Se sabe que el melómano es un animal de costumbres. Cada vez que viaja a una ciudad, averigua en dónde puede abastecerse de discos y, mientras más raros, mejor. Gracias al auge del vinilo, las disquerías en todo el mundo están atravesando un nuevo renacimiento, pero hay un lugar en donde están volviendo a vivir su Edad de Oro, la ciudad de Nueva York.
A continuación, seleccionamos algunas tiendas de discos a las que cualquier amante de la música debe ir cuando visita la Gran Manzana. Un consejo fundamental: ir con tiempo, armarse de paciencia y llevar la tarjeta de crédito con mucho límite disponible.
1. Rough Trade NYC
Posiblemente la filial neoyorquina de la disquería británica Rough Trade sea la meca del coleccionismo discográfico de la Costa Este de los Estados Unidos. Ubicada en el barrio hipster de Williamsburg, en Brooklyn, allí las horas pasan volando. Hay tanto para ver que instalaron un bar con Wi-Fi dentro del local para poder tomarse un respiro.
La disquería Rough Trade nació en Londres en 1976 y se convirtió rápidamente en el epicentro del punk y del postpunk gracias a que fueron los primeros en vender y distribuir el material que editaban las bandas de forma independiente. En 1978 fundaron su propio sello discográfico, del cual formaron parte artistas fundamentales e influyentes de ese momento,
como The Smiths.
Con el mismo espíritu alternativo, Rough Trade abrió en 2012 un local en Nueva York y, al igual que en su país de origen, es el lugar por donde pasa toda la escena independiente. Hay libros, bandejas, miles de CDs y vinilos, y hasta una pequeña batea de cassettes para aquellas bandas nuevas que tienen el fetiche de editar sus discos en este clásico soporte.
¿Lo mejor? Los elegidos por los vendedores, que escriben sus críticas a mano y las cuelgan en un escaparate especial, y los lanzamientos exclusivos. La disquería tiene curadores que arman compilados de diferentes temáticas y muchos grupos sacan ediciones limitadas que sólo se consiguen en Rough Trade.
Antes de ir, se recomienda visitar el sitio web y ver la agenda de eventos, ya que hay una pequeña sala en donde las bandas suelen presentar en vivo sus discos nuevos.
2. Academy Records, Academy LPs y Academy Records Annex
Academy Records es un clásico de Nueva York en donde literalmente se encuentra todo lo que uno está buscando. Fundada en 1977, se especializa en adquirir grandes colecciones de discos de particulares y ponerlas a disposición del público. Al ser una disquería que vende el material que alguna vez perteneció a melómanos, en su stock abundan diversas rarezas, en especial de jazz y música clásica.
El local original está en la zona de Flatiron y también vende CDs, DVDs y VHS (leyeron bien, VHS). Academy LPs, ubicado en el East Village, es su hermano menor y está abocado a los vinilos más difíciles de conseguir, sin importar su género. Es un pequeño reducto en donde los más intrépidos se sumergen para descubrir música que nunca imaginaron que podía existir.
Academy Records Annex, en cambio, es el tenedor libre: un espacio inmenso con uno de los catálogos más importantes de la ciudad a buenos precios (no hay que dejar de hurgar en los canastos de un dólar). Se encuentra en el barrio de Greenpoint, en Brooklyn.
3. Generation Records
Generation Records está en el corazón del Greenwich Village, uno de los mejores puntos para empaparse de la cultura neoyorkina más "cool", llena de pubs y lugares para ver espectáculos, como el clásico local de jazz Blue Note y el Comedy Cellar, uno de los principales escenarios de stand up del mundo.
La disquería tiene una amplia colección de rock, pero se destaca por sus títulos de punk, hardcore y heavy metal de los '80 y '90. No hay que dejarse engañar por el tamaño del sitio porque sus secretos mejor guardados se encuentran en un amplio sótano en donde se pierde la noción del tiempo.
4. Captured Tracks
Captured Tracks es un sello independiente de música alternativa que se animó a abrir su propio local en Greenpoint, Brooklyn. Es un pequeño negocio en donde se destacan los lanzamientos de sus artistas, que abarca lo más interesante de la escena indie estadounidense -como Mac DeMarco, DIIV y Wild Nothing- y las ediciones especiales y limitadas de discos de su catálogo. La tienda también comercializa vinilos y cassettes usados. Ideal para los que quieren desempolvar el walkman.
