El filósofo esloveno Slavoj Žižek se convirtió en trending topic, no porque algún nuevo libro, sino por una columna en la que asegura que "deshacerse de la fetichización masculina de la vagina como el objeto misterioso último del deseo (masculino) y reclamar la vulva para las mujeres" puede llevar a "una realidad gris en la que el sexo está totalmente reprimido".
El autor de El sublime objeto de la ideología escribió para el medio estadounidense Spectator un descargo a partir de la reciente publicación de un libro fotográfico Womanhood, de Laura Dodsworth, que forma parte de una trilogía que además cuenta con Bare Reality y Manhood, en los que retrató pechos femeninos y penes, respectivamente.
El texto comienza así: "En la lucha contra el 'sexismo' (algunas) mujeres exigieron que termináramos con la fetichización de sus pechos y las aceptáramos como una parte más del cuerpo de una mujer. Uno de los resultados de esta lucha por los "pezones libres" fue que, en algunas grandes ciudades, grupos de mujeres organizaron caminatas de protesta donde estaban desnudas sobre el cinturón, el objetivo era precisamente deserotizar los senos. Ahora estamos entrando en el siguiente paso lógico en esta dirección: el objetivo ahora es "desmitificar" el objeto sexual definitivo".
Žižek además comparte un brief del nuevo libro: "La vulva se ve a menudo como un sitio de actividad sexual. Pero hablamos de muchas áreas que no son 'atractivas': períodos, menopausia, infertilidad, aborto involuntario, aborto, embarazo, nacimiento, cáncer" para luego hacer una enumeración de publicaciones y musicales centradas en la vulva tanto en EE.UU como el Reino Unido, y anuncia "otros pasos en este proceso" en el que "la vulva parece estar teniendo un momento cultural" como "nuevos campañas de períodos, 'alentar a los jóvenes a deshacerse de cualquier vergüenza sobre la menstruación'. Entonces, ¿por qué no ir al final y 'desmitificar' y des-fetichizar los excrementos? ¡Organicemos algunos talleres de observación de mierda!".
Luego, recurre a la cinematografía de Luis Buñuel para sostener su tesis. Enumera una serie de películas clásicas como La edad de oro o El discreto encanto de la burguesía, entre otras, en las que "un acto común y cotidiano se vuelve imposible de realizar tan pronto como se encuentra ocupando el lugar imposible de "la cosa", y comienza a encarnar el objeto sublime del deseo".
Y en otro pasaje, agrega: "Imagina que, en el arrebato de la pasión erótica, uno mira de cerca la vagina de la mujer amada, temblando con la promesa de placeres anticipados, pero luego algo sucede, uno como si fuera "pierde contacto", cae de lo erótico. La carne delante de los ojos aparece en toda su realidad vulgar, con el hedor de la orina y el sudor, etc. (Y es fácil imaginar la misma experiencia con un pene). ¿Qué sucede aquí? Para Lacan , es exactamente lo contrario que ocurre en la escena descrita: la vagina deja de ser 'un objeto elevado a la dignidad de una cosa' y se convierte en parte de la realidad común. En este sentido preciso, la sublimación no es lo opuesto a la sexualización sino su equivalente".
"Esto nos remite a los intentos continuos de 'desmitificar' la vulva. Para usar un viejo proverbio (y, por lo demás, muy problemático), parece que, al tratar de deshacerse del agua sucia, corren el peligro de arrojar al bebé también. Su ataque a la idea de la vagina como el objeto fetichizado del deseo masculino también amenaza con socavar la estructura básica de la sublimación sin la cual no hay erotismo. Lo que queda es un mundo plano de realidad ordinaria en el que la gente pierde toda la tensión erótica. Muestran sus órganos 'desfetichizados' que son solo eso: órganos ordinarios".
Las redes sociales no tardaron en generar una respuesta. A continuación, una selección de tuits:
Žižek dice que está preocupado por la deserotización de la vulva (ogalá, ameo) y en su artículo hace un paralelismo entre desmitificar la vulva y desmitificar la caca.
Re coherente todo.
— CeciS (@CeSiSera) February 21, 2019
Leí la nota de Zizek y tiene razón. Es muy simple lo que dice: la desmitificación de los órganos sexuales lleva a la muerte del erotismo y a su vulgarización. Es el terreno de la pornografía. El feminismo es parte del problema.
— ♱ Bᴇʟɪsᴀʀɪᴠs 🇸🇪 (@_FBelisario_) February 21, 2019
Qué casualidad que Zizek en su caprichosa defensa de la erótica no haya mencionado ni por asomo a la pornografía, industria que explota y expone a la vulva de la forma más grotesca y sin velo alguno. Pasa que todo lo que sucede en el porno está dirigido por el deseo masculino.
— hipercandombe (@hipercandombito) February 21, 2019
Zizek estara enterado de que es TT en Argentina? Ya me lo imagino volviendo al país después de muchos años y sentándose con Fantino a explicar su postura.
— agustin diaz (@Jagstang93) February 21, 2019
Es bueno recordar cuando Zizek salió en Caras pic.twitter.com/ybU5TIyQXN
— __eones (@EmiNicNem) February 21, 2019
Según entiendo, a Milei no se le puede discutir porque hay que leer mucho para estar a su altura, pero a Zizek podemos ningunearlo acusándolo de gordo feo.
— Tomás Crespo (@Tacrespo) February 21, 2019
Zizek ignora que en España hace años que se hace la procesión del "Coño Insumiso"… Y si se trata de mostrar, nunca leí nada de él contra el porno… ¿Quizás le molesta que aquí la concha sea sujeto? ¿Quizás su erotismo sólo se sostiene cuando la define la mirada del amo? https://t.co/CKROaFFX0m
— Diana Maffía (@dianamaffia) February 21, 2019
Últimas imágenes de Zizek deprimido en su cama por las críticas en twitter. Se comenta que está en un serio grado de depresión y se plantea la huelga de hambre si @NoSoyNadieYopino no se retracta. pic.twitter.com/kCkIr43kwX
— Sr. Mendel (@librosmendel) February 21, 2019
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