En 2023, Bogotá deberá sembrar la misma cantidad de árboles que ha sembrado en los últimos 3 años: 400.000

En entrevista con Infobae, la secretaría de Ambiente, Carolina Urrutia, se refirió al enorme reto que tendrán este año, para cumplir con la meta del cuatrienio, de sembrar 802.000 árboles en Bogotá

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Entre otras cosas, la secretaria
Entre otras cosas, la secretaria Urrutia explicó, ambientalmente, porque hubo tantos peros en el Concejo a que Bogotá ingresara a la Región Metropolitana. (Twitter Carolina Urrutia)

Una de las carteras de la Administración Distrital de Claudia López, que desde un comienzo tuvo grandes expectativas, en parte porque buena parte de las propuestas de campaña de Claudia López estuvieron orientadas al reverdecimiento y a la protección de la Estructura Ecológica Principal de Bogotá, fue la Secretaría de Ambiente que, tres años más tarde, sigue siendo liderada por la secretaria, Carolina Urrutia y se ha ceñido a las metas que se trazó desde un comienzo al Plan Distrital de Desarrollo.

Tres años más tarde, con el Plan de Ordenamiento TerritorIal aprobado, y más recientemente con el ingreso de la capital a la Región Metropolitana Bogotá Cundinamarca (RMBC), ambas herramientas con fuertes componentes ambientales, ¿cuál es el balance de la secretaría de Ambiente de estos tres años de gobierno, y cuáles son las proyecciones para este último año?

En entrevista con Infobae, Carolina Urrutia indicó que el reto operativo más grande que tiene el Distrito en este 2023 es el de alcanzar la meta de arbolado. Si bien es cierto que, en el marco de esta Administración, la conversión de árboles restituidos por árboles talados a razón de obras públicas se incrementó, la pandemia retrasó el cronograma de trabajo y este último año de Gobierno, Bogotá deberá sembrar 400.000 árboles, que es lo que se ha sembrado de 2020 a 2023.

Infobae: ¿Cuál es su balance de estos tres años de gobierno en materia ambiental?

Carolina Urrutia: El balance es muy positivo. Considero que estamos en un momento histórico, en el cual los intereses de la ciudadanía y sus preocupaciones, se están alineando con una agenda de política pública que es muy ambiciosa tanto en términos de cuidado de los recursos naturales, como en términos de mitigación y adaptación del cambio climático.

Ese acomplamiento entre los intereses de la ciudadanía con los lineamientos de la Administración, nos ha permitido enriquecer el trabajo para el mejoramiento ambiental de la ciudad y llamaría la atención específicamente sobre tres:

El primero está relacionado con todo lo que tiene que ver con reverdecimiento y arbolado tanto urbano como rural. Desde el Jardín Botánico y la secretaría Distrital de Ambiente hemos trabajado muy arduamente en siembra y enriquecimiento de las coberturas verdes de la ciudad.

El segundo gran tema que le diría que ha rendido muy buenos frutos ha sido el de mitigación y adaptación al cambio climático. Desde el 2020 le hemos propuesto a la ciudadanía un plan de acción climática, a la que se sumó la declaratoria de emergencia climática en el Concejo de la ciudad, y esa suma nos ha permitido no solamente tener un plan de acción desde lo técnico, sino la construcción de una política pública con más de 60 sesiones de participación por parte de diversas organizaciones de la ciudad.

Y el tercero, es lo que se ha hecho en cuanto a la evolución de la economía circular. Trabajando con la Cámara de Comercio y con Fenalco, hemos sugerido a la ciudad y a su empresariado, intervenciones para que todo lo que produzcan regrese a los canales productivos. Ahí tenemos la plataforma de moda circular, con más de 50 negocios que trabajan en moda, desde textiles y confección. Esos tres son solo unos ejemplos de temas mas amplios, pero que representan un cambio para la ciudad.

Infobae: ¿Cuál es el gran reto que le queda pendiente a la Secretaría de Ambiente para sacar este último año de gobierno, además electoral?

Carolina Urrutia: El gran reto pendiente que tenemos es el de hacer efectiva nuestra restauración de 400.000 árboles que nos hacen falta para llegar a la meta del cuatrienio, que está en 802.000 (que es una meta que incluye a los otros entes arborizadores, es decir el Jardín Botánico, la Empresa de Acueducto y en algunos casos el IDRD). Sacamos adelante procesos de licitación grandes para trabajar con empresas que puedan trabajar en