A horas de la inauguración de su primera muestra en Sudamérica, el artista y activista chino Ai Weiwei ya vendió uno de sus trabajos más emblemáticos: Dejando caer una urna de la Dinastía Han, la cual está realizada en su totalidad con ladrillos Lego y que fue adquirida por un empresario y coleccionista argentino por 500.000 euros.
El trabajo es un tríptico de casi dos metros por dos, realizado enteramente con piezas de Lego, copiado de las fotografías en las que Weiwei se retrató en la casa de su madre en Beijing, en el momento exacto en que deja caer –y rompe– una urna ceremonial de dos mil años de antigüedad.
La transacción –confirmada por la desarrolladora Related Group– coincide con la primera exposición del chino en Argentina, una muestra antológica titulada Inoculación, que comenzará el próximo sábado en Fundación Proa, en el barrio de La Boca.
La pieza fue comprada por el fundador y CEO de Related Group, Jorge Pérez, empresario argentino y amante del arte, que reside en Miami, donde fundó el museo Pérez Art Museum Miami, que en el pasado ya organizó una muestra de Weiwei.
El jarrón no solo tenía un valor económico considerable –el artista pagó el equivalente de varios miles de dólares estadounidenses por él–, sino que su verdadero valor también pasa por simbólico y cultural: la dinastía Han es considerada un momento decisivo en la civilización china.
Además, Dejando caer una urna de la Dinastía Han fue una de las primeras obras en las que el artista chino demostró su deseo de provocar controversia: entonces, los comerciantes de antigüedades se indignaron, llamando a la obra de Ai un acto de profanación.
Weiwei respondió diciendo "el general Mao solía decirnos que solo podemos construir un mundo nuevo si destruimos el anterior".
Con información de Télam
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