Brexit: The Uncivil War, estrenada el lunes en HBO, cuenta "el otro lado" de la campaña que precedió al referéndum del 23 de junio de 2016 celebrado en el Reino Unido de la Gran Bretaña y, sobre todo, las maniobras del estratega político Dominic Cummings -magníficamente interpretado por Benedict Cumberbatch, el célebre intérprete de la serie de la BBC Sherlock– que influyeron decisivamente en el triunfo de la opción "salida" de la Unión Europea. Es una película urgente, sabrosa y efectiva, aún a miles de kilómetros del lugar de los hechos. En un año electoral en Argentina, además, cobra otras significaciones. Antes que las elecciones de Trump y Bolsonaro y el plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia, el caso británico expuso un nuevo formato de seducción política para las masas a través de las redes sociales y el impulso emocional al que (a veces o casi siempre) inducen.
En una pausa de un trayecto en bicicleta por las calles de Londres -tal como se lo ve reiteradamente a Cummings en la película-, James Graham, autor del guión, dialogó telefónicamente con Infobae Cultura sobre su perspectiva del complejo proceso político-económico-emotivo que desató el resultado del referendum, el uso de datos personales en una campaña política (big data y la tentación de la manipulación), la performance de Cumberbatch y la particular personalidad de Cummings, un hombre elusivo y brillante llamado a silencio mediático luego del mayor triunfo personal de su vida y, aún así, eje central del relato.
Graham es un joven y elogiado autor inglés ("escribo: obras y emails" reza irónicamente en su perfil de Twitter), que asumió el desafío de escribir casi casi en tiempo real la historia de una elección histórica. "Han pasado dos años y medio desde esa tumultuosa campaña. Las consecuencias están a punto de concluir en las próximas semanas, o ascender a un nuevo capítulo de turbulencias nacionales sin precedentes. Y aunque la historia continúa, y así será durante muchos años y décadas, éste es el momento. De hecho, es vital que el arte, junto con el periodismo, las noticias y, más recientemente, las redes sociales, contribuyan a nuestra comprensión de los eventos que cambian una nación", escribió en un diario inglés en enero de este año, un par de días antes del estreno -en Inglaterra, a través de Channel 4 – de la película.
Un largo suspiro precede a su primera respuesta, básica, obvia pero inevitable. "¿Qué es el Brexit? Hmmm… Aquí en el Reino Unido pasamos la mayor parte de nuestro tiempo sin entenderlo. Es absolutamente extraño y loco. Pero bueno, es una cuestión que redefine el papel de nuestro país y la relación de poder con el resto de Europa, una cuestión que viene de muchas décadas atrás. Tendríamos que tener una larga conversación para que pueda explicar en detalle qué significa todo esto… Fíjate que pasaron ya dos años de aquella elección, y todavía no está muy claro cómo sucederá, si es que sucederá, si es que funcionará".
– ¿Cuál fue el mayor desafío para escribir un guión de película sobre un tema tan complejo y grande, cuando todavía está sucediendo?
– El primer desafío es cuán parciales seríamos. No hubo apetito, ni en mí ni en ninguno de los creadores del proyecto, por hacer un espectáculo para un lado u otro en particular. Y si fuera brutalmente honesto, las expectativas de un dramaturgo, un director y emisoras como HBO y Channel 4, era que fuera un show sobre algo que todavía está sucediendo y realizado por élites liberales metropolitanas progresistas. Fue una lucha contra eso. Vengo de un pueblo minero del norte del país, y la mayoría ahí votó la salida, así que quise tratar de dar a cada lado una mirada equilibrada, aún dejando un poco de lado mi propio bagaje político natural. Esta es una historia muy compleja y aún no ha terminado, y no terminará, durante muchos años y décadas. Creo, muy apasionadamente, que quisimos contribuir al debate nacional y darle sentido. En cierto modo, la elección fue mirar solo el principio, el medio y el final de esa campaña. Espero que eso nos haya protegido un poco de las nuevas revelaciones y de lo que está sucediendo actualmente en nuestro Parlamento.
– ¿Cree que la película también puede servir como alerta sobre el uso de los datos personales en una campaña política?
– Es una de las conversaciones más importantes y realmente no la estamos teniendo. Hay un peligro en la forma en que presentamos los datos y las vistas. Igualmente, no quiero desviarme accidentalmente hacia una teoría conspirativa. No hay una parte de mí que crea en un villano singular, de una película de James Bond digamos, que vive en una cueva en un volcán, que maneja palancas y manipula nuestros pensamientos. No creo que eso sea cierto. Sí creo que hay un accidente propio del avance tecnológico, que significa que estas plataformas son ahora los lugares donde conducimos nuestro discurso político, y son intuitivas por definición. La sofisticación de estas herramientas es tal que necesitamos pensar y decidir si queremos que nos vendan la política igual que unas vacaciones o un par de zapatillas cool.
– El personaje de Dominic Cummings es central en la historia. ¿Por qué lo eligieron así?
– Porque nos permitía brindar un enfoque y un punto de vista sobre algo que posiblemente podría haber sido extenso e inmanejable. También porque es alguien, aún hoy, completamente desconocido para una audiencia británica: nadie sabe quién es Dominic Cummings en el Reino Unido. Es un estratega que trabaja en las sombras, como hacen todos los estrategas. Son los políticos y los funcionarios electos quienes salen frente a las cámaras de televisión para vender sus mensajes, pero no son quienes oprimen los botones. Son estas personas de las que sabemos muy poco y que son fundamentalmente inexplicables, pero son el verdadero poder detrás de escena. Y luego, Dominic, él mismo, es un regalo para el guión. Es un disruptor, un transgresor. Y es impredecible. Espero que no sea tan injusto decir que siempre me lo imaginé con el Joker de Heath Ledger en Batman. The Dark Knight, donde realmente quiere quemar todo y comenzar de nuevo. La gente podía estar o no de acuerdo pero para él esto no era solo "¿deberíamos estar o salir de este bloque comercial con Europa?" Se trataba de algo más grande: "¿Está funcionando nuestra democracia? ¿Están funcionando nuestros sistemas?" Para él, no. Y quería usar el caos del Brexit para construir algo nuevo.
– Sobre Benedict Cumberbatch, ¿cuáles son sus sensaciones sobre su interpretación? ¿Qué fue lo que más le impresionó?
– Bueno, es uno de nuestros mejores actores en el escenario y en la pantalla. Nunca había trabajado con él antes, y no me importa admitir que me sorprendió un poco, pero no por su fama, sino porque creo que es realmente brillante. Aporta calidad intelectual a todos sus roles pero también tiene una inteligencia emocional intuitiva. Entiende lo que está debajo de la piel de la gente. Su mayor temor era que la película retratara a Cummings como un villano, a quien la película pretendía juzgar. Benedict no podía jugar a eso: no se puede interpretar a alguien si se siente que no hay empatía, compasión ni comprensión de esa persona y sus motivaciones. Queríamos hacer la interpretación más generosa que pudiéramos de alguien que, al menos para el 50% de nuestro país, es responsable de la destrucción del futuro de la nación.
* Brexit se emitirá el domingo 10 a las 10.45, martes 12 a las 22, sábado 16 a las 6.45 y martes 19 a las 13 hs por HBO. También está disponible en la plataforma digital HBO GO. Ficha técnica de la película, horarios y trailer, disponible en https://ar.hbomax.tv/movie/TTL722750/Brexit
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