue el más perjudicado, en ese mismo incendio se perdieron obras de otros grandes artistas como Van Gogh, Picasso, Dalí, Leger, Miró, Marc Ernst, Kandinsky y Matisse: de todos estos creadores pueden verse obras de diferentes géneros en esta nueva edición de TEFAF.
Ante la pregunta de si percibe interés de los compradores en el arte latinoamericano, Castillo explica que como en TEFAF se trabaja con coleccionistas pero también con museos, hay interés. Y cuenta que al venir todos los años -incluso van a las ediciones de Nueva York-, quienes no conocían a estos artistas, ahora los conocen. Otro detalle, en sintonía con el momento social es que ahora hay definitivamente más interés por la obra de artistas mujeres, según cuenta, entusiasta, Castillo. De hecho, la obra de las artistas uruguayas Maria Freire, Amalia Polleri, Hilda López y Amalia Nieto, protagonistas de la muestra estrella de Sur este año Cuatro artistas rebeldes, está en Maastricht. "Es muy importante lo que está pasando con el arte producido por mujeres, que siempre estuvo relegado en la historia del arte", concluye.
Con solo detenerse un momento a mirar los rostros, el vestuario y los gestos de quienes transitan los pasillos y se detienen ante las obras o, mejor, con solo ver el modo en que los galeristas se disponen a acompañar a cada uno de los visitantes en su personal recorrida, no hay dudas de que en estos días en Maastricht se desarrolla la mayor concentración de expertos y riqueza del mundo del arte. El volumen de dinero que se mueve en este evento es de tal magnitud, que se hace difícil compararlo con otro mercado.
Antigüedades valiosísimas, clásicos eternos, piezas únicas de colección, joyas modernas que son tendencia en el mundo del espectáculo como las de Cindy Chao (Julia Roberts usó unos celebrados pendientes diseñados por esta artista taiwanesa en la entrega de los Oscars) son por estos días objetos de fascinación y deseo.
Ya se ha dicho: TEFAF no es para principiantes. Sin embargo, hay publicaciones que buscan estimular la tentación y el gusto como The Art Newspaper, que en un suplemento especial seleccionó cinco piezas que van entre pequeñas vasijas, pinturas mínimas y dibujos de menos de cinco mil euros, aunque naturalmente son la excepción.
Será entonces cuestión de comenzar a desarrollar el olfato, el gusto y la pasión. Y de seguir a los que saben, como Ben Janssens, ex presidente de TEFAF y anticuario experto en arte oriental, quien luego de atender a algunos interesados en las delicadas piezas de su stand, le explicó a Infobae que siempre, para iniciar una carrera de coleccionista, conviene no especular ni ir a menos. "Siempre será mejor que utilices el dinero que tengas en una buena pieza en lugar de comprar diez piezas menores", fue su principal consejo. A él -es evidente- le ha ido bien siguiendo esa ruta: si usted, lector, está interesado en el arte pero no se anima, será cuestión de tomar la iniciativa y animarse.
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