La música está en todos lados. Nos acompaña en el hogar, en el trabajo y también durante los viajes. Es que las nuevas tecnologías generaron una nueva manera de consumir los diferentes bienes culturales y la música, por sus propias características, es la más sencilla de convertirse en una compañera, casi full time. Y así lo indican los últimos estudios, como la Encuesta Nacional de Consumos Culturales 2017.
En ese sentido, escuchar música dejó de ser un evento que se produce a partir de un objeto estático, para estar en constante movimiento tal como permite internet. Así, existe un marcado crecimiento de la escucha de música online: mientras en 2013 sólo un 16% solía hacerlo frecuentemente, hoy lo hace el 44% de los argentinos.
De hecho, la música está tan enraizada en nuestra sociedad que solamente un 2% de la población no desarrolló nunca esta costumbre.
Por supuesto, el desarrollo tecnológico generó que también varíen los dispositivos de "soporte". El mp3, por ejemplo, dejó hace tiempo de ser el formato más elegido, ya para 2017 apenas el 7,2% de la población lo utilizó para oír alguna de sus canciones favoritas, ya que el celular pasó a ser el aparato más utilizado (56%).
Es que el smartphone sobre todo adquirió tantos usos que solo pensarlo como un instrumento para hablar "por teléfono" parece un mandato decimonónico. Fotos, videos, agenda. Los teléfonos inteligentes son casi un apéndice de las personas y por eso resultó natural que se convirtiera en el principal soporte de escucha, gracias a su comodidad, portabilidad y capacidad de almacenar grandes volúmenes de información.
Si bien este es un hábito extendido en casi todas las edades, escuchar música, y en particular mediante el celular, está mucho más común entre los jóvenes. De acuerdo a la Encuesta Nacional de Consumos Culturales, los argentinos escuchamos un promedio de alrededor 2 horas y 45 minutos por día, siendo el rock nacional, la cumbia y la música romántica los géneros más elegidos.
Las nuevas conductas también revelan que los argentinos se vuelcan cada vez más por la música online, que por sobre el download (bajar música). Mientras en 2013 el 36% prefería bajar temas, en el 2017 la cifra descendió al 26% y, a su vez, sucedió a la inversa en el consumo online: pasó del 16,1% al 44,4%. A pesar de la gran cantidad de oferta de música en streaming, la plataforma de videos YouTube (47,5%) resulta la más elegida, dejando a Spotify en un segundo -y lejano- lugar (13%).
Generación Streaming
Esta nueva de consumir música dio inicio a una generación que tiene a internet como su principal aliada, revela un relevamiento realizado por Ignis Media Agency. El 55% de este grupo accede a internet a través de su smartphone, mientras que el 27% solo lo hace mediante un teléfono inteligente.
Si bien son afines a la radio también prefieren sus dispositivos celulares para acceder a ella y algo similar sucede con el consumo de videos: 1 de cada 3 vio videos musicales online, pero la mayoría lo hizo a través de su smartphone.
Otras características de esta generación es que suelen subir videos a internet y videoclips para compartirlos, son activos usuarios de redes sociales, consultan internet para tareas/ trabajos como también son afines a descargar apps para entretenimiento (juegos, libros digitales, entre otros).
De la radio a los recitales
Entre 2013 y 2017, de acuerdo al estudio Target Group Index, disminuyó un 9% la proporción de oyentes de radio. Una de las principales razones es la caída de la audiencia joven, de 18 a 24 años, que pasó del 20% al 16%.
Si bien el clásico aparato de radio sigue vigente, los más jóvenes prefieren escucharla a través de internet, mientras que los adultos aún eligen la plataforma anterior. Con respecto a las preferencias, los programas musicales, con el 47% de los radioescuchas, son los más elegidos, mientras que las emisiones informativas comienzan a ganar terreno a partir de
los 34 años.
En cuanto a los recitales, los conciertos en vivo, el mayor cambio se produjo no con respecto al rango etario que asiste a los mismos -la participación juvenil sigue siendo predominante-, sino con respecto a las clases sociales según el ingreso económico. La población de los estratos bajos es la que menos asiste y la que más dejó de ir entre 2013 y 2017. En 2013 un 34% de la población había asistido a algún espectáculo de música en vivo durante el año, mientras que en 2017 esa proporción fue del 22%. Entre las personas que dejaron de asistir, 7 de cada 10 pertenecen a sectores socioeconómicos medios y bajos.
Por otro lado, el 40% de los que asisten a shows musicales utilizan streaming de música, siendo Spotify (20%) la más elegida, mientras que el 38% vio videos online de música/shows/ videoclips. La mayoría a través de su smartphone.
Con respecto a los consumos culturales, lo que se considera "Patrimonio" (Entradas a museos, carnavales, fiestas populares y/o regionales) es donde más dinero se invierte, mientras que la música grabada (abonos, descargas, suscripciones o aplicaciones) está en el segundo lugar. Le siguen los diarios de papel; la TV, películas y series (Netflix, canales premium, On Demand, descargas pagas) y en el quinto puesto, los videojuegos (Compra o descarga).
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