El presidente de Colombia, Gustavo Petro, asistió el sábado 14 de enero al Encuentro Regional del Suroeste Antioqueño, una reunión organizada en el municipio de Jericó, departamento de Antioquia. Uno de los temas que abordó el mandatario fue la minería extensiva: a propósito, el mandatario envió un sablazo al expresidente y contradictor suyo, Andrés Pastrana, sobre las condiciones actuales de los mineros. También mencionó que serán revisados todos los contratos mineros para dar prioridad a la conservación de las fuentes de agua.
La minería divide a los ciudadanos de la región entre quienes quieren proteger el paisaje y el ambiente, versus quienes están preocupados por los empleos que genera. Para Petro, “una consulta como se hacía antes hubiera podido dirimir esto hace un tiempo; pero pusieron límites a las consultas precisamente para que la gente no se expresara y para que las decisiones sobre el territorio no se tomaran por la gente misma, sino por poderes extraños y ajenos al territorio mismo”.
El mandatario aclaró que ni él ni su gabinete tienen una actitud antiminera. De hecho, dijo, “nosotros reconocemos que en la misma Antioquia. Hay zonas, hay pueblos de tradición de siglos en actividades de la minería, muchas veces del oro”. Sin embargo, añadió el jefe de Estado, la actividad enfrenta conflictos enormes de tipo social por una medida que tomó su antecesor conservador.
“A partir del código minero que se aprobó en el año 2000, creo que, por el Gobierno de Andrés Pastrana, prácticamente se criminalizó al pequeño minero para privilegiar la gran minería multinacional”, señaló el mandatario.
“Ese cambio que dio el país hizo que el Estado le diera la espalda a ese pequeño minero, pequeña minera del Chocó, de Antioquia, del nordeste antioqueño. De la gente de Buriticá, por ejemplo. Y al darle la espalda, esa población ha quedado inmersa, casi indefensa, ante las violencias de todo tipo: ante las masacres, los desalojos, ante la imposibilidad, al correr de un lado para el otro sin tener seguridad jurídica”, expresó Petro.
El mandatario agregó que las condiciones del Código Minero actual implican sufrimiento y depredación para el río y los territorios. Por ello, anunció que se presentará un nuevo proyecto para cambiar dicho código. Allí estarían incluidas las propuestas de los pequeños mineros de Colombia, que serán citados a una convención nacional de su gremio.
Para el mandatario, ese cambio de ley es imprescindible “si queremos que vuelva un Estado amigo del pequeño minero, de la pequeña minera, y podamos caminar por un sendero en donde las cosas puedan ser más sostenibles, pacíficas, donde eso que llamamos la paz no sea una ilusión perdida en los tiempos de la historia de Colombia, sino una posibilidad real”.
También recordó una sentencia de la Corte Constitucional “que ordena al gobierno nacional, es decir, a nosotros, rehacer revirar, revisar toda la titulación minera hasta ahora entregada por doquier, por allá y por acullá, para tratar de hacer coherente el ejercicio de la titulación, con una serie de principios básicos del territorio, entre ellos, el cuidado del agua”.
El presidente expresó que el título minero concedido a AngloGold en el territorio de Jericó fue otorgado en un área acuífera de la que viven unas 10 mil personas. “Entonces, tenemos un peligro indudable que muchos de ustedes han detectado y conoce mejor que nosotros mismos. Pero no se puede poner en peligro el agua del territorio”, señaló.
Además, dijo que los proyectos mineros pueden dar puestos de trabajo y una vida económica por un tiempo limitado “porque siempre se está trabajando con recursos no renovables, es decir, que se van a acabar”. Sin embargo, a diferencia de los tiempos de la minería, la agricultura ofrece unos tiempos económicos más extensos y que algunos ciudadanos preferirían conservar.
En ese orden de ideas, el mandatario advirtió que los proyectos de minería que se adelantaban en Jericó no van a continuar tal y como fueron licenciados, porque esa revisión ya tuvo lugar desde el Ministerio de Ambiente.
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