Sobre alienígenas ancestrales y estafas: vida y obra del bestseller que busca cambiar la historia de la humanidad

Historiador, ladrón, mentiroso, arqueólogo, confabulador, genio. Muchas son los adjetivos con los que se menciona al suizo Erich von Däniken, aunque algo es seguro: es uno de los escritores más vendidos del planeta desde hace décadas, aún cuando sus libros no aparezcan en las mesas de novedades o sean avalados por ninguna autoridad científica.

Von Däniken es un personaje, al menos, polémico en lo que a su producción ¿literaria? se trata. Su rostro y su obra, desconocida para la gran mayoría, obtuvo cierta grado legitimación gracias al canal History, a través de su programa Alienígenas Ancestrales, que lleva ya casi 10 temporadas.

Nacido el 14 de abril de hace 83 años, el suizo es la voz principal de una nueva camada de autores que basan sus obras en el mundo antiguo con una tesis, hasta el momento, no demostrada fehacientemente que asegura que la civilización, tal como la conocemos, tuvo orígenes extraterrestres.

De estafador a millonario

Algunas personas creen que un hombre no puede cambiar. Si esa fuera una regla aplicable a todos los humanos, Von Däniken es un ladrón, un estafador, un persona que se especializó en el engaño y a partir de eso amasó una fortuna.

Tenía 19 años cuando lo condenaron a cuatro meses de cárcel por un robo menor, por un crimen que sí cometió, aunque no pasó un día encerrado. Errores de juventud, podrán decir. Al poco tiempo dejó los estudios y se sumergió en el mundo hotelero, primero como aprendiz hasta llegar a un importante puesto en un cinco estrellas del país de los 26 cantones.

Mientras tanto, comenzó a escribir en algunos periódicos sobre la teoría -recuperada, no inventada por él, ya que fue planteada por los autores Robert Charroux, Louis Pauwels y Jacques Bergier con anterioridad, aunque con mucho menos efectismo- que lo convertiría en un best-seller y que sostiene que los seres humanos fuimos visitados en el pasado por seres alienígenas, que tuvieron un rol decisivo en el desarrollo de la humanidad y que, entonces, eran vistos como dioses. La teoría conocida como la de los alienígenas ancestrales fue tomando un cariz cada vez más extremos, ya que junto a otros autores asegura que somos un producto de laboratorio de seres más allá de las estrellas, una suerte de creacionismo alienígena.

Durante su etapa hotelera comenzó su carrera en las letras. "Cuando escribí mi primer libro, Recuerdos del futuro (1968), no era un escritor profesional. Al principio, no podía encontrar un editor, envié mi manuscrito a veinte editoriales diferentes en los países de lengua germana, que lo rechazaron y me lo devolvieron con el usual blah blah blah, nosotros no publicamos este tipo de material. Finalmente, Econ-Verlag, de Düsseldorf, Alemania, se atrevió a hacerlo y durante dos meses fue número uno en ventas en Austria, Alemania y Suiza. Al principio fue bastante difícil, pero al final funcionó. Después del éxito de ventas abandoné mi carrera en la hotelería y me dediqué en exclusiva a la investigación", explicó en una entrevista.

Sin embargo, la felicidad del éxito duró poco. En noviembre de 1968 fue arrestado, esta vez por fraude, falsificación de documentos hoteleros y falsas referencias de crédito, para obtener préstamos​ por valor de USD 130 mil durante un período de doce años. El fallo tardó dos años, en su defensa esgrimió que las entidades crediticias habían sido "negligentes al no investigar sus referencias". De los tres años de condena, cumplió uno, en el que escribió su segundo libro –Regreso a las estrellas– para luego pagar las deudas y gastos del juicio con lo recaudado por su primer best seller.

La teoría de los Antiguos Astronautas

Las tesis de Von Däniken fueron rápidamente desacreditadas por científicos y arqueólogos. Sus libros, considerados pseudociencia o pseudohistoria, entre otros, ridiculizados, así como a aquellos que eligen creer en su versión de los hechos. La respuesta de Von Däniken -y otros autores- fue sencilla y, a la vez, no del todo equivocada: la ciencia está en lo correcto hasta que algo le demuestra que estaba equivocada, por lo tanto la ciencia siempre puede ser falsa, aunque en este momento no pueda demostrar lo contrario.

