4 grandes libros para jóvenes (y dos bonus tracks) que ayudan a comprender la diversidad de género

El deseo de ser aceptados, reconocidos y amados es el denominador común entre los y las protagonistas de cuatro obras literarias que tienen en el centro a personajes con identidades sexuales diversas

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Por Daniela Chueke

Tres ficciones y una autobiografía
Tres ficciones y una autobiografía para jóvenes que ayudan a comprender la diversidad de géneros

Si uno va a una librería en busca de la temática LGTBIQ, seguramente llegará a estas obras pero es necesario avisar que esta clasificación no estaría haciendo honor a su verdadero valor.  

La verdadera razón para reunir a estas narrativas en una estantería de su biblioteca, leerlas, pasarlas, regalarlas, no es solamente el hecho de que todos ellos tengan en común que su protagonista es un personaje transgénero y que, por lo tanto, su lectura sensibilizará al lector acerca de las cuestiones de género que tanto desconcierto están provocando en quienes aún piensan el mundo ordenado de acuerdo a la genitalidad de las personas.

En todo caso, lo que tienen en común estas obras que pasaremos a recomendar es el hecho de que todas ellas son historias de amor. Bellas, tristes, románticas, soñadoras búsquedas de ese milagro que es entrar en el corazón de otro ser, ese anhelado encuentro con otra alma, el motor de la existencia humana. ¿Adónde encontrar el amor? Es la pregunta básica que subyace en todas estas historias; adónde hallarlo en este nuevo tiempo que nos toca vivir, cuando las estructuras sociales del pasado están en plena caída, desde el patriarcado al amor romántico, desde el rol de varones y mujeres en las esferas públicas a la más íntima de todas: la forma en que habitamos el propio cuerpo.

Todas las dudas que el lector pueda haberse planteado en algún momento frente a las noticias que visibilizan las luchas por los derechos para las personas que no se identifican con el binarismo de género que hegemonizó el orden social a lo largo de la historia están presentes en estos textos. Y, lo mejor, muchas de ellas están respondidas. Porque hay respuestas, sí las hay. Desde los acuerdos internacionales como los Principios de Yogyakarta sobre la aplicación de la legislación internacional de derechos humanos con relación a la orientación sexual y la identidad de género, y un extenso glosario de los términos más apropiados para saber de qué se habla cuando se habla de este tema (figuran en Qué nos hace humanos de Jeff Garvin), hasta la incorporación de la perspectiva de género en las ciencias naturales que desde la biología empiezan a aportar estudios que muestran que el binarismo de género es un concepto forzado a lo largo de la historia y no de índole natural como estudiamos en la escuela hasta la llegada de la Educación Sexual Integral.

Pero nuestro interés está centrado en cómo estas cuestiones empiezan a ganar terreno en la literatura y cómo ella, al mismo tiempo, nos invita a ampliar nuestra sensibilidad de género.

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Soy Sabrina, soy Santiago, de Sasa Testa (2018, Ariel)

Soy Sabrina, soy Santiago, de
Soy Sabrina, soy Santiago, de Sasa Testa (2018, Ariel)

Es la autobiografía en primera persona de unx profesorx de literatura argentina que se identifica como de género no binario. Sasa Testa nació Sabrina Betania en Buenos Aires, en 1985. Más adelante se asumió también como Santiago Nicolás Testa. La historia de ese recorrido es lo que cuenta en este libro, un libro que puede considerarse pionero con respecto al uso del lenguaje inclusivo en el mercado editorial. Por primera vez una editorial argentina acepta editar un texto con el uso de la "x", adoptado por su autorx como un ejercicio que problematiza el lenguaje (no) inclusivo. El acuerdo que resultó de la puja entre autorx y editorx en este sentido, fue que el signo "x" y no la "e" ni la tradicional barra a/o sería usado en todos los casos en que el autorx se refiriera a sí mismx. Por respetar su decisión es que este mismo signo se utiliza en este párrafo.

