Gracias a Twitter, miles de personas descubrieron la desconocida historia del premio Nobel Kenzaburo Oé

Un usuario en España decidió difundir a través de un "hilo" parte de la vida del escritor japonés y su hijo autista

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Hay historias tan potentes que hacen fuerza para salir a la luz. A veces es un artículo periodístico, otras, una novela; quizás una película es el puntapié para que una de esas magníficas historias que nos conmueven, nos emocionan, toquen alguna de nuestras fibras más sensibles, cobre vida. Y a veces es solo un tuit.

Así fue que la vida casi desconocida del ganador del Premio Nobel de Literatura, en el año 1994, Kenzaburo Oé, y de su hijo autista, Hikari, se hizo conocida por miles de personas. "Tengo que saber más de esta historia y contarla", pensó el español José Perié, cuyo usuario de Twitter es Hombre Revenido.

En apenas 3 días, el hilo de Twitter escrito por el consultor de marketing sobre el escritor japonés fue retuiteado por más de 32.000 personas y ha viajado alrededor del mundo.

La difundida en Twitter es la historia del hijo de Kenzaburo Oé, quien nació con hidrocefalia severa, lo que le provocó discapacidad intelectual, ceguera parcial, epilepsia y autismo.

La familia de Kenzaburo
La familia de Kenzaburo

Gracias a la incansable estimulación de sus padres, el niño comenzó a reconocer e imitar sonidos de pájaros después de escucharlos en discos. Más tarde fue capaz de identificar una especie de ave mientras daba un paseo por el campo. El sonido y la música clásica se convirtieron en su pasión, la única. Tras mucho esfuerzo aprendió a tocar el piano hasta convertirse en el autor de dos discos.

Los esfuerzos del escritor con su hijo inspiraron algunas de sus obras, como Una cuestión personal y La bella Annabel Lee. En 1994, recibió el Premio Nobel de Literatura ante la mirada de Hikari Oé.

El hilo de Kenzaburo Oé culmina con un mensaje a favor de la integración, animándonos a descubrir las capacidades de cada uno. Asegura que ningún futuro está escrito, y si no que se lo digan al premio Nobel, al que su madre un día le dijo que con esas orejas le costaría casarse.

Kenzaburo y su hijo
Kenzaburo y su hijo

En un diálogo con la revista Verne, del diario El País, el divulgador de la historia de Kenzaburo Oé y de otras historias similares dice que cree que la clave del éxito de estos relatos es que las historias de amor siguen siendo "el mayor espectáculo y algo que nos une a todos".

José Perié cree que este tipo de historias sorprenden sobre todo a los lectores más jóvenes: "Los mayores puede llegar a conocerlas, pero los millennials, no, y se enganchan muchísimo".

La posibilidad de leer un buen relato en pequeñas dosis, gracias a 20 o 30 tuits, es lo atractivo de este formato, dice el especialista en marketing.

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