El clásico de Alexandre Dumas, El Conde de Montecristo, tuvo diversas versiones, tanto en la pantalla grande, como en culebrones televisivos de la tarde o cómicos. Sus múltiples versiones fílmicas, con actuaciones emblemáticas como Richard Chamberlain y Tony Curtis (1975) o Gerard Depardieu y Ornella Muti (1998), fueron los que le dieron vida e imagen a los personajes de esta obra clásica, considerada como una de las mejores novelas de aventuras de todos los tiempos. Sin embargo, su traducción al español tenía algunas cuentas pendientes.
Terminada su escritura en el año 1884, fue publicada posteriormente en una serie de 18 entregas durante los años siguientes. Sin embargo hoy, el editor de Navona, Pere Sureda, le propuso a José Ramón Monreal ser el responsable de la nueva versión en español (2017). "Para mí era ineludible devolver a Dumas al pedestal que la Literatura Universal ya le tenía reservado, que en español quedaba en manos de malas traducciones o de libritos juveniles resumidos. Eso no podía durar ni un segundo más", explicó a Infobae Cultura Pere Sureda.
Monreal, quien tradujo del francés al castellano obras de clásicos franceses del siglo XIX como Chateaubriand, Zola, Balzac, Maupassant y Flaubert, tomó como base la versión realizada por Claude Schopp – de 1993 – y decidió corregir los defectos que, a su parecer, sostenía la última versión: "A pesar de estas intervenciones, la trama de la novela presenta en su conjunto algunas incoherencias cronológicas imputables al ritmo de composición apresurado y apremiante que es característica peculiar del novelista y, más en general, de género folletinesco. Por último, queremos expresar nuestra deuda con las excelentes ediciones anotadas de Gilbert Sigaux (La Pléiade, 1981) y la italiana de Margheritta Botto (Einaudi, 2014)".
Hasta el momento solo había dos ediciones en Europa corregidas y puestas al día de la obra: la italiana de Einaudi y la francesa de Robert Laffont. "Se trata pues de un gran reto literario europeo en lengua española".
"Es la mejor novela de Dumas, pero me di cuenta de que había cuestiones de constricción, repeticiones y traducciones demasiadas literales a la época", admitió Sureda. Pese a que la cultura fílmica permitió la masividad de la historia, fue un motivo añadido en relación a la minusvaloración tanto de la obra como de su emblemático autor.
Por su parte, Monreal agregó a Infobae: "Dumas escribía una página en un cuarto de hora, sin apenas corregir y sin puntuación, para ahorrar tiempo. Esto entrañaba inevitablemente algunos descuidos y lapsus, como los encontramos en Balzac. Pero, pese a estos pequeños defectos, nunca caía en los clichés de un escritor vulgar".
"Quería sacarlo del purgatorio de la literatura popular para situarlo en el de la gran literatura, como ocurrió en su día con Simenon, con quien comparte algunas características comunes, aparte de una larga exclusión del Parnaso: la energía del genio y la desmesura", añadió Pere Sureda. Esta novela basa su trascendental historia en el periodo del bonapartismo y los reinados de Luis XVIII de Francia, de Carlos X de Francia y el de Luis Felipe I de Francia. Sus contundentes líneas reflexionan sobre el sistema político y social de la Francia de aquella época. Incluso hace hincapié en el rol financiero del período en el que transcurre.
En los avatares de Dantès en la isla de Montecristo y su regreso a Marsella para ejercer la venganza, hay, como dice Sureda, "una radiografía sobre el carácter del ser humano: la generosidad, la venganza, la razón, la ética y las confidencias, además de un mensaje contra la maldad. Nos lleva a mirarnos como seres humanos desnudos, porque no somos ni buenos ni malos". Incluso Gabriel García Márquez reconoció que hubiese estado entre sus mayores deseos poder escribir una novela de esta envergadura.
Su traductor aseguró que esta nueva versión ofrece algunos cambios significativos para los que ya la hayan leído. Desde la primera frase, la mítica "el 24 de febrero de 1815", que se cambió por "el 28 de febrero de 1815". Estas pequeñas pero importantes modificaciones son acompañadas por notas para aclarar hechos de la crónica con el fin de realzar el contexto histórico, sociológico y lingüístico propio de la edición original que vive como un tesoro inigualable entre los amantes de los clásicos y la literatura contemporánea.
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