El arquitecto Francisco Salamone, nacido en la pequeña ciudad de Leonforte al sur de Italia cuando el siglo XIX estaba terminando, llegó a Buenos Aires, Argentina, desde muy pequeño. Luego de terminar el colegio en el Otto Krause, estudió Arquitectura —el oficio de su padre, Salvatore Salamone—, primero en la Universidad Nacional de La Plata, luego en Córdoba. En el mundo se lo conoció como “el Gaudí de las pampas”.
Para 1917 no sólo era arquitecto, también ingeniero. Sus primeros trabajos grandes fueron en la década del 30 cuando, tras dejar una huella importante en Villa María, viajó a Buenos Aires para modernizar la obra pública de los municipios del interior. En aquella época, el gobernador era Manuel A. Fresco y le dio total libertad, confió, lo animó. Corrían años donde la arquitectura experimentaba un importante resurgir y Salamone fue uno de los grandes exponentes, pero lo hizo de forma auténtica, diferenciándose de sus contemporáneos.
En el día de ayer, la embajada argentina en Italia inauguró una muestra fotográfica dedicada a su singular obra arquitectónica, bajo el nombre de Salamone: Arquitectura Audaz, que exhibe más de 30 fotografías artísticas de sus más emblemáticos edificios, entre ellos el cementerio de Saldungaray y el matadero de Guaminí. Permanecerá en la Sala Mora de la Casa Argentina de Roma hasta marzo de 2018.
Tomás Ferrari —embajador argentino en Roma—, Irma Rizzutti —la agregada cultural en la capital italiana— y Lucas Gioja—curador de la muestra— sugirieron un recorrido de tres días para conocer "los caminos de Salamone" y visitar sus obras más representativas en pueblos bonaerenses como Laprida, Coronel Pringles, Azul, Chascomús y Carhué.
Para Ferarri, esta muestra "representa también un claro ejemplo de la integración que tuvo la inmigración italiana en la Argentina". Quien también estuvo en la presentación fue el historiador argentino Eduardo Lazzari, presidente de la fundación Salamone.
El grueso de su obra se dio en apenas cuatro años, entre 1936 y 1940: más de 60 edificios en 25 municipios de la Provincia de Buenos Aires. Cementerios, mataderos y municipalidades. En total, tiene más de 70 obras trascendentales de urbanismo público donde lograron convivir el art decó, el futurismo y el funcionalismo. Sus edificios son únicos: torres altas, líneas rectas, detalles sobresalientes y mucha simetría. En medio del llano verde, espectacularidad.
En 2001, sus grandes edificaciones fueron declaradas Patrimonio Cultural de la Provincia de Buenos Aires por el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia, y en 2014 Monumentos Históricos Nacionales y Bienes de Interés Histórico y Artístico Nacionales.
Francisco Salamone murió en 1959. El Gaudí de las pampas —que ahora volvió a su madre patria, a Italia, para contar todo lo que hizo acá— está más vivo que nunca.
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