Pero este detalle, para el lector que no está íntimamente preocupado por estas cuestiones, no es la razón principal para convocar a la lectura de Soy Sabrina, soy Santiago. Puede serlo, en cambio, que la historia de Sasa Testa es la de la vida y la de la muerte. Gran parte del relato se centra en el momento en que a Sasa le tocó atravesar la enfermedad de su madre, en su adolescencia, cuando la temprana orfandad, sumada a un vínculo distante con su padre, significó crecer de golpe y a salir de la adolescencia demasiado pronto, en una sociedad en que la adolescencia se prolonga cada día más. Ese punto del relato autobiográfico, íntimo, desnudo, es el que apuntará directo al nervio de la empatía en cada lector. ¿Cómo no querer salir a abrazar a esx chicx desprotegidx en la habitación del hospital Naval, cuando acompaña a su madre terminal? ¿Cómo no desear protegerlx en su vulnerabilidad frente a los despiadados acosos de compañeros de trabajo? La de Sasa es una historia de transición, o de no transición según va transcurriendo el relato, pero es, ante todo, una historia de la soledad.

Sasa Testa visitó los estudios de Infobae y fue entrevistadx por Cami Hadad: "Me siento orgulloso de poder salir adelante después de haberme sentido tan solo".

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Si yo fuera tu chica, de Meredith Russo (2017, Numeral, Riverside Agency)

Si yo fuera tu chica,
Si yo fuera tu chica, de Meredith Russo (2017, Numeral, Riverside Agency)

Es una novela de amor romántico donde el hecho de que uno de los personajes sea trans puede leerse como un condimento o como parte central de la historia según el foco de cada lector. Es un título que no defraudará a amantes de las novelas rosas, pero también válido para quienes militan en los derechos de las personas transgénero con la bandera de la confrontación a la hostilidad de un mundo repleto de transfobia. De algún modo, esta historia abona al deseo de un mundo en el que cada quien disfrute de la ilusión del romance como más le plazca, aunque se trate del más puro y clásico romanticismo. Porque aunque el amor romántico puede ser un concepto al que el feminismo busca derribar por su funcionalidad a la opresión machista, lo cierto es que el romanticismo tiene su lado hermoso. Porque aunque sepamos el truco, en definitiva ¿cómo no aspirar a la promesa del amor puro, espontáneo, de ser el objeto de los desvelos de otro ser, que no ahorra en gestos de seducción y galantería? Amanda aspira y logra vivir esa historia de amor. Ella es la chica trans creada por Meredith Russo para esta novela inspirada, en parte, en su experiencia como mujer trans, identidad que adoptó en 2003 sin cuestionarla desde entonces.

La fórmula es así: tras su operación de reasignación de género, en su último año de escuela secundaria, Amanda se muda a una nueva ciudad para vivir con su padre. Allí, sin revelar su trayectoria de vida, su belleza y personalidad la ayudan a ser rápidamente integrada al grupo de chicas lindas del colegio, donde además conoce y se enamoran con un chico llamado Grant. Su relación transcurre entre algodones hasta el momento en que ella va a necesitar sincerarse con él acerca de su transición. En esta novela, los secretos logran salir a la luz sin grandes conflictos, el amor fluye con libertad. El lector enseguida tiene la sensación de que hay algún tipo de falla en el verosímil, porque sabe que lo que ocurre en la realidad, al menos en nuestro momento actual, en nuestra sociedad, es que las personas trans no la tienen fácil, que se enfrentan permanentemente a situaciones de rechazo, desamparo y violencia y que la historia de amor de la actriz trans argentina Mariana Genesio Peña que enamoró al guionista que ganó el Oscar 2015, Nicolás Giacobone, suele ser la excepción. 

Y ciertamente lo es. En una entrevista para The Washington Post, Russo declaró que ella quería "una novela donde a las personas transgénero les pasaran cosas buenas". A juzgar por Si fuera tu chica, puede decirse que lo logró.

