Prohíben clásicos de Mark Twain y Harper Lee en escuelas de EEUU por "racistas"

“La aventuras de Huckleberry Finn” y “Matar a un ruiseñor” fueron retirados de los programas educativos en institutos educativos de Duluth, Minnesota, por “el uso de insultos raciales". Desde la Coalición Nacional Contra la Censura criticaron la medida: “Las tensiones raciales no se resolverán desterrando a los clásicos literarios del aula”

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Los libros serán reemplazados por otros que no hieran la sensibilidad de los estudiantes
Los libros serán reemplazados por otros que no hieran la sensibilidad de los estudiantes

Las novelas clásicas Matar a un ruiseñor, de Harper Lee, y Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain, fueron sacada del programa de estudios del distrito escolar de Duluth, en el estado de Minnesota, EEUU, debido a que las críticas raciales hacían que los estudiantes se sintieran "humillados o marginados".

Si bien los títulos son reconocidos como textos antirracistas, el uso de la palabra nigger (negro, de manera despectiva) llevó a que sean eliminados del plan de estudio, pero no serán retirados de la bibliotecas, donde los estudiantes tendrán acceso a ellos.

Samuel Clemens, Mark Twain, y “Las aventuras de Huckleberry Finn”
Samuel Clemens, Mark Twain, y “Las aventuras de Huckleberry Finn”

Matar un ruiseñor, ganador del premio Pulitzer, es una novela gótica sureña, que a partir del relato de una niña de seis años -Scout Finch- revela la injusticia racial de la época, cuando su padre abogado, Atticus, debe defender a un hombre de raza negra llamado Tom Robinson, quien fue acusado de violar a una joven mujer blanca. La historia demuestra la pérdida de la inocencia a través de diferentes situaciones que la niña no logra comprender, pero que afectan su vida y la de su familia. Por su parte, en Las aventuras de Huckleberry Finn se narra la historia de Huck y un esclavo prófugo, Jim, a lo largo del río Mississippi, quienes huyen de su pasado y revelan diferentes aspectos de la idiosincracia sureña de los EE.UU., en la que el racismo y la superstición de los esclavos se conjugan con una tierna historia de amistad.

Harper Lee y su “Matar a un ruiseñor”
Harper Lee y su “Matar a un ruiseñor”

El director de los programas de estudio de Duluth, Michael Cary, aseguró que desde su departamento buscan tener en consideración a todos los estudiantes y por eso las novelas serán reemplazadas por otras opciones literarias que "enseñan las mismas lecciones" sin contener calumnias raciales. Cary enfatizó que nigger aparece con frecuencia en ambos títulos, en el caso del libro de Twain hasta más de 200 veces.

"Sentimos que todavía podíamos enseñar los mismos estándares y expectativas a través de otras novelas que no requerían que los estudiantes se sintieran humillados o marginados por el uso de insultos raciales", dijo Carey.

El movimiento de Duluth fue apoyado por la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color. Su presidente en Duluth, Stephan Witherspoon, sostuvo que los libros eran "simplemente hirientes" y usan "lenguaje hiriente que ha oprimido a la gente por más de 200 años", dijo al periódico local Bemidji Pioneer.

Escena de “Matar a un ruiseñor”, con Gregory Peck (1962)
Escena de “Matar a un ruiseñor”, con Gregory Peck (1962)

"Hay muchos más autores por ahí con mejor literatura que pueden hacer lo mismo sin degradar a nuestra gente. Me alegro de que estén tomando la decisión, aunque tiene un atraso de 20 años. Avancemos y trabajemos juntos para que la escuela funcione para todos nuestros niños, no solo para algunos, todos", explicó Witherspoon.

Sin embargo, desde la Coalición Nacional Contra la Censura mostraron su profunda preocupación e instó al distrito a reconsiderarla. Si bien el NCAC dijo que era "comprensible que una novela que usa repetidamente insultos raciales altamente ofensivos generaría incomodidad entre algunos padres y estudiantes", la organización anticensura argumentó que "los problemas de vivir en una sociedad donde persisten las tensiones raciales no se resolverán desterrando a los clásicos literarios del aula".

"Por el contrario, el aula es donde la historia, el uso y la destructividad de este lenguaje deben ser examinados y discutidos. Es allí donde las complejidades de los libros se pueden contextualizar y se puede entender su mensaje antirracista ", dijo. "En lugar de ignorar, los educadores deberían crear espacios para un diálogo abierto que les enseñe a los estudiantes a enfrentar los vestigios del racismo y la opresión de las personas de color".

Duluth no es la primer lugar en que las escuelas de EE.UU. se oponen a que estas novelas lleguen a los estudiantes. En 2016, luego de un queja de un grupo de padres, institutos educativos de Virginia las sacaron de su plan de estudios, aunque luego fueron reinstaladas. El año pasado, en Mississippi eliminaron la novela de Harper Lee debido a que era "incómoda" y racialmente sensible, aunque luego fue aceptada aunque solo con "autorización de los padres".

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