5. The Thing
¿Quieren una aventura de verdad? ¿Están en Nueva York y sienten que les falta un poco de acción? Entonces tienen que visitar The Thing, el lugar al que, como dicen los que la frecuentan, los discos van a morir. Es una de las tantas disquerías que están en Greenpoint, pero no hay nuevos lanzamientos, ni curadores ni nada que se le parezca. Es un sótano que
alberga más de cien mil vinilos usados (según ellos, la mayor colección de la ciudad) amontonados en pilas, canastos y estantes sin ningún tipo de organización. Ni los empleados saben todo lo que hay. De hecho, se dice que a The Thing no se va a encontrar lo que uno busca, sino a descubrir tesoros enterrados.
Puede llevar horas encontrar alguna gema perdida entre tanta música olvidada, pero al final hay recompensa: los discos no salen más de dos dólares. Eso sí, no es apta para claustrofóbicos ni alérgicos al polvo.
6. Co-op 87 Records &Tapes
En los últimos años, muchas disquerías se instalaron en el antiguo barrio polaco de Greenpoint, por lo que hoy en día es el circuito ideal para pasar el día entero revolviendo bateas. Cuando en Academy no es posible encontrar un disco (cosa que es difícil), los vendedores derivan a los clientes a este pequeño local que se especializa en figuritas difíciles, álbumes de soul y R&B descatalogados, singles de house y hip-hop olvidados y lanzamientos de sellos independientes. Un paraíso para coleccionistas.
7. Halcyon
Los DJs también tienen su disquería en Nueva York. Halcyon es el único lugar que concentra todos los subgéneros de la música electrónica, desde el dub al ambient, y sus estantes están llenos de clásicos y de material de artistas independientes que editan simples de música dance de forma artesanal.
Fundada por el DJ Shawn Shwartz en 2004, el concepto de Halcyon nació en un departamento de Brooklyn en donde se organizaba una fiesta de música electrónica semanal en la cual sólo se pasaban vinilos. Tuvo varias locaciones hasta llegar a la actual en el barrio de Williamsburg y, como era de esperar de una disquería atendida por y para DJs, todavía organizan fiestas que ponen a bailar a todos los vecinos.
8. A1 Record Shop
Si Halcyon es la disquería en la que los DJs van a conocer el trabajo de sus colegas, A1 es en donde consiguen la materia prima para hacer sus mezclas. Especializada en vinilos usados desde mediados de los '90, la disquería es una institución del East Village que comercializa todos los géneros musicales imaginables. Hay spoken world, ritmos africanos, danzas árabes, música disco europea, salsa psicodélica, cualquier gusto musical extravagante que pueda tener un coleccionista.
No es extraño encontrarse con DJs famosos hurgando en los canastos. Como la mercadería circula constantemente, muchos van varias veces a la semana para que no se les escape alguna grabación oscura que puedan usar en sus canciones. Es una mina de oro para buscar samples inconseguibles al mejor precio.
9. Jazz Record Center
Los fanáticos del jazz tienen su verdadero Edén en el barrio de Chelsea, precisamente en un octavo piso al que hay que tocar el timbre para poder entrar.
Inaugurada en 1983, Jazz Record Center debe ser la disquería especializada en el género más grande de todo el mundo y tiene absolutamente todo. No falta ningún clásico y tampoco sobra ninguna rareza. Los artistas más importantes, como Miles Davis y John Coltrane, tienen sus propias secciones clasificadas por el sello discográfico en el cual grabaron.
Además de CDs y vinilos nuevos y usados, también se consiguen DVDs, libros y revistas de colección. Si había algo que no le podía faltar a esta disquería era un curador obsesivo: su dueño, Fred Cohen, escribió una guía sobre cómo identificar las ediciones originales del sello Blue Note que, obviamente, se consigue en el local.
10. Turntable Lab
Turntable Lab dista de ser la disquería más barata de Nueva York. Tiene uno de los locales más lindos de la ciudad y un excelente catálogo de nuevos lanzamientos y reediciones. Es el lugar ideal para el que prefiere comprar material nuevo y popular.
También venden un montón de artefactos para DJs, como bandejas, sintetizadores, auriculares y mezcladores. Sin dudas, la disquería con más onda de Manhattan.
Estas disquerías son tan sólo algunas de las tantas que tiene Nueva York. Cada una de ellas tiene su encanto y ofrece una experiencia diferente. Lo que todas tienen en común, eso sí, es un amor infinito por la música. Vayan a donde vayan, van a encontrar a un montón de apasionados que sólo quieren que el que el cliente se lleve un disco que lo deslumbre tanto como a ellos. Es sólo cuestión de tomarse el tiempo para encontrarlo, por allí, perdido en algún estante.
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