En su libro La lectura como actividad, Noé Jitrik dice: "El texto es sacado de su estado de reposo por una mirada". Esta idea me conmueve. Todo lo que puede encontrarse en estado de reposo, en una suerte de vida latente que, cuando la mirás, florece.
Hace un par de fines de semana me propuse hacer una mini huerta vertical. Tenía un pallet, tenía tierra, pero cuando fui a comprar los plantines, había solo tres. Entonces recordé que tenía varias semillas y las planté. A la semana ya empezaron a brotar. Hay algo de eso en la lectura, algo que sucede en el encuentro con esos textos y las miradas de los niños, las niñas, los jóvenes y los adultos.
Viajar en tren
Quizás en el tren / Martín Blasco; Andrea Ferrari; ilus. por Eva Domínguez.- Buenos Aires: Santillana, 2018.
Quizás en el tren es la historia de Alma (Jiang Li su nombre en chino) una joven de 17 años que vive en el barrio chino. Acaba o está en medio de un desencanto y se siente muy sola. También es la historia de Jorge, que vive de robar celulares, tiene 30 años y no está pasando para nada la mejor etapa de su vida. Sus andares por la ciudad se cruzan una y otra vez. Y también es una historia de las personas en las ciudades y todos los relatos desconocidos que las habitan.
Me encantó esta novela a cuatro manos. Entrar en las vorágines de todos los mundos que conviven, aunque no lo sepamos ni veamos, en la ciudad, en este caso en Buenos Aires. ¿Qué ocurre con los encuentros? Como dice la contratapa: "lo que pasa cuando pensamos que nada está pasando". ¿Pasa a algo o no pasa nada?
"Entra a la estación. Un tren acaba de detenerse, pero decide no correrlo. Mejor esperar al siguiente. Da unos pasos por el andén, busca la mejor ubicación. Es un hermoso día. Piensa si no debería comprar anteojos de sol, le quedarían espectaculares, pero podrían darle un aspecto sospechoso.
El siguiente tren es perfecto. La cantidad justa de gente. Las puertas se abren. El show va a comenzar".
Blasco y Ferrari toman cada uno la voz de un personaje, que los lectores vamos conociendo en el transcurso de la trama. Es una novela minuciosa, donde cada detalle es clave para entrar en la ficción que proponen los autores. Recomendado para lectores jóvenes.
Línea 135 / Germano Zullo; Albertine.- Buenos Aires: Calibroscopio, 2016.
"Nunca vuelve el viajero: quien viaja, cambia.", escribió Tobías Schleider.
¿Se acuerdan de los viajes que hicieron de chicos? Ir de un lugar a otro era, muchas veces, entrar en un estado de contemplación. Y otra pregunta, se acuerdan de que les dijeran: "Cuando seas grande vas a entender…"
"Hay dos lugares en el mundo que conozco bien. El primer lugar que conozco bien es mi casa, en la ciudad. El segundo lugar que conozco bien es la casa de mi abuela, en el campo", cuenta la niña de esta historia. Esta niña toma el tren para ir a la casa de su abuela. El camino se va transformando. Su abuela y su madre tienen su visión del mundo y ella va a pensando cómo es ella, cómo será y en lo que no quiere dejar de ver ni de ser cuando sea adulta.
Las ilustraciones de Albertine son muy poéticas y abren un abanico de posibles lecturas llenas de detalles que invitan a volver a mirar y a releer una y otra vez. Recomendado para compartir con todos los miembros de la familia, desde los más pequeños.
Nido, semillas y árboles
Nidos que arrullan: nanas cantos y arrullos de América Latina / Anónimo, compilado por Cintia Roberts; ilustrado por Laura Varsky.- Buenos Aires: Ojoreja, 2017.
