La violencia ejercida por agentes estatales y grupos como las AUC contra personas LGBTIQ+ en Montes de María

De acuerdo con el volumen ‘Mi cuerpo es la verdad’ del Informe Final de la Comisión de la Verdad, entre 2000 y 2008, algunos miembros de la Policía y paramilitares cometieron graves violencias contra personas de esta comunidad en la que conecta el Caribe colombiano con el cetro del país

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El tomo 'Mi cuerpo es
El tomo 'Mi cuerpo es la verdad' del Informe Final de la Comisión de la Verdad hace énfasis en tres situaciones de violencia contra la comunidad LGBTIQ+ durante el conflicto armado en Colombia. Infobae (Jesús Avilés)

“Estábamos en el parque y a veces me decían: «Ve allá a las once o doce de la noche; si no, tú sabes lo que te toca», y uno tenía que ir; me desnudaban, me ponían a que les practicara el sexo oral. A veces, cuando lo iban a penetrar a uno, le pasaban el revólver por las nalgas. «Ah, sí, así. Eso es lo que te gusta, ¿verdad? Me provoca darte un tiro, hijueputa marica». Iban y hacían con uno lo que les daba la gana y uno se dejaba hacer cosas por miedo a que lo fueran a matar”.

Ese testimonio de Adalberto, un hombre gay afrodescendiente de El Carmen de Bolívar, fue recogido por la Comisión de la Verdad —en adelante, la Comisión— para retratar la violencia que sufrieron integrantes de la comunidad LGBTIQ+ durante el conflicto armado en los Montes de María, una de las regiones con alta presencia de grupos armados insurgentes, paramilitares y del mismo Estado.

Esta zona, ubicada entre Sucre y Bolívar, es característica por poseer tres picos de sistema montañoso: los cerros La Pita, Cansona y Maco identifican a lo lejos los Montes de María. Su privilegiada posición geográfica hace que sea semejante al Nudo de Paramillo, con la diferencia de que tiene de más un corredor entre el interior del país y el Caribe. Este, ha sido utilizado para el transporte y exportación de cocaína, de ahí que en los 2000 fuera tan disputado por grupos armados, especialmente la Policía y las Autodefensas Unidas de Colombia —AUC—.

Dichos actores, de acuerdo con la Comisión, cometieron amplias violencias contra esta población y uno de esos casos ocurrió en los Montes de María a comienzos de siglo. Por aquel entonces, un grupo de integrantes de esta comunidad empezó a reunirse en plazas y parques de El Carmen de Bolívar. Esto no solo trajo la atención de otras personas LGBTIQ+, sino también de ‘paras’ y de la fuerza pública.

En contexto: Región Caribe: la puesta en marcha de la seguridad democrática en 2002 y la persecución en los Montes de María

Las agresiones no solo ocurrieron en trincheras, sino también en estaciones de Policía. Omar, un hombre afro bisexual que también residió en ese municipio y ejerció como líder social de Montes de María, le contó a la Comisión que, entre 2001 y 2002, la Policía abordaba a personas con diversas orientaciones sexuales e identidades de género y las subían a camionetas hacia el aeropuerto —denominado El aterrizaje—, “tenían sexo con ellos allá, y los dejaba tirados”. En otras ocasiones, los llevaban directamente a las estaciones y allí cometían los abusos.

El informe Nosotras resistimos entregado por el portal Caribe Afirmativo a la Comisión, menciona que las AUC esclavizaron a varias mujeres trans entre 2001 y 2007, periodo en el cual integrantes de este grupo llegaban a las casas y las obligaban a atenderlos no solo con el lavado de su ropa, sino también sexualmente, pues ellas debían presentarles a varias de sus amigas para que tuvieran encuentros de este tipo con ellos.

La advertencia que ellos hacían era que, si no se portaban bien, harían la mal llamada ‘limpieza’ “de quienes hacían daño a la sociedad”. De igual manera, tuvieron que ver cómo estos sujetos agredieron a otras mujeres lesbianas y trans.

Las AUC se desmovilizaron en 2006, pero en 2007 las amenazas contra personas LGBTIQ+ continuó con intensidad en Montes de María; de hecho, ese último año ocurrió un detonante que horrorizó a los pobladores de esta región y de El Carmen de Bolívar: un panfleto circuló en esa zona mencionando a un grupo de este colectivo que empezó a reunirse en sitios públicos. Sumado a eso, aparecieron otros nueve nombres dentro de un ataúd. Dichas amenazas fueron atribuidas a grupos paramilitares desmovilizados.

Cuando fueron a hacer las denuncias, la Fiscalía los recibió con varios cuestionamientos. Así lo contó Danesa, mujer trans y víctima del conflicto, a la Comisión de la Verdad:

“«¿Y por qué los están amenazando?, ¿qué hicieron ustedes?». «Pero mire lo que dice la carta». «Ah, eso no les pongan atención, es gente del común». Eso no sé qué, no sé cuánto, «pero de todas maneras déjenme los datos de ustedes»”. Después de hacer las denuncias, recibieron nuevos mensajes intimidantes cargados de homofobia y odio.

“Dejamos los datos por la mañana y ya por la tarde nos estaban llamando, que nos tenían vigilados las veinticuatro horas, «maricas, hijueputas, desgraciados, salgan del pueblo», que esto, que lo otro”, relató Danesa. Justamente ese mensaje generó sospecha sobre una supuesta entrega de información a paramilitares por parte de la Fiscalía.

Unos fueron subidos a camionetas, otros hicieron labores de guerra

Elías, de 14 años, también fue violentado por paramilitares en El Carmen de Bolívar. Por esa misma época en la que arreciaron los ataques contra la comunidad LGBTIQ+, lo hicieron subir a una camioneta conocida como La última lágrima, la cual andaba libremente por esa región. En total, seis personas iban en ese vehículo cuando lo obligaron a montarse en él.

“Ese día me violaron, me golpearon y me abandonaron a las afueras del municipio, en la vía a San Jacinto. Durante el ataque, se refirieron a mí de manera peyorativa, que era un “desgraciado, marica malparido”, le contó a la Comisión. Otro muchacho que fue abordado por una camioneta fue Nelson, de 17 años. La última vez que fue visto abordó un vehículo con esa característica y desde entonces no se volvió a saber de él.

De acuerdo con la Comisión, entre 2000 y 2008, varios uniformados de la Policía Nacional y agentes paraestatales como las AUC persiguieron cruelmente y cometieron diversos tipos de violencia —incluyendo la sexual— contra personas LGBTIQ+ en Montes de María.

“Las víctimas dieron cuenta de vulneraciones a derechos humanos, en el caso de los primeros, en labores de la guerra otorgadas por facultades legales y el contexto territorial; la anuencia del Estado con las AUC y los paramilitares así como las modalidades de violencia ejecutadas por estos y por la Policía Nacional, que tenían grandes similitudes”, afirma Mi cuerpo es la verdad.

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