"Sólo quiero oler el aire, escuchar a los pájaros y escuchar reír a Alice", dijo Ella Fitzgerald cuando le pidió a su hijo que la sacaran del hospital en el que estaba internada desde hacía unos años y asumiendo que su vida se apagaba.
Tenía 79 años cuando la muerte le llegó el 15 de junio de 1996 luego de padecer las consecuencias de la diabetes que le quitó las dos piernas y afectó su visión. Había nacido el 25 de abril de 1917 en Newport News, tuvo una infancia tormentosa entre la pobreza y el dolor de la orfandad, pero logró imponerse a los 17 años en un concurso de nuevas voces en el que demostró al mundo para qué había nacido: cantar.
Logró posicionarse en el mundo del Jazz, y de la música de los años 40, no sólo como mujer sino también como afroamericana. Lady Ella es una de las cantantes más influyentes del jazz. Su poderosa voz alcanzaba un rango de tres octavas. Improvisaba, se destacó en el scat, técnica de la que se apropió en la década de 1940. También cantó blues, gospel, samba, bossa nova… Su voz era única y brilló a la par de los más grandes músicos.
Los primeros años
A poco de que Ella Jane llegara al mundo, sus padres William y Temperance (Tempie) se separaron y la mujer decidió partir a Yonkers (Nueva York) donde más tarde se mudó con Joseph Da Silva, su novio. En 1923 nació Frances, medio hermana de Ella. Hasta entonces la vida era humilde, pero buena: Joe se ganaba la vida cavando zanjas y como chófer; y Tempie trabajaba como lavandera y cocinera.
Ella había hecho buenos amigos en el vecindario y pasaban las tardes jugando al béisbol, bailando y cantando. Algunas noches tomaban el tren a Harlem para ver algunos shows en el Teatro Apollo.
En 1932, Tempie sufrió un accidente automovilístico y murió debido a la gravedad de las lesiones. Ella quedó abatida. Vivió un tiempo con su padrastro y luego se mudó a casa de su tía Virginia. La desazón por la muerte de la madre de las niñas se llevó a Joe: sufrió un ataque al corazón y murió.
Las hermanas Fitzgerald habían quedado al cuidado de su tía, pero para Ella la tristeza no calmaba: bajaron sus calificaciones, comenzó a tener problemas de conducta en la escuela y afuera, tanto así que varias veces se enfrentó con la policía y quedó detenida.
La decisión para la problemática quinceañera fue un internado del que escapó cuando dejó de soportar las palizas que le daban quienes debían cuidarla. En la calle se la rebuscó como pudo y sobrevivió.
Nace una estrella
Corría 1934. Su nombre había salido en un sorteo en el teatro Apollo donde una vez semana brindaban la oportunidad a un aspirante de artista de competir en la Amateur Night.
Como Ella tenía buen ritmo se anotó para mostrar sus dotes de bailarina, pero después de ver el show que la precedió desistió de la idea. Lo gracioso de esta anécdota es que la decisión la tomó cuando ya estaba parada en el escenario frente al público. Los murmullos y abucheos no se hicieron esperar mientras la paralizada joven terminaba de delinear en su mente lo que estaba por improvisar.
Sin importarle lo que le gritaban pidió a la banda que tocara Judy, de Hoagy Carmichael, una canción que conocía bien y que era una de las favoritas de su madre. Apenas comenzó a cantarla el silencio se apoderó de la sala. Los alborotadores se calmaron, la disfrutaron y hasta pidieron que cantara otra. El objeto de mis afectos fue la segunda canción de la estrella cuya luz comenzaba a brillar.
“Una vez allí, sentí la aceptación y el amor de mi audiencia. Sabía que quería cantar ante la gente el resto de mi vida”.
De la adolescente tímida a "La Dama del Jazz"
La noche en que Ella cantó porque supo que su baile no sería lo suficientemente bueno había una banda. El saxofonista y arreglista era Benny Carter, quien quedó muy impresionado por el talento innato de la joven. Tal fue el impacto que comenzó a presentarla a todos aquellos que pudieran ayudarla en su carrera y mientras compartían escenario: nacía una amistad que duró toda la vida.
En enero del año siguiente, ya se había presentado y ganado varios concursos de talentos, tuvo la posibilidad de cantar durante una semana en la banda de Tiny Bradshaw en la Ópera de Harlem. Allí conoció al baterista y líder de banda Chick Webb que acababa de contratar a un cantante masculino, pero le ofreció que probara suerte con ellos en el baile en la Universidad de Yale. "Si a los chicos les gusta, te quedas", dijo Webb. Su presentación fue asombrosa y quedó contratada para salir de gira con la banda.