Este libro es un nido en sí mismo. No porque esté lleno de ramitas y hojas, sino porque se nota la amorosa construcción para alojar y cobijar. Además se trata de un libro-disco. Los músicos Teresa Usandivaras y Pablo Spiller, integrantes del grupo Los musiqueros, más la entrañable voz de la escritora Laura Devetach son una delicia para escuchar y cantar, y contar. Este material está en un cd incluido en el libro.
Pajarito que cantas
en un almendro,
no despiertes al niño
que está durmiendo.
La selección cuidada de Cintia Roberts da cuenta de un gran trabajo de documentación que, celebramos, es compartido al final del libro. Las ilustraciones bellísimas de Laura Varsky, llenas de recovecos y reminiscencias Art Nouveau invitan a detenerse y a mirarlas una y otra vez.
Como todos los libros al cuidado de Ojoreja, tienen un colofón magnifico. El colofón es la nota o imagen que figura al final de un libro que dice quién lo realizó y dónde fue impreso, indicando datos y a veces intensiones o características de la edición.
Por otro lado, el libro cuenta con una yapa: propone la posibilidad de acceder a una selección de los contenidos a través de un código QR.
En la contratapa, María Teresa Andruetto dice: "Un viaje al corazón de la infancia, sus arrullos, entre los que encontré nanas con las que me acunaron, otras con las que acuné a mis hijas, otras que incluí en mis libros y otras que acabo de descubrir para mi nieta…"
Ojos de mirar y ver / Didí Grau; ilustrado por Paula Adamo. Córdoba: Ediciones De la terraza, 2017.
"Lo que sabemos o lo que creemos afecta al modo en que vemos las cosas", afirma Berger en su libro Modos de ver.
Rocío espera al verano con su silla en la vereda y su modo de ver en todo su cuerpo. Y desde allí, toda la poesía de este libro. Los aromas, los colores, las texturas y las palabras dan ganas de sacar también nuestra silla y sentarnos a contemplar con todos los sentidos. Didí dice que sin duda fueron las ramas del tilo que plantó su papá en la casa de su infancia, que siguen floreciendo y dando sombra, las que inspiraron este relato poético.
"El verano trae su olor:
tilo, ciruelo, laurel.
Nace fruto de la flor."
El trabajo de Adamo es hermoso. Sus collages de papeles de diversos tipos, las hojas, las tintas y el trazo ocupan todo el libro, se salen de los márgenes, como si continuaran el tilo y su aroma en el espacio donde está el lector. El texto se lee amalgamado entre las diversas texturas que ofrece el collage. Ambos lenguajes generan un clima que se sostiene durante todo el libro. El verano es el tiempo de mirar, y ver. Y leyendo este libro con los más chicos, el disfrute y la belleza están asegurados.
Semilla remota / María José Echenique. Ilustrado por Celina Mackern. Colección Cerquita. Ediciones La Cleta, 2017.
La poesía de María José Echenique anda entre la tierra, el río, las piedras, la sierra y cierta bruma del tiempo que pasa pero también perdura. Entre los mates y las manos de la abuela. Los recuerdos, la naturaleza, lo cotidiano, entre la niñez y los afectos y el descubrimiento de las historias, de las palabras. Hay una búsqueda que inspira. La ilustración de la tapa, nos invita a entrar en los poemas, a explorarlos.
Yo tenía un libro
o creo haber tenido un libro
cuya portada era un bote
en cierta orilla.
Desde ese entonces de niebla
vengo navegando.
Mackern y Echenique trabajan juntas en varios proyectos culturales en La Cuentería Taller Editorial, en Los Hornillos, Traslasierra, Córdoba. Es un libro de edición artesanal que "arrima la Colección Cerquita, en la que se encuentran poetas e ilustradores en una propuesta que los reúne, los pone a intercambiar, a crear, a jugar, cada uno desde su lugar, pero congregándose dentro del territorio común de la geografía cordobesa". Recomendado para niños y niñas, grandes y jóvenes lectores.