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Qué nos hace humanos, de Jeff Garvin (2016, VRYA)

Qué nos hace humanos, de
Qué nos hace humanos, de Jeff Garvin (2016, VRYA)

Antes de convertirse en escritor, Jeff Garvin actuó en películas, series de TV y fue el líder de una banda de rock. Estudió cine y vive en el sur de California, rodeado de adorables bestias de establos.

La primera novela realista del autor publicada en Argentina como parte de la colección Ficción Juvenil de V&R Editoras se publicita como dirigida a "jóvenes de ambos sexos" a partir de los 18 años y es inevitable pensar que el departamento de marketing probablemente no la haya leído, o quizá debería refinar sus criterios de categorización.

Pero, se sabe, el proceso de deconstrucción es lento y nadie está exento de caer en todo tipo de contradicciones. Lo destacable es que el sello V&R tiene un catálogo amplio de títulos dirigidos al público adulto joven (Young Adult en la jerga editorial) una deriva de la LIJ (literatura infantil y juvenil) y Qué nos hace humanos (en inglés es Symptoms of Being Human) es uno de los que destaca por haber logrado una doble finalidad, la literaria y la pedagógica en una novela hermosa. El gran logro de esta narrativa es el perfecto ejercicio del lenguaje: sin alterar sus formas tradicionales, el autor se las ingenia para ubicar las palabras de modo tal que jamás, a lo largo de las casi 400 páginas del libro, los lectores nos enteraremos si el personaje, que es también la voz narradora, en su condición de transexual, fue asignado al nacer con sexo masculino o femenino. Es el perfecto ejemplo de cómo es posible hacer un uso no sexista del lenguaje con los recursos que ya existen en el mismo y, por otro lado, nos demuestra que la curiosidad por saber los caracteres genitales de una persona es algo que surge pura y exclusivamente del morbo, que no es un detalle que aporte nada importante acerca de los demás o de su valor como humanos.

Lo que resalta a lo largo de la novela es que Riley Cavanaugh es muchas cosas: punk rock, adolescente, rebelde… Y de género fluido. Algunos días, Riley se identifica como un chico, y otros como una chica. Es alguien que todavía (o quizá nunca lo haga) no se define por un género único. Está por empezar una nueva escuela y tiene un padre legislador que está en plena campaña como candidato a la reelección en un condado ultra conservador de Estados Unidos, Condado de Orange, de modo que Riley se expone a diferentes situaciones de presión en su vida.

Por consejo de su terapeuta, comienza a escribir un blog anónimo para desahogar sus emociones y decir la verdad de lo que realmente es ser adolescente con fluidez de género. El blog empieza a generar ruido en su escuela y en todo el condado, y cuando su nombre sale a la luz será el momento en que deberá tomar una decisión: mostrarse al mundo tal cual es y con eso asumir un rol de víctima o de líder.

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George, de Alex Gino (2016, Nube de Tinta)

George, de Alex Gino (2016,
George, de Alex Gino (2016, Nube de Tinta)

Esta novela sobre infancia trans está pensada para chicos pero desde su publicación se convirtió en referente de lectura para adultos y docentes por la claridad con la que expone el proceso de búsqueda y aceptación hacia los niños que manifiestan disconformidad con el género que les fue asignado al nacer.

"Cuando la gente ve a George, cree que es un niño. Pero ella sabe que no es verdad. George sabe que es una niña", dice la contratapa, que sintetiza uno de los reclamos que están presentes en la mayoría de las historias reales de niñeces trans. 

Escrita por Alex Gino, la novela narra el derrotero de una niña transgénero de 10 años que lucha por la aceptación entre sus amigos y familiares mientras se enfrenta a los matones de la escuela. George, que en secreto se cambió el nombre a Melissa, desea interpretar a Charlotte en la puesta teatral de cuarto grado de la escuela a la que asiste pero la maestra le niega el papel por ser un varón.

