Una nueva y cercana mirada a la Primera Guerra Mundial, según Peter Jackson

“They Shall Not Grow Old” es un increíble documental de más de una hora, en la que se restauraron y se dio color a las imágenes de la Gran Guerra. Además, el relato está a cargo de las voces originales de los veteranos británicos en la contienda

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Es muy poco probable que los espectadores argentinos tengamos la posibilidad de ver en todo su esplendor la última creación de Peter Jackson (genio del cine gore que pasó a la historia como el realizador de la saga El señor de los anillos). Se trata de un documental de interés recóndito para los gustos adocenados: al mismo tiempo, es un logro técnico relevante, un desafío a los purismos y una obra de arte inesperada.

El tema de They Shall Not Grow Old es la primera guerra mundial; en particular, la experiencia personal, física y emocional de los soldados ingleses, que participaron recién en el último año de la contienda en la increíblemente sangrienta y tediosa guerra de trincheras. El material del cual Jackson se nutre está provisto básicamente por los organismos públicos británicos: la BBC y el Imperial War Museum (IWW).

El material está provisto básicamente
El material está provisto básicamente por los organismos públicos británicos: la BBC y el Imperial War Museum

De la BBC proviene el audio: se procesaron 600 horas de entrevistas a 200 veteranos de la contienda. Del IWW las imágenes: cien horas de archivo fílmico. Jackson tomó las siguientes, relevantes, decisiones: en primer lugar, el audio iba a estar compuesto, del principio al fin, exclusivamente de las voces de los veteranos, formando un relato único y cronológico, sin diferenciar individualidades. La otra decisión, herética y valiente, fue la de intervenir las imágenes y "actualizarlas", el horror de los conservacionistas.

¿A qué nos referimos con actualizarlas? La Primera Guerra Mundial o la Gran Guerra fue la primera del siglo XX, sí, pero también la primera que llevó cámaras de filmación a sus campos de batalla. La fotografía había llegado a la Guerra Civil Norteamericana pero recién ahora el cine podía filmar de cerca la contienda y sus consecuencias. Las imágenes que tenemos de la Gran Guerra se ven gastadas, granuladas, con una velocidad antinatural y, lógicamente, en blanco y negro.

Así se las ve durante buena parte de los primeros 25 minutos de They Shall Not Grow Old. En ese momento, cuando se está contando el despliegue de tropas británicas en el continente, el desvanecimiento de la excitación inicial y la constatación del horror de la guerra, la pantalla abandona su formato cuadrado y se expande horizontalmente, el granulado desaparece y se alcanza una definición cercana a nuestro HD y el blanco y negro se convierte en un color de tonos pastel pero realista y concreto. Incluso en algunas salas de EEUU e Inglaterra, donde se exhibe la película, las imágenes de ese mundo extraño y lúgubre que son las trincheras, se aprecian en tres dimensiones.

El retoque digital da nueva
El retoque digital da nueva vida a las películas en blanco y negro

Convertir un imagen limitada por la tecnología de la época y dañada por el paso del tiempo en una de aspecto contemporáneo es una decisión riesgosa y que contraría los credos de los fundamentalistas de la conservación. Jackson no solo dio ese paso sino que le agregó el de la banda de sonido. Las películas recopiladas por el IWW, obviamente, eran mudas. Jackson hizo leer los labios de los retratados y con un equipo de actores los dobló, agregando ruidos, explosiones, viento, gritos en el fondo, relinchos de caballos, etc.

El efecto paradójico de todo este artificio es acercarnos a la verdad. Los camarógrafos de guerra, que se jugaron la vida en el campo de batalla para registrar de la manera más realista posible la contienda, tenían limitaciones de todo tipo, algunas de las cuales resolvían, a su vez, con otros artificios. Por ejemplo, era difícil durante una carga militar estar filmando con el trípode, ofreciendo un blanco simple a los francotiradores. Así es que muchas veces esas escenas eran recreadas durante momentos de calma especialmente para su registro.

Las intervenciones de Jackson apuntan a lo mismo: sacrificar el realismo del registro directo en función de acortar distancias y lograr una imagen que, respetando el original, se viera con la inmediatez de lo contemporáneo. Buena parte de la discusión se resuelve cuando se las ve: el efecto es extraordinario y, rápidamente, esos soldados que hasta hace tiempo nos parecían de un tiempo extraño y una cultura alejada, son nuestros hermanos.

El impactante relato de este documental nos muestra varias cosas. En primer lugar, cómo se parecen todas las guerras. El entusiasmo inicial, el patriotismo, la inconsciencia y luego, el encuentro con el horror verdadero, ruido, dolor, sangre, miedo y, como dice uno de los testimoniantes, "el miedo a tener miedo, a que descubran que tenés miedo".

En segundo lugar, y en oposición a lo recientemente comentado, la singularidad de la Gran Guerra: la vida increíble de las trincheras y esa tierra de nadie entre una y otra trinchera que solo se cubre desafiando a la muerte. Los tanques y la aviación militar recién empezaban a aparecer y la guerra nunca volvería a ser tan personal.

Más allá de lo de lo estrictamente cinematográfico o histórico, They Shall Not Grow Old muestra otra cosa. Esta película no tiene sentido sin los medios públicos pensados como tales. La tarea ímproba de la BBC, la exhibición de la película en la televisión a través de sus canales, el aporte del Imperial War Museum, (uno de los museos más fascinantes del Londres, es decir, del mundo), todas cosas que gritan "gasto público" y sin las cuales no tenemos memoria ni existimos como hombres en la continuidad del tiempo.

Paciencia, registro de la historia y un uso imaginativo de ese archivo: ese es el material de los medios públicos. Y, también, hay que decirlo, la suerte de que Peter Jackson, nieto de un veterano de la Primera Guerra a quien la película está dedicada, haya aceptado trabajar por fuera de sus parámetros industriales.

*They Shall Not Grow Old, Gran Bretaña, 2018, 99', dirigida por Peter Jackson.

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