Dos títulos con mar
Caballito de mar busca y encuentra/ Anita Bijsterbosch.- Buenos Aires: La Brujita de papel, 2017.
¿Quién no quiso ver alguna vez un caballito de mar? ¿Sabían que son peces? Un libro para la gente más pequeña de la casa que invita a contar, a buscar, y a mirar. "Creo que está en estas algas, dice Papá camarón. Papá caballito de mar mira adentro de las algas y ve…"
Este hipocampo busca a uno de sus hijos, recorre el fondo del mar pero solo encuentra, y cuenta, bebés de otras especies. Un libro muy sencillo que invita a jugar, con solapas coloridas para levantar, descubrir y contar.
Conversación con el pez / Juan Carlos Moisés; compilado por Juan Carlos Moisés; coordinación general de Roberta Iannamico; ilustrado por Pablo Picyk.- Villa Ventana: Editorial Maravilla, 2017.
Qué alegría encontrar este libro y esta colección de Los libros del lagarto obrero. Juan Carlos Moisés es un poeta tan potente y tan sencillo que coincidimos con David Wapner, director de la colección, cuando dice que Moisés es un poeta que muerde. Las ilustraciones de trazo grueso de Picyk son muy expresivas y hacen un contrapunto muy potente con los poemas. El diálogo que se arma es hermoso.
"La materia de mi poesía es la vida misma" dijo Moisés en una entrevista donde cuenta que toda la materia prima de su obra poética está en su infancia. Su poesía tiene a la vez ironía y ternura. Es profunda y brillante, luminosa. Hace reír, invita a pensar.
En el vidrio empañado dibujábamos caras.
Las caras se reían de nosotros
porque terminamos con el dedo frío.
Nos molestó.
Indignados, los borramos.
-Ríanse ahora.
La colección se planta y define su postura editorial en relación a la poesía y a la infancia, y arma un manifiesto que aplaudimos: "Yo, lagarto obrero, que preexisto a todos en el mundo, y permaneceré cuando aquí no haya nada, me puse a editar libros de poesía para personas niñas y jóvenes: Y digo a viva voz de saurio: el concepto 'para personas niñas y jóvenes' no se define por una estilo o forma de utilizar el lenguaje, sino por la voluntad de ofrecer a los chicos los mejores libros de poemas que hayan sido capaces de gestar y empollar los poetas o incubar los editores…"
Villoro por dos
El té de tornillo del profesor Zíper / Juan Villoro; ilustraciones de Rafael Barajas "El Fisgón".- México: FCE, 2017.
Villoro es un maestro de aventuras. Escrita en el año 2000, esta novela de aventuras es un buen plan para niños y niñas muy lectores. Alex trabaja en una tintorería, que es el negocio de la familia. También tuvo un hermano mayor, Lucio, al que no conoció porque desapareció cuando tenía 12 años, que es la edad que Alex tiene ahora.
Con 12 años, una mamá y un papá muy viejos; una tía y un tío muy vagos a los que Alex tiene que atender, a su trajinar diario limpiando las prendas más extrañas, se le suman la escuela y la tarea de cocinar para toda su familia. Hasta que un día, un viejo muy extraño y con la barba muy blanca se presenta en la tintorería y le cuenta que su hermano está atrapado en la Isla de los Inmortales, un lugar en donde el tiempo está detenido y desde donde volver es muy peligroso. ¿Se imaginan tener 12 años para siempre?
"Alex terminaba de planchar un mantel de cuadritos para una pizzería, cuando un hombre entró en el negocio. El joven tintorero no había visto a nadie tan viejo. Ni siquiera sus padres tenían el pelo tan blanco. ¡Aquel hombre tenía arrugas en las arrugas! La barba le había crecido hasta cubrirle el pecho; sus ojos eran pequeños y húmedos; arrastraba los pies sin poderlos alzar del piso.
