La tercera temporada de True Detective volvió a sus raíces. Esta vez protagonizada por el actor afroamericano del momento Mahershala Ali -ganador de un Oscar por su personaje de dealer sensible en Moonlight, firme candidato este año por The Green Book-, la serie retoma el tono taciturno e hipnótico que la distinguió en su debut de 2014.
Aquella excelente primera temporada con una pareja-despareja de policías integrada por Matthew McConaughey y Woody Harrelson, estableció nuevos parámetros narrativos y estéticos en la llamada "segunda era dorada" de la televisión, donde las series reinan. Cinco años después, el escritor y showrunner (es decir, el hombre que lleva adelante el proyecto) Nic Pizzolatto retoma por el camino correcto y plasma en esta edición, otra vez, una historia de policial negro hecho y derecho.
Un tropiezo llamado segunda temporada (2015, con Colin Farrel, Rachel McAdams y Vince Vince Vaughn) le quitó brillo a la marca con una apuesta que bordeó el disparate, a partir de un inverosímil ensamble de trama policial y denuncia de corrupción política en la soleada California. Ahora todo vuelve a la normalidad. Hay un misterio, esta vez la desaparición de dos hermanos; vuelve el sur de los Estados Unidos con sus paisajes yermos y pueblos polvorientos como escenario y, tal vez la clave del encanto de la franquicia, un policía atormentado por su pasado. Todo sazonado con silencios, cigarrillos encendidos a toda hora, bastante whisky y una buena dosis de blues oscuro (la canción de apertura es una maravilla de Cassandra Wilson, Death letter). Subyacente, late la tensión racial.
El nuevo ciclo de ocho episodios fue filmado en Arkansas y cuenta la historia de un crimen cometido en el corazón de un pequeño poblado, diseccionado por el relato en tres épocas distintas. Brevemente, esto es así. La desaparición de dos hermanos en Arkansas (Phoenix Elkin y Lena McCarthy) en 1980, luego de Halloween, disparan las memorias y preguntas del detective retirado Wayne Hays (Ali), quien trabajó en el caso 35 años antes. Por carácter transitivo y en paralelo, Hays recuerda su relación con Amelia (Carmen Ejogo), y los quiebres en la relación que surgieron luego del casamiento y el nacimiento de sus hijos.
Mahershala Ali es Wayne Hays, un detective de la Policía del noroeste de Arkansas veterano de Vietnam: en 1980 investiga el caso, en 1990 retoma la causa y en una imprecisa época que ronda 2010 -cuando el Alzheimer ya lo envuelve en su bruma- es entrevistado para un documental. En cada uno de estos momentos, que van y vienen durante el relato, se luce con tres caracterizaciones que señalan el paso del tiempo y las huellas del destino que le tocó. Siempre grave, reservado al extremo, con oscilaciones alcohólicas y una furia contenida siempre a punto de estallar, este hombre y sus circunstancias ocupan el centro de la escena.
"Ali da una profundidad distinta a su personaje", reconoció Pizzolatto. Situar a su personaje en el Sur, puntualizó el actor, sirve además para poner de relieve aspectos sociales que no cambiaron a lo largo de las tres décadas en las que se desarrolla la historia. "Creo que es interesante ver a un detective negro en 1980 intentando destacar frente a sus superiores. El guión hace un esfuerzo por entender lo que era la vida de los negros que querían cambiar su situación con profesionalidad, tratando de resolver un crimen mientras se enfrenta a una comunidad homogénea. Él ya destaca entre ellos siendo un hombre laico, pero, además, es un oficial de policía en su comunidad", reflexionó el actor que emergió a la consideración global con su interpretación de un carismático asesor de imagen política en House of Cards.
"Es 1980 y un policía negro investiga un caso de desaparición en esa zona de EE.UU. Deambula por el pueblo tratando de conseguir información de la gente. ¿Cómo responde la comunidad? ¿Cuáles son sus prioridades? ¿Seguir con la discriminación y el racismo, o ayudar a resolver el crimen? Creo que añadimos fricción y textura de esa manera", apuntó . El detective Hays representa la exploración interior de un hombre que no consigue adaptarse a la sociedad luego de volver de Vietnam; y que luego convive -a regañadientes- con la independencia creativa de su esposa, autora de un bestseller sobre el caso. Hays es el verdadero misterio porque, además, vive atormentado por sus problemas de memoria. Algo que explota, hasta un límite tolerable, el zigzagueante guión de Pizzolatto.
Detrás de la estrella afroamericana integran el reparto Stephen Dorff como Roland West, el detective que trabaja con Hays, y Carmen Ejogo, en el rol de la profesora y escritora (futura esposa), Amelia Reardon. Además y por razones genealógicas, resalta la aparición de Mamie Gummer -hija de Meryl Streep con una incipiente carrera actoral- como la madre de los chicos desaparecidos. La novedad de esta temporada es que Pizzolatto debuta en la dirección con dos episodios a su cargo. "El cruce de líneas de tiempo es una estructura mucho, mucho más complicada. Aparte de eso, esta temporada es muy difícil de describir. Es como el tono o la textura. Siento que tiene más luz que las anteriores y creo que busca más la esperanza. No estoy seguro de que esto sea noir propiamente, dado el curso que toma", explicó el creador de la serie.
Un crimen en un entorno rural deprimido y un policía con un trauma del pasado que no es capaz de superar. Con estos dos elementos se construyeron numerosas novelas, películas y series policiales. Si se añade su condición de veterano de guerra, surge el arquetipo del detective taciturno del género noir más clásico. True Detective incluye estos elementos básicos en su arquitectura narrativa y desde allí dispara sus trucos. Es interesante comparar esta vuelta de True Detective tan canónica con la reciente Sharp objects que protagonizó Amy Adams: ambas series se basan en dos personajes atrapados dentro de sus recuerdos, de los que quieren olvidar y de los que siempre les van a causar dolor, pero una no tiene miedo de mostrarse dañada y el otro pretende ser visto como un héroe incomprendido.
Después del paso en falso de la segunda temporada, esta tercera es una buena noticia para los fans de la serie y del género negro tradicional. "Esta vez, el desarrollo de los personajes lleva el peso de la historia, pero en cualquier caso estamos ante una temporada única, sobre todo por cómo jugamos con el tiempo, y las comparaciones se irán desvaneciendo con el paso de los episodios", señaló Ali, que acaba de ganar el Globo de Oro al mejor actor de reparto por Green Book. Preguntado por los parecidos con la primera temporada, Pizzolatto explicó en una entrevista en Entertainment Weekly cómo "fue algo deliberado sin resultar forzado". "Sentía que había forma de recordar los dispositivos estructurales de la primera temporada pero dejándolos evolucionar, no repitiendo cosas sino usando lo que se había establecido antes para lograr algo nuevo".
*Los capítulos estreno de True detective temporada 3 se emiten los domingos a las 23 por HBO. Click aquí para más detalles de otras emisiones -doblada y con subtítulos- y horarios de repeticiones en las distintas señales de la plataforma.
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