Desde su publicación en 2015, en Estados Unidos, la obra tuvo críticas positivas de muchos medios de comunicación, incluido el Times, pero también tuvo sus detractores, incluso el libro apareció en la lista de los 10 libros más cuestionados de la American Library Association en 2016 y 2017.

Como activista transgénero, el autor, él mismo alguien que descubrió de niño quién quería ser en la vida, vio que los personajes trans lentamente empezaban a aparecer en la literatura, pero que aún, en 2003 cuando empezó a escribir la novela, no existían libros destinados al público infantil. Si bien actualmente y por las críticas recibidas, el libro en su edición argentina se recomienda para niños mayores de 12 años, el autor lo concibió como un texto para niños de 8 a 12. La novela tiene los ingredientes que pueden identificar a cualquier niño: desde las obras de teatro escolares hasta los matones de la escuela y una relación de profunda amistad, de esas que solo ocurren en la infancia, como la que se da entre George devenido Melissa y su mejor amiga Kelly. Pero quizás lo potente de la novela es que lleva al lector a empatizar con el aislamiento de Melissa y sentir en carne propia sus sentimientos de impotencia por no ser vista por la chica que es.

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Doble bonus track

Para quien no se siente cómodo con el género LIJ, cabe recordar que hace más de cien años, Virginia Woolf ya había planteado la cuestión en una de sus más afamadas novelas, llevada al cine en 1993 con Tilda Swinton como protagonista. Orlando, una biografía, una parodia del género biográfico, narra la vida de un joven aristócrata inglés, que viaja por el mundo durante 300 años (nace en 1588, en época de la reina Isabelina, y muere pasada la primera guerra mundial, en 1928) para convertirse en escritor, y en el proceso se transforma en mujer. Además el personaje no envejece, sino que modificará su aspecto hasta la edad de 36 años.

Entre su androginia y su longevidad, entre los viajes por el mundo y la vuelta a su país, esta es una historia de exploración, de descubrimiento de la amplitud del mundo y sus oportunidades. De la labor del escritor como testigo y como formador de conciencia, de la naturaleza y de la sociedad, del cambio externo y de la inmutabilidad del alma. Y de una pregunta que todavía sigue vigente: ¿todo tiempo pasado fue mejor?

Orlando, una biografía, de Virginia
Orlando, una biografía, de Virginia Woolf

Como si estuviera destinada a retomar el hilo de tiempo, una obra reciente, En el cuarto oscuro, escrita por la periodista estadounidense Susan Faludi en 2016, (Anagrama, 2018), vuelve a tocar el tema de la identidad, los viajes, las guerras, las religiones y las sociedades, a partir de los efectos que provocará en su padre la Segunda Guerra mundial.

Dice la contratapa: "es un libro potente y minucioso sobre la problemática de la identidad, por un lado la de sexo y género y por otro la nacional: en este caso, la de una Hungría que aún se debate entre la modernización y las poderosas fuerzas del resentimiento que se niegan a olvidar las derrotas de hace cien años (el tratado de Trianón) y siguen buscando culpables 'foráneos' (los judíos) de sus fracasos".

En el cuarto oscuro, de
En el cuarto oscuro, de Susan Faludi

Todo este análisis, mezclado con sus preguntas y sus emociones, la autora los refleja en una reveladora memoir sobre la relación con su padre y un momento de reencuentro después de 25 años de no verse. Cuando en 2004 fue a Hungría para visitarlo y buscar recomponer la relación, se encontró con que su padre a sus más de setenta años, era una mujer. Steven, ahora Stefanie, había ido a Tailandia, había pasado por el quirófano y había cambiado de sexo. Allí, quien había sido un fotógrafo estrella en Estados Unidos antes de su divorcio de la madre de Susan y su posterior retorno a su tierra natal, le pide que escriba su vida. El resultado es esta novela compleja, de aristas profundas y filosóficas acerca de la identidad.

 

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