El presidente electo de Francia, Emmanuel Macron, ya se ha convertido en una anomalía de la política europea por su juventud, su independencia partidaria y su historia de amor con una mujer mayor que él.
Pero el mandatario de 39 años del partido En Marche! tiene otra sorpresa: es un competente pianista que estudió durante 10 años en el conservatorio de Amiens, obteniendo incluso el tercer premio en su concurso institucional, según declaraciones recientes a la radio Europe 1.
Macron también habló de su pasión al portal Classiquenews.com, donde contó que esperaba poder volver a tocar "en cuanto tenga el tiempo" y señaló que sus dos compositores para el piano preferidos eran Robert Schumann y Franz Liszt, mientras que se declaró un admirador del italiano Gioachino Rossini.
Sobre la música del alemán Schumann, que vivió entre 1810 y 1856 y es considerado un referente del romanticismo , dijo que ofrecía "imágenes y sentimientos que no podía encontrar en ningún otro lugar". Mientras que al húngaro Franz Liszt, nacido en 1811 y fallecido en 1886, lo consideró un "europeo de primer orden, un modernista resuelto pero anclado en la gran tradición".
En tanto Rossini, famoso por sus óperas, "ocupa un lugar esencial en la historia de la música, su libertad, su propia vida y su genio siempre me han impresionado", de acuerdo al mandatario francés.
Cuando Macron asumió en 2014 el cargo de ministro de Economía en el gobierno de su antecesor Francois Hollande, su único antecedente en el poder ejecutivo francés, se lo empezó a conocer como el "Mozart del Elíseo", según han reportado el periódico francés Le Monde y el alemán Die Welt, en referencia al influyente compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart.
Un apreciación similar había hecho su esposa Brigitte Trogneux, cuando con 41 años comenzó una relación con su alumno de 17, Emmanuel, en una historia de amor que aún resuena en el mundo. En aquel momento la entonces profesora de literatura sentía que "trabajaba con Mozart" cuando estaba con Macron, según reporta el sitio NPR.
La música y el piano no son los únicos intereses culturales del presidente de Francia. También ha escrito tres libros que nunca publicó por sentirse "insatisfecho" con el resultado, y ante estudiantes del prestigioso Instituto de Estudios Políticos de París, conocido como Sciences Po, dijo que los escritores eran las personas que más admiraba. "Escribir requiere coraje, mucho más que la política, y si yo fuera realmente valiente escribiría", explicó.
Este gusto por la literatura no se limita a la narrativa y alcanza también al teatro. Hace dos años el periodista Cyrille Eldin, de la cadena Canal+, desafió al entonces ministro de Economía a recitar de memoria el principio de la obra El Misántropo, de Molière. Un sonriente Macron aceptó el desafío.
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