La primera grabación. A mediados de 1936 grabó Love and kisses (para el sello Decca). Era cantante de la banda de Chick y se presentaban en el prestigioso Harlem's Savoy Ballroom. Por esos días ocurrían cambios en su estilo de cantar y comenzaba a jugar de manera extraordinaria con su voz.
"Si no puedes cantarla tienes que balancearla", decía cuando buscaba un nuevo tono. Para entonces el swing, que dominaba la escena, estaba cambiando hacía el bebop. Ella jugaba con el poder de su voz que imitaba distintos instrumentos de aire. Con You have to swing it comenzó a experimentar el scat singing y su habilidad de improvisación y vocalización entusiasmaron al público. Ese fue su sello personal.
Cuando cumplió 21 años, en 1938, una versión lúdica de A-Tisket, A-Tasket vendió 1 millón de copias y se sostuvo en las primeras posiciones durante 17 semanas. Había alcanzado la fama.
Lo que siguió en su carrera fueron más éxitos y el merecido reconocimiento de la comunidad afroamericana que cayó rendida a su talento. Pero en lo personal sufrió otra gran pérdida: el 16 de junio de 1939 murió Chick Webb, su mentor y debió comandar la banda que pasó a llamarse Ella Fitzgerald y su famosa banda.
Dos matrimonios, giras internacionales, fama mundial y discriminación racial
Tras la muerte de Webb, Ella se casó con Benny Kornegay, un trabajador portuario que hacía tiempo la cortejaba, pero cuando supo que tenía antecedentes penales anuló el matrimonio. Volcó su vida de lleno a la música. Pero, las vuelta del amor le fueron impensadas: durante una gira con la banda de Dizzy Gillespie en 1946, se enamoró del bajista Ray Brown con quien se casó y adoptaron un hijo, Ray, Jr.
Durante la gira conoce al productor Norman Granz quien le propone convertirla en una estrella internacional. Ella se unió a la gira de la orquesta Filarmónica, trabajó con el excepcional Louis Armstrong y comenzó a producir la serie de libros de canciones. De 1956 a 1964 grabó covers de Cole Porter, Duke Ellington, Gershwins, Johnny Mercer, Irving Berlin y Rodgers and Hart. Los song books batieron records de venta.
La discriminación en Dallas. Cuando la Filarmónica llegó a ese estado la policía, que conocía la militancia anti racial de Norman, irrumpió en el camarín de la banda y, como estaban jugando a los dados, los apresaron.
Una de las personalidades que salió públicamente a defenderlos fue la consagrada estrella del cine, Marilyn Monroe. "Le debo a Marilyn Monroe una deuda real", había dicho Ella al recordar que gracias a la intervención de la rubia la banda pudo presentarse en Mocambo, un club nocturno muy popular en los años 50. "Llamó personalmente al dueño del lugar y le dijo que si tocábamos allí iría al concierto todas las noches. ¡Y era cierto!", contó. Monroe fue cada una de las noches a aplaudir a su estrella favorita.
Ella, la más premiada
Recibió trece Grammy, la Medalla Nacional de las Artes y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos, entre los más importantes premios a su talento.
Junto a Billie Holiday y Sarah Vaughan se la considera una de las voces más influyentes del Jazz y su talento, prodigioso, la dejó grabada en el corazón de sus seguidores que la lloraron en todo el mundo luego de que las consecuencias de la diabetes la dejaran ciega, sin las dos piernas y sin voz (1993).
"Aquí tenemos a la número uno de 1936… Ella Fitzgerald… la joya de 17 años que canta en el Harlem Savoy Ballroom con la estupenda orquesta de Chick Webb con su gran aptitud natural para el canto… una de la mejores… no hay razón para pensar que no llegue a ser la mejor dentro de un tiempo", escribió el visionario crítico George T. Simon en la revista Metronome apenas arrancado ese año. No se equivocó. Ella cantó hasta que su voz se apagó, bailó hasta que sus piernas pudieron hacerlo. Brilló y sigue brillando.
Los ojos de Ella se apagaron para siempre el 15 de junio de 1996 en el jardín de su mansión de Beverly Hills. Estaba cerca de su hijo Ray Jr. y de su nieta Alice, a quien simplemente quería escucharla reír.
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