En una nota con la publicación germana Stern, explicó: "Debemos diferenciar entre dos cosas: una, los hechos concretos, elementos que aparecen y que podemos fotografiar; y otras son todos los Libros Sagrados, que recopilan la mitología de la humanidad. Sobre los hechos concretos, estoy completamente seguro que muy por debajo de la Gran Pirámide de Egipto, hay todavía cámaras y en estas salas encontraremos literatura de tiempos antiguos, eso por un lado. Tenemos en Perú la llanura de Nazca, que es uno de los misterios sin resolver de la ciencia. Por supuesto que conozco lo que dice la arqueología tradicional sobre cultos religiosos, pero eso no es suficiente, Nazca sigue siendo un misterio".

Para la construcción de su teoría, el suizo comenzó a recorrer los maravillas antiguas, indagar en su historia e hipotetizar sobre cuestiones que, hasta ese momento, estaban aisladas, unificando la cultura Maya, a través del Popol Vuh, con la biblia cristiana, o con el texto épico-mitológico de la India, Mahabharata, por nombrar algunos.

Estas teorías lo llevaron a convertirse en un autor de culto para muchos, un charlatán para otros. Sus casi 30 publicaciones vendieron más de 65 millones de ejemplares y fueron traducidos a más de 30 idiomas.

La manera de unificar estas culturas fue a partir de la comparación de ejemplos puntuales, como la similitud de ciertas edificaciones o cómo las culturas antiguas compartían características en lo que hace a su mitología, que incluía en la mayoría de los casos, seres celestiales que llegaban a la Tierra con el fin de educar, de formar a las primeras civilizaciones.

"En la religión tradicional un ángel baja del cielo, tiene alas, los ángeles tiene un halo alrededor de su cabeza, a veces portan un arma, por ejemplo el arcángel San Miguel lleva una espada… ahora olvidas la palabra ángel y la sustituyes por la de extraterrestre. Haciendo esto cambias el texto completo. Si lees en el Antiguo Testamento que algunos humanos, por ejemplo Abraham o Enoc, fueron arrebatados de la tierra y llevados arriba en los cielos, ese arriba en los cielos en la tradición religiosa quiere decir que Dios se los ha llevado, pero en los textos antiguos estos humanos son traídos de vuelta de nuevo a la tierra, así que no han estado realmente en un cielo en el concepto religioso, sino en un cielo como una nave espacial. Así se cambia hacia una nueva visión, se cambia el punto de vista tradicional y se transforma el concepto de todo el texto", sostiene.

Y suma: "En la antigua India, tenemos otro testigo visual, su nombre era Arjuva, él estuvo allá arriba; en los textos apócrifos no incluidos en el texto canónico de la Biblia, o en la epopeya sumeria de Gilgamesh, se explica cómo Gilgamesh es llevado sobre la tierra también. Así que tenemos muchos informes de testigos visuales de hace miles de años, muchos de nuestros antepasados fueron abducidos a una nave nodriza, tuvieron la oportunidad de mirar abajo y regresaron a la tierra".

Las evidencias refutadas

Una de las "pruebas" más conocidas de Von Däniken puede encontrarse en Palenque, México. Bajo el Templo de las Inscripciones o Casa de las Nueve Lanzas Afiladas de la civilización Maya yace una una lápida de 3,8 metros de largo y 2,20 de ancho, de siete toneladas. "En ella hay un hombre inclinándose hacia adelante, casi como un piloto de motociclismo, que lleva como una máscara de oxígeno en su nariz y usa ambas manos para manipular algún tipo de control. Está sentado como en una especie de cápsula y fuera de la misma hay como un fluido que se filtra. Todo esto es muy expresivo visualmente y, por supuesto, de nuevo la arqueología tiene una explicación alternativa".

Por explicación alternativa, Von Däniken rechaza la interpretación de la lectura de los relieves alusivos a la genealogía real de Pakal -la lápida es la tapa del sarcófago de este gobernante del periodo Clásico tardío (603 d. C. – 683 d. C.)-, como también las explicaciones con las relacionan con los mitos creacionales de la cultura Maya.

Con su publicación de 1972, El oro de los dioses, los fantasmas del pasado -sobre todo las acusaciones- volvieron a asociarse a su persona. Otra vez lo acusan de estafador, no por su teoría, sino por diferentes eventos que narra en la obra.

El libro está compuesto por sus experiencias en diferentes viajes que van desde Brasil, Perú y México hasta Egipto, China o la Polinesia. En una de aquellas expediciones, Von Däniken asegura haber conocido una serie de túneles artificiales en el interior de la ecuatoriana Cueva de los Tayos, ubicada en la zona conocida como Cordillera del Cóndor.

Allí, escribe, pudo observar extrañas estatuas de oro y hasta una biblioteca realizada a partir de tablillas de metal. Estas dos, dice, eran evidencia de que allí hubo en un tiempo remoto visitantes o pobladores con una tecnología tan avanzada, que solo podrían venir del espacio.

El arqueólogo Juan Móricz, quien llevó al suizo hasta el acceso a la cueva, comentó en una entrevista con la alemana Der Spiegel que si bien los túneles existen, el suizo jamás tuvo acceso a ellos, ni mucho menos a la biblioteca ni las estatuas de oro y que todo lo escrito en su libro proviene de diálogos.

Para acceder a los túneles -que atrae a cientos de investigadores cada año, entre ellos la del astronauta Neil Armstrong en 1976- se debe descender haciendo rappel 87 metros a través de un primer nivel y otros 25 hasta la entrada. La cueva tomó notoriedad cuando en la década del '40, al padre salesiano italiano Carlos Crespi Croci aseguró haber adquirido de los indios Shuar algunos de los objetos que supuestamente sacaron de la cueva.

En 1978, finalmente Von Däniken, tuvo que aceptar a Playboy que nunca había estado en la parte de la cueva que se ilustra en su libro, solo en una sala lateral, y que había inventado todo el descenso para darle un tono más dramático a la historia.

A mediados de los '80, sacó su libro más autocrítico ¿En que me he equivocado?, en el que repasa algunos de los errores interpretativos que realizó en el pasado: "En muchos detalles estaba equivocado, pero es algo normal en la ciencia. Cuando investigas muchas cosas, más tarde aprendes que tu interpretación puede ser incorrecta, así que debes admitir que en algunos casos estabas equivocado, pero no en lo más importante. Lo principal es que los extraterrestres estuvieron aquí hace miles de años, ellos crearon la inteligencia humana a través de manipulación genética y ayudaron a nuestros antepasados con cierta tecnología".

Las críticas y el descrédito nunca mermaron su increíble capacidad para unir puntos donde otros solo ven inconexiones, incluso cuando recibió en 1991 el premio Ig Nobel, una parodia del Premio Nobel que se entregan cada año por los logros de diez grupos de científicos que "primero hacen reír a la gente, y luego la hacen pensar". En su caso, lo recibió en la categoría literatura por su libro Recuerdos del futuro.

Sobre la cultura pop y un parque temático 

Nadie le da crédito, pero si bien reniega un poco de eso, asegura que en el fondo no le importa. "Innumerables productores de cine y televisión, guionistas, periodistas, y otros tantos, tomaron material de mis libros. Creo que está bien, es la manera en la que se trabaja en sociedad, no importa. Pero por supuesto no me alegra que roben cosas de mis libros y que ni siquiera citen mi nombre, pues es normal en la sociedad que las cosas crezcan, crezcan y crezcan".

Más allá del programa Alienígenas Ancestrales, las teorías del autor pueden observarse en algunas series de ciencia ficción como en la primera Battlestar Galáctica, la película Stargate y su adaptación a la pantalla chica, en como los depredadores enseñaron a los humanos a construir en el film Alien vs. Predator y hasta en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, de Steven Spielberg, como en el exitosísimo video juego Halo, por nombrar algunas referencias.

En mayo de 2003 abrió su propio parque temático en Interlaken, una pequeña ciudad del país helvético, al que Antoine Wasserfallen, de la Academia Suiza de Ciencias Técnicas, lo definió como un "Chernobil cultural".

El Jungfrau Park, que consta de 7 pabellones que exploran cada uno los grandes "misterios" del mundo, cerró sus puertas en 2006 por la baja cantidad de visitantes, aunque reabrió tres años después, solo durante la temporada de verano.

En diferentes entrevista, el suizo considera que los extraterrestres "no viven entre las personas", aunque, como los mesías, regresarán para terminar su obra: "Los extraterrestres saben de nosotros porque somos parte de su ADN. La Biblia habla de las hijas de hombres que tienen encuentros íntimos con estos visitantes, y muchos mitos y leyendas en todo el mundo repiten la misma historia. Estas historias dicen siempre que los extraterrestres volverán a nosotros".

Será cuestión de esperar.

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