-¿Tú eres Alex?- preguntó con voz temblorosa. Luego bostezó y el muchacho pudo ver que no le quedaba un solo diente en la boca.
-¿Cómo supo mi nombre?- Alex no salía de su sorpresa.
-Es una larga historia. ¿Me puedo sentar en una silla?"
Alex emprende el rescate de su hermano mayor con la colaboración del profesor Dignísimus Zíper. ¿Podrá un té de tornillo sacar a su hermano de la isla sin consecuencias graves? Viajes en el tiempo, amor y aventura en esta novela de Juan Villoro. Y si algún lector se entusiasma, tiene dos aventuras más para seguir, también publicadas por el FCE: La cuchara sabrosa del profesor Zíper y El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica.
El libro salvaje /Juan Villoro, ilustrado por Gabriel Martínez Meave.- México: FCE, 2008.
"Hay dos formas que un libro llegue a ti: la normal y la secreta. La normal es que lo compres, te lo presten o te lo regalen. La secreta es mucho más importante: en ese caso es el libro el que escoge a su lector".
El libro salvaje es muchos libros. Es la historia de Juan, que cuando su papá y su mamá se separan se va a pasar una temporada con su tío Tito y su extraordinaria biblioteca, y todo lo que esa relación genera. Es también la historia del encuentro con la lectura. Es, además, la historia de amor entre Juan y Catalina. Y también es la historia de leer y compartir lecturas. Y es mucho más, es una historia de aventuras peligrosas, porque el tío Tito le da una misión para cumplir durante su estadía: encontrar El libro salvaje.
"Ya te dije que los libros son como espejos: cada quien encuentra ahí lo que tiene en su cabeza. El problema es que sólo descubres que tienes eso dentro de ti cuando lees el libro correcto. Los libros son espejos indiscretos y arriesgados: hacen que las ideas más originales salga de tu cabeza, provocan ocurrencias que no sabías que tenías."
Novela recomendadísima para niños grandes que leen solos, o para leer en familia.
Late un corazón, déjalo latir…
Operita de corazones/ David Wapner; ilustrado por Ana Camusso.- Córdoba: Ediciones De La Terraza, 2017.
En esta operita, Pipo anda con su corazón de arcilla en una carreta, Señor Pipo quiere ese corazón para él, y ambos quieren a Babiluna. ¿Pero qué pasa con los corazones rotos y los territorios complejos en donde es difícil defenderlos? ¿Se los puede reparar? ¿Qué hacemos nosotros cuando alguien al lado nuestro anda con el corazón roto?
¡Corazones para todos los gustos!
¡Portátiles, automáticos, electrónicos, solares!
¡De plástico, acero, oro o diamante!
¡De hojalata, de madera!
¡Botellero!
David es poeta, editor, escritor, músico, Ana es artista visual. Juntos viven en Israel y han recorrido el mundo con sus creaciones. Ambos son los autores de esta historia cargada de imágenes y poesía. Los personajes de plastilina se mueven entre fotos maquetas de paisajes urbanos en los cuales las texturas y los detalles son protagonistas.
La dedicatoria de este libro dice: "A nuestra querida familia del pueblo de las Montañas de Nuba (Sudán): Roni, Jessila y sus hijos Viviana, Rafael y Elasha, en su jornada de años, desde la guerra y persecución, hacia la luz". Y Ana Camuso cuenta que las personas de las dedicatoria fueron sus vecinos en Arad (Israel) pero que tuvieron que irse y que este libro "hablará por sí solo a todos los corazones que inquietamente, como el nuestro, buscan seguir latiendo".
Recomendado para niños, niñas y jóvenes.
La mesa está servida, poesía, cuento ilustrado, novelas, nanas, cantos, juego. Tenemos nidos, semillas, libros salvajes, mares, aventuras, brebajes estrambóticos y viajes de todo tipo.
Solo es cuestión de elegir por dónde empezar, y tirarse a leer.
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