Por primera vez una mujer dirigirá The Clinic, el irreverente semanario chileno

La periodista Lorena Penjean sucede al escritor y periodista Patricio Fernández. "Siempre hemos promovido el respeto a los derechos humanos, pero nos quedamos atrasados en reconocer que el respeto a la dignidad de la mujer y todos los géneros es también un principio universal básico", dice en una carta a los lectores la nueva editora de la revista

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Los tiempos cambian y las sociedades modifican sus hábitos en función de estos cambios. La llamada Revolución de las mujeres también está llegando a Chile y con ella, el modo de ver las cosas y de hacerlas. La reconocida publicación satírica chilena The Clinic, símbolo de desparpajo, polémica y humor político y social en toda América latina, será dirigida a partir de ahora por la periodista Lorena Penjean. Por primera vez en sus 20 años de existencia, una mujer estará a cargo de la redacción del semanario.

Lorena Penjean, nueva directora de
Lorena Penjean, nueva directora de The Clinic

La revista, que nació en noviembre de 1998, fue creada por el periodista y escritor Patricio Fernández, quien era actualmente su director. El nombre del semanario tiene su origen en el nombre de la clínica The London Clinic —que lleva el nombre The Clinic en su fachada— donde estuvo internado Augusto Pinochet en el inicio de su arresto en Londres, sucedido entre 1998 y 2000. Popular y polémico, el semanario llegó a convertirse en el más vendido de su país y en 2011 se creó el portal The Clinic Online.

En la carta a los lectores publicada por su nueva directora, entre otras cosas Penjean escribe: "Siempre hemos promovido el respeto a los derechos humanos, pero nos quedamos atrasados en reconocer que el respeto a la dignidad de la mujer y todos los géneros es también un principio universal básico. Nos comprometemos con sus luchas y el derecho a decidir sobre sus vidas".

Patricio Fernández, fundador y ex
Patricio Fernández, fundador y ex director del muchas veces polémico semanario

Aquí, la carta completa de la nueva directora:

Como la primera directora de The Clinic, me gustaría partir diciendo que estamos en un mundo distinto; los paradigmas, hoy, son otros. Y estamos felices por eso, expectantes de los cambios en pro de las mujeres y por lo tanto, cómo no, de los hombres. Y también de las minorías, de los sin voz, de los excluidos.

Las estudiantes universitarias que marcharon en favor de la igualdad, el respeto por las mujeres, la condena cerrada al machismo y sus conductas inaceptables han remecido las conciencias en Chile. No sólo lo reconocemos, sino que lo celebramos.

Es importante hacer notar que estos cambios necesarios no van a realizarse en la profundidad que merecen sin que haya previamente un reconocimiento de los errores que hemos cometido en el pasado.

The Clinic quiere sumarse a ese cambio. Siempre hemos promovido el respeto a los derechos humanos, pero nos quedamos atrasados en reconocer que el respeto a la dignidad de la mujer y todos los géneros es también un principio universal básico. Nos comprometemos con sus luchas y el derecho a decidir sobre sus vidas.

Soñamos con un Clinic que abraza la diferencia, un Clinic con muchas voces hablando muchos idiomas. Un Clinic con más preguntas que certezas.

El Clinic es libertario, no tenemos prejuicios, somos curiosos y desfachatados. Proponemos un Clinic para hoy y para mañana, tan creativo e ingenioso como siempre ha sido, con una mirada amplia y de acuerdo a los tiempos en que asumo esta dirección.

Aprovecho esta, mi primera intervención para agradecer a todos los que pasaron por acá un durante estos casi 20 años. Con aciertos y errores, hoy no estaríamos acá sin su trabajo comprometido, profesional y que siempre procuró hacerse cargo de los temas que muchos quisieron callar. Mi reconocimiento especial a Guillermo Hidalgo, mi amigo, mi mentor, que hace 9 años partió de este mundo. También a Patricio Fernández, compañero de fechorías que hoy me entrega un medio que tuvo la valentía de fundar cuando en Chile todavía hablábamos del duopolio de la prensa, Pinochet estaba vivo, no existía ley de divorcio y recién se terminaba la odiosa ley que hablaba de hijos ilegítimos.

Es un Clinic lindo este que proponemos. Independiente, creativo, ingenioso e idealista, amigo de lo distinto y lo incorrecto, un Clinic atento a las jugadas del poder, incisivo y fiscalizador… A nuestra manera.

Calle, rock y chispeza. Esa es nuestra invitación.

Atenti: este es sólo el primer cambio. De la mano de un equipo joven y audaz, esperamos sorprenderlos pronto con otros.

Juzgue usted

 

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