La genialidad no es solo inspiración. Es también mucho trabajo, una dedicación que permite que el talento innato aumente a través de un sistema. Thelonious Monk fue más que un pianista, fue un pionero que incursionó en nuevos estilos como el bebop, junto a otros genios Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Max Roach y Bud Powell, aunque también se destacó bajo el influjo del hard bop y del jazz modal.
Comenzó a tocar el piano a los seis años. Si bien tuvo una formación básica, fue esa clase de artista que prospera como autodidacta. Influenciado por leyendas del "Harlem stride" como James P. Johnson y Willie "The Lion" Smith, Monk retomó este estilo cuando ya estaba en desuso, pero dotándolo de su impronta.
Nueva York, no podía ser otro lugar, fue su base. Allí en su adolescencia disfrutó de su primer público en las míticas rent parties, las fiestas organizadas por inquilinos para juntar dinero para pagar la renta, como al frente del piano de una iglesia bautista.
Estas experiencias fueron esenciales para que su prodigio musical se liberara cuando tuvo la oportunidad de ser pianista residente para la banda de Teddy Hill, en el afamado teatro Minton's Playhouse, en Harlem, donde ayudó a marcar el comienzo de la "revolución del bebop."
En aquellas noches rabiosas conoció a Steve Lacy, el excelso saxofonista soprano que luego pasó más de medio siglo en Europa, quien de puño y letra, transcribió los consejos que Monk les daba a él y otros músicos sobre el escenario para mejorar su performance.
Los "consejos" poseen pautas, punteos y órdenes, algunas relacionada con el rendimiento en vivo; otros revelan la importancia que le otorgaba a los silencios, aunque también hay comentarios sociales humorísticos.
1 – Solo porque no seas un baterista, eso no significa que no tengas que mantener el tempo.
2 – Mueve el pie y canta la melodía en tu cabeza cuando toques.
3 – Deja de tocar todas esas porquerías, esas notas raras, ¡toca la melodía!
4 – Haz que el baterista suene bien.
5 – La discriminación es importante.
6 – Tienes que entenderlo para que te guste, ¿entiendes?
7 – All reet! (¡Bien!)
8 – Siempre saber.
9 – Debe ser siempre de noche, de lo contrario no necesitarían las luces.
10 – ¡Levantemos la banda!
11 – Quiero evitar a los que interrumpen.
12 – No toques la parte del piano, ese es mi trabajo. No me escuches, ¡se supone que debo acompañarte!
13 – El interior de la melodía es la parte que hace que el sonido externo sea bueno.
14 – No toques todo (o todo el tiempo); deja que algunas cosas fluyan. Alguna música simplemente debe ser imaginada.
15 – A veces, aquello que no toques puede ser más importante que lo que toques.
16 – Una nota puede ser pequeña como un alfiler o tan grande como el mundo, depende de tu imaginación.
17 – ¡Mantente en forma! A veces, un músico espera por una actuación particular y, cuando llega el momento, no está en forma y no puede hacerlo.
18 – Si te estás moviendo, muévete más.
19 – (¿Qué deberíamos usar esta noche?) ¡Estar tan afilados como sea posible!
20 – Siempre déjalos queriendo más.
21 – No hagas sonar a nadie para un concierto, solo entra en escena.
22 – Esas piezas fueron escritas para tener algo con qué jugar.
23 – ¡Lo tienes! Si no quieres tocar, cuenta una broma o baila, ¡pero en cualquier caso, lo tienes! (a un baterista que no quería solos).
24 – Lo que sea que pienses que no se puede hacer, alguien quiere venir y hacerlo. Un genio es el que más se parece a él.
25 – Intentaron que odie a las personas blancas, pero alguien siempre venía y lo arruinaba.
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