Se conmemoran 24 años tras el trágico terremoto que sacudió al departamento del Quindío, y en medio de historias y anécdotas, los sobrevivientes recuerdan lo sucedido. Si bien, ya son más de dos décadas las que han pasado, las heridas siguen latentes y las voces de agradecimiento continúan replicándose.
En diálogo con Infobae, Roberto Jairo Jaramillo Cárdenas, gobernador del departamento del Quindío, envió un mensaje de agradecimiento a todo el país y cada una de las personas que apoyaron a la región en dicha fecha. Según Jaramillo, él fue una de las víctimas de este fenómeno natural, situación que lo llevó a también ser beneficiario.
“A nombre de todos los quindianos, quiero darle agradecimientos a todas las personas que nos apoyaron; yo fui un beneficiario en su momento, a mí se me destruyó el apartamento, quedé sin trabajo y yo fui uno de los beneficiados de tantas ayudas que en su momento llegaban el departamento del Quindío”, relató el mandatario.
Conforme con lo expuesto por Jaramillo, los gestos de solidaridad tras el terremoto se convirtieron en actitudes de agradecimiento que aún siguen siendo evidentes.
“Nosotros somos un departamento agradecido con todos los que nos apoyaron, y por eso yo creo que es parte de la respuesta de cuando alguien viene a visitarnos el departamento del Quindío, siempre recibirlos con los brazos abiertos, con un buen café, con un buen abrazo, con un saludo cálido, siempre en marcado en la gratitud”, aseveró y extendió la invitación para todo aquel que quiera arribar al territorio.
“Quindío que viene del Quin, que significa tierra y Dio que significa Dios, esta es una tierra pujante, una tierra de hombres trabajadores, como dice nuestro himno de pioneros, arrieros y del sol”, expuso el mandatario departamental.
El gobernador Jaramillo le explicó a Infobae que el terremoto fue una prueba, pues esta situación instó a los quindianos a forjar talante y afrontar con resiliencia las adversidades. Si bien, esta fecha aún se recuerda, el dolor persiste y únicamente resalta la esperanza de seguir avante en medio de todas las problemáticas que aún azotan al Eje Cafetero.
“Es una fecha muy importante para los quindianos, que recordamos todos los que vivimos esa experiencia, que en su momento fue muy dolorosa, en donde se perdieron muchas vidas, muchas familias quedaron destruidas, pero de ahí viene la madera de la que está hecha la gente del Quindío. Yo creo que esa situación que vivimos hace 24 años, de no grata recordación para los quindianos, también sirvió de plataforma para levantar más y mostrar de qué madera estábamos hechos”.
El día en se paralizó el Quindío
El 25 de enero de 1999, sobre las 1:19 p. m., habitantes del Eje Cafetero esperaban el almuerzo o compartían de este junto a sus familias. Una tarde, con una temperatura templada, dejaba ver en el cielo lo que serían próximas lluvias para la capital del Quindío, pero pasados unos minutos, la tierra rugió y tanto Armenia como las ciudades aledañas, sintieron el poder de la naturaleza.
Un sismo de magnitud 6,2 en la escala de Richter sacudió a una de las ciudades más importantes del Eje Cafetero. Las pequeñas casas vibraron hasta que su estructura no pudo más. Los periodistas se movilizaron al lugar de la noticia en medio del difícil acceso a las calles y el panorama desolador.
El dolor de la tragedia se acrecentó a medida que se iban conociendo las cifras de víctimas. Fueron 1.125 muertos y miles de heridos los que dejó dicho movimiento telúrico. La cifra más alarmante se relacionó directamente con el estado total de la infraestructura de la ciudad, pues el 75% de esta, quedó destruida entre hierros y paredes demolidas.
Sobre las 5 de la tarde llegó una fuerte réplica, esta terminó de derrumbar varios edificios, entre ellos, el de la asamblea departamental del Quindío. Cientos de heridos, que aún esperaban por su rescate entre los restos de las edificaciones, sucumbieron ante este nuevo movimiento, que incluso acabó con la vida de algunas personas que aprovecharon la situación para saquear algunos edificios y centros de comercio.
El entonces presidente Andrés Pastrana se desplazó a la ciudad y realizó un sobrevuelo en helicóptero para registrar las graves afectaciones que sufrió la ciudad. El aeropuerto internacional El Edén se convirtió en la zona de operaciones en donde desplegarían toda la logística hacia la zona cero, que prácticamente era toda la ciudad de Armenia.
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