El legado periodístico de Otavio Frias Filho, el gran director que tuvo Folha de São Paulo

El 21 de agosto, a los 61 años, murió este periodista, abogado y dramaturgo. ¿Quién era y cómo pensaba? En diálogo con Infobae Cultura, lo recuerdan el escritor Bernardo Carvalho y la periodista Sylvia Colombo

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Otavio Frias Filho (Reprodução/Lenise Pinheiro)
Otavio Frias Filho (Reprodução/Lenise Pinheiro)

Cáncer de páncreas, la causa de su muerte. A los 61 años Otavio Frias Filho estaba —como suele decirse— en la flor de la edad. ¿O acaso qué mejor momento para un periodista que ese en donde se conjugan entusiasmo y experiencia? Estaba internado en el Hospital Sirio Libanés de San Pablo, su San Pablo natal, cuando murió.

Fue, hasta su último día, director de Folha de São Paulo, el gran diario de Brasil junto con O Globo. Se lo conoce como el gran modernizador del periodismo. Su mirada pluralista fue un ejemplo para los grandes medios del continente.

(Twitter: José Eustáquio Jr.)
(Twitter: José Eustáquio Jr.)

"Conocí a Otavio cuando fui contratado como periodista de cultura de la Folha, en noviembre de 1986". El que habla es el escritor brasileño Bernardo Carvalho.

"Lo que más me impresionó en esa época —continúa en diálogo con Infobae Cultura— fue su apuesta en la renovación generacional del periodismo, entregando un periódico del porte de Folha, y de mucha resistencia de los mayores, para chicos que acababan de salir de la universidad. Gente que, como yo, tenía alrededor de veinte años. En pocos meses fui enviado para hacer la cobertura del Festival de Cannes y, en menos de un año, fui nombrado editor del suplemento de ensayos del periódico, una publicación con mucho prestigio intelectual, sobre todo en la universidad. En tres años de Folha ya era corresponsal en París. Y eso a los 30 años. Le debo mucho a Otavio, mucho".

(Foto: Lucas Lacaz Ruiz / Futura Press)
(Foto: Lucas Lacaz Ruiz / Futura Press)

El ingreso de Frias Filho al mundo del periodismo formal se dio en 1975, cuando entró al Folha de São Paulo. Lo había comprado su padre en 1962, el empresario Octavio Frias de Oliveira. Empezó de a poco, como asistente del entonces director de redacción Cláudio Abramo, hasta que supo aportar su impronta, su toque juvenil, su frescura.

Por esos tiempos, años ochenta, Brasil estaba mutando: la dictadura militar, que comenzó tras el golpe de Estado de 1964, no daba para más. Movilizaciones en las calles de diferentes ciudades exigían elecciones democráticas. Fue en 1984 cuando nació la campaña Directas Ya que reivindicaba el derecho a elegir al presidente por voto directo de los electores y no por un Colegio Electoral como sucedía entonces. Otavio Frias Filho fue su más férreo promotor aportándole, además, un punto de vista pluralista al diario. Así surgió el Projecto Folha, una suerte de manifiesto periodístico definido por una cobertura de noticias crítica, imparcial y múltiple.

Hasta que llegó a ser el director del diario. Aunque para ese entonces ya contaba con otras etiquetas relevantes que lo definían: abogado, periodista, escritor, dramaturgo.

"Era un hombre muy culto y muy inteligente —recuerda Bernardo Carvalho—, dividido entre el periodismo y el deseo de una carrera más libre, más artística, en el teatro, como dramaturgo. Supongo que esta división ha sido a la vez muy dura y muy rica para él. Al final de cuentas consiguió encontrar un lugar entre el teatro y el periodismo, que tenía su originalidad. Sus ensayos son verdaderas obras maestras. Tengo gran admiración por él y por lo que hizo".

(Twitter: José Eustáquio Jr.)
(Twitter: José Eustáquio Jr.)

Quien también lo conoció mucho fue Sylvia Colombo, hoy corresponsal del diario en Argentina. Hace 25 años que trabaja para Folha, durante mucho tiempo como jefa del área de Cultura. Ahora, mientras habla con Infobae Cultura, está en San Pablo. Viajó para el funeral. "Es un diario familiar en el fondo, todos le teníamos mucho aprecio a Otavio", dice del otro lado del teléfono.

"Él empezó en Folha con una idea muy ambiciosa de cambiar el periodismo que se hacía en Brasil. Tuvo la iniciativa de que fuera un poco más profesional, abandonando el lado más bohemio y esas prácticas arrogantes del periodismo. Implementó metas para cada sección, números, tipo de lectores, encuestas, cosas específicas para comprender al público, saber si lo estábamos atendiendo bien. Un periodismo que pudiera iluminar al lector para que pueda tomar una posición acerca de un tema", agrega.

"No un periodismo que impone, y sé que existe mucho en Argentina. El periodismo militante, el de apoyo a un gobierno, siempre lo molestó muchísimo. Lo que buscaba era un periodismo que mostrara las contradicciones del mundo", dice y luego pone un ejemplo: "El diario estaba a favor de la legalización del aborto, pero en las notas siempre trataba de que los que estaban en contra sean escuchados. Que el periodismo mostrara los dos lados".

En el cementerio de São Paulo durante la ceremonia, algunas personas pronunciaron breves discursos de despedida. Y fuertes aplausos sentidos. Asistieron familiares y amigos, algunos artistas y periodistas, también dirigentes políticos y empresarios.

Sobre el final, dos canciones sonaron: "Losing my religion" y "Man on the moon" de R.E.M. ¿Un pedido especial antes de morir? Quizás. Lo cierto es que se fue así, con buenas baladas rockeras de fondo. "La vida es más grande / es más grande que tú", canta Michael Stipe  el líder de la hoy extinta banda estadounidense.

Baladas rockeras y optimistas para despedir al hombre que modernizó el periodismo en Brasil.

 

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