El ingreso al museo CCK de Buenos Aires, Argentina, fue similar al de algunas embajadas, diferentes hileras, controles y la espera por un encuentro, único. En el séptimo piso, en un escenario al estilo Twin Peaks, la película de David Lynch, Patti Smith se paró frente al micrófono, relajada, casual, caminando entre preguntas, mirando a los ojos.
En la sala, donde se desarrolla la muestra Les Visitants, de la que ella participa con una serie de fotografías en Polaroid, con la curación de Guillermo Kuitca, recibió a la prensa sin distinción de medios, sin escenario ni panópticos que separasen a la artista de los periodistas, quienes se congregaron a su alrededor, sentados en el piso, como en una ceremonia misteriosa, en que la voz, la palabra, su palabra, eran el verdadero centro de la escena.
"Pueden preguntarme lo que quieran", dijo, "yo no evado las respuestas". Y así fue. Rápidamente ingresó en la agenda argentina, cuando se refirió la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, que busca la creación de una ley que aún debe pasar por ambas cámaras.
"Siempre es un tema muy difícil y muy doloroso, pero ya en los '50 y los '60, cuando yo crecí, había mujeres que morían por abortos ilegales, me pasó con varias amigas. Es un tema personal y cada una tiene que hacer lo que le parece correcto para ellas. Creo que es más importante salvar la vida de las mujeres jóvenes, o de cualquier persona que tome este tipo decisión, que basar la decisión en cualquier tipo de ideología".
"Tenemos que escuchar a nuestras mujeres y estar atentos a sus necesidades, porque en realidad no hay una respuesta correcta. Si te realizas un aborto vas a pensar en eso por el resto de tu vida y si no lo haces también va a haber muchas consecuencias, situaciones en la vida que van a ser muy difíciles".
"No hay una manera fácil de resolver la cuestión, pero me parece que lo importante es salvar y proteger la vida de estas jóvenes".
"Las mujeres deben tener la fuerza para luchar por el espacio que necesitan y los hombres deben tener la fuerza para ceder ese espacio. Se necesita fuerza para pedir y también se necesita fuerza para ceder, así que depende de los dos géneros. Podemos crear un mundo muchísimo mejor si nos comunicamos entre nosotros. Sí sólo protestamos, no va a pasar nada, en ese sentido la comunicación es esencial. Podemos ser buenas personas, espirituales o religiosas, pero a veces tenemos que tomar decisiones difíciles, y eso no nos hace mala personas. Tomamos decisiones, por más difíciles que sean, y avanzamos", agregó.
“Tenemos que escuchar a nuestras mujeres y estar atentos a sus necesidades”
Luego se refirió a las denuncias por abuso sexual contra las mujeres, que surgieron en los últimos meses con mayor fuerza, a partir del caso del productor de cine Harvey Weinstein. Rápidamente aclaró que no se trata de "un tema feminista", sino de una lucha que comprende a todas las personas.
"El abuso de mujeres no es un tema feminista, es un tema que nos tiene que interesar a todos los humanos. Hasta que no entendamos que este tema es la responsabilidad de los dos géneros, no vamos a progresar. Tiene que ser un diálogo entre los dos géneros, ambos tienen que saber que es lo mejor para el otro".
Con respecto a la escena del rock y la relación de muchos músicos con las groupies, las fanáticas seguidoras de una banda, explicó: "No podemos retroceder y cambiar la cultura como era en los '50 o los '60, o en el siglo 18. Lo que podemos hacer es avanzar y aprender de nuestros errores y evolucionar como seres humanos".
“El abuso de mujeres no es un tema feminista, es un tema que nos tiene que interesar a todos los humanos”
"Nunca estuve interesada en la mitología que hay alrededor del mundo del rock sobre el sexo y las drogas. Sí tuve sexo, sí consumí algo de marihuana, pero no era mi principal preocupación. Mi principales preocupaciones están relacionadas a la poesía, a la revolución, a crear un espacio para nuevas bandas, para los jóvenes: ayudar al cambio".
"Nadie puede tener una excusa para forzar a otro ser humano a hacer algo, para ser cruel, para tomar ventaja de otra persona. Esto es un tema humanista. No importa si sos una estrella de rock, un hombre de negocios o un granjero, todos tenemos que tratar con respeto al otro".
Luego, guitarra en mano, pidió disculpas por su falta de virtuosidad al tocar, aunque eso demasiado no importó cuando de su mano salieron los primeros acordes de My Blakean Year, una canción homenaje al poeta William Blake, del álbum Trampin'.
Recordó también "los primeros poemas" a los que tuvo acceso, "sobre duendes y hadas", aunque admitió que el gran cambio se produjo cuando leyó por primera vez a Arthur Rimbaud y William Blake: "Estaba cautivada por ese lenguaje que no entendía. Parecía tan mágico y si bien no llegaba a comprender muchas cosas, simplemente me transportó".
“No podemos hacer las cosas por fama o por dinero, si eso llega, genial, pero nuestra motivación debe ser hacer algo grandioso como artistas”
Sobre el final del encuentro, expresó su preocupación por la falta de control en las ventas de armas en Estados Unidos, y recordó la masacre recientemente sucedida en el instituto de Parkland, en Florida.
"Es un tema que me preocupa mucho. Mi país es muy laxo con respecto al acceso de armas por parte de los ciudadanos. Se venden armas, rifles y hace poco fueron asesinados 17 estudiantes y 3 profesores. Una y otra vez tratamos de crear una legislación para el control de armas, pero tanto del poderoso partido republicano como la NRA (Asociación Nacional del Rifle) nos silencian".
En ese sentido, aseguró que el cambio no va a producirse por los canales políticos, sino que depende de las nuevas generaciones: "En mi país, la mayor fuerza no es el partido demócrata, ni tampoco los políticos, sino que es la juventud. Los estudiantes se están levantando en todo el país, ellos van a hacer que se produzca el cambio. Lo que los presidentes no pueden hacer, lo harán ellos. Y créanme cuando digo que a pesar de ser una democracia, en EEUU es muy difícil pensar en un cambio. Y cuando veo eso (a los jóvenes), me parece lo más hermoso".
"Lo mismo sucede con los temas ambientales. El mundo está siendo destrozado por las corporaciones, las empresas de combustible. Estamos dejando que destruyan nuestro medio ambiente y necesitamos voces jóvenes para que se paren y se unan de manera global, a través de la ideología y la tecnología. Mi hija es una activista y ella ya hizo más por este planeta, que yo en toda mi vida. Por eso, hay que apoyar a la juventud, ellos tienen en sus manos la posibilidad de producir el cambio".
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