Eduard Limónov es un escritor ruso, dueño de una vida intensa y cuya historia se hizo internacionalmente conocida a partir de una novela que lleva su nombre y que escribió, en su particular registro, el francés Emmanuel Carrère. El excéntrico Limónov iba a ser junto con la poeta canadiense Anne Carson una de las grandes estrellas de la próxima edición del FILBA -que se desarrollará del 10 al 14 de octubre- pero finalmente no será de la partida por un tema vinculado a su salud.
La organización del festival comunicó la noticia, aunque salvo el anuncio de la cancelación del viaje no recibieron demasiados detalles del mal que aqueja por estos días al escritor. "Dolor de cabeza y dificultades para hablar", así definen los síntomas de la enfermedad que deja a Limónov sin venir a la Argentina. El mismo escritor asegura que siempre gozó de una "salud excelente" y que lo que le pasa ahora "debe tener que ver con la edad". Limónov tiene 75 agitados e intensos años.
La visita de Limónov, una suerte de punk residual, había despertado muchas expectativas. Pese a que es autor de una obra de más de 50 libros, solo dos de ellos fueron traducidos al español. Personaje polémico y extravagante, referente del bolcheviquismo y nacionalista a ultranza, el ruso es a la vez una figura política opositora al presidente Vladimir Putin. Entusiasmado por venir, él mismo les había pedido a los organizadores que le armaran una agenda que fuera más allá del festival y contemplara visitas a lugares emblemáticos de la historia política argentina o espacios como el Museo Evita, ya que quería conocer nuestra historia de primera mano. Estaba particularmente interesado en la historia del peronismo. También había pedido que le contrataran a un guardaespaldas: nada que sorprenda a quienes siguen habitualmente el rumbo de las noticias vinculadas a Rusia.
Eduard Limónov nació en Dzerzhinsk en 1943 y sus primeros éxitos fueron como poeta underground en Moscú, para luego vivir en la indigencia y el olvido de la emigración soviética en Nueva York. El libro que escribió relatando estas experiencias de la mayor decadencia lo convirtió de nuevo en una celebridad.
Tras la caída del muro, volvió a Rusia para meterse a fondo en política: fundó el Partido Nacional Bolchevique. Fue preso por organizar protestas pacíficas y organizadas (algo por lo que sigue peleando en su país). Finalmente el partido se disolvió en 2010 dando paso a uno nuevo, Otra Rusia, producto de la unión con el ex campeón mundial de ajedrez Gary Kasparov. Hoy su objetivo está puesto, asegura, en defender el derecho a la reunión pacífica y en protestar contra una ley que limita el derecho a eventos únicamente aprobados con anterioridad por las autoridades locales.
Pese a la decepción por la ausencia de Limonov (que se suma a la cancelación de la visita del pianista británico James Rhodes), el FILBA sigue adelante con la organización de su festival, que en su décima edición logrará reunir a figuras de la cultura local (algunos de ellos residentes en el extranjero como Samanta Schweblin, quien llega para presentar su nueva novela Kentukis) con grandes nombres internacionales como el de la ensayista, traductora y poeta canadiense Anne Carson, la escritora francesa Catherine Millet, el escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya, el boliviano Edmundo Paz Soldán, el narrador, poeta y traductor nacido en Egipto pero de nacionalidad ítalomexicana Fabio Morábito, la cineasta y escritora francesa Valérie Mréjen, la colombiana Carolina Sanín, el escocés Irvine Welsh (Trainspotting) y el poeta chileno Raúl Zurita.
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