Alrededor de 2.000 pasajeros tuvieron que esperar por unas 20 horas durante el sábado 14 de enero en el aeropuerto Antonio Nariño, ubicado en Chachagüí, Nariño, antes de que sus vuelos pudieran despegar. Las fuertes condiciones meteorológicas hicieron que se cancelaran varios vuelos programados por las aerolíneas.
La entrada y salida de aviones de la terminal aérea, que presta sus servicios a la ciudad de Pasto y a todo el departamento, fue intermitente; la Aeronáutica Civil autorizó 20 vuelos para evacuar a los pasajeros represados.
Cientos de usuarios se quejaron de sobrecostos en los tiquetes y del horario de trabajo del aeropuerto, pues por el momento no tiene permitido operar de noche. No obstante, los últimos vuelos despegaron a las 7:30 p. m., lo que demostraría para muchos de ellos que se podía ampliar el tiempo de operación.
Este problema, causado por la ola invernal en Nariño, se sumó a los deslizamientos de tierra presentados al sur del departamento en la noche del viernes 13 de enero, concretamente en los kilómetros 21 y 23 de la vía Panamericana, también a la altura de Chachagüí, lo cual dejó incomunicado ese municipio con Pasto y por ende la única vía de acceso de la capital nariñense al aeropuerto.
Como consecuencia se reportaron traumatismos en la movilidad durante la mañana del 14 de enero. La carretera estuvo completamente cerrada por más de 10 horas, y algunas personas optaron por cruzar el derrumbe a pie y tomar vehículos que los llevaban al aeropuerto del otro lado.
De hecho, según indicó la Revista Semana, algunos de los vuelos se atrasaron porque varios funcionarios estaban atrapados en el atasco vehicular.
El clima dificulta la movilidad en el sur del país
La situación de movilidad al sur del país es crítica, pues el derrumbe sobre la vía Panamericana, a la altura del municipio de Rosas, y que mantiene incomunicada a la ciudad de Pasto con Popayán, hace necesario que los conductores tengan que buscar rutas alternas para llegar a la capital nariñense.
Una de estas rutas, a la que cientos de conductores han tenido que recurrir, es la que conduce de Bolívar a Almaguer. No obstante, según advirtieron pobladores de ese municipio caucano, es necesario que el vehículo esté en buenas condiciones debido al estado de la vía.
Otra de las vías, recomendadas por el Instituto Nacional de Vías (Invías), es el corredor Pasto - Mocoa - Popayán. Esta vía puede presentar fuertes congestiones, debido a que también hubo un derrumbe en otra de las vías alternas: el corredor entre Sucre y La Sierra.
El ‘trampolín de la muerte’
Esta vía alterna para llegar desde Popayán a Pasto, que pasa por el Valle del Sibundoy, en departamento de Putumayo, está en una pésima condición, lo cual representa un peligro para los conductores. Pero, hay una zona en particular con un riesgo muy alto que ha sido apodada como ‘el trampolín de la muerte’.
“Es una vía inestable de constantes deslizamiento y en donde varios carros han caído al abismo, por lo que se le conoce como el ‘Trampolín de la muerte’; es una vía que hay que conocerla para poder transitarla”, indicó Jhon Jairo Luna Sosa, gerente del único terminal habilitado en Villa Garzón (Putumayo).
El funcionario agregó que “en la zona, la Policía hizo el despliegue para evitar la accidentalidad y ayudó a reducir los trancones. Sin embargo, no es una vía para vehículos pesados (solo) se permite un máximo 3.5 toneladas; por eso los vehículos de carga y buses grandes van a estar represados en la ciudad de Pasto”.
Los tramos son estrechos y solo puede circular un vehículo. Además, tiene caídas de más de 300 metros y cuando llueve es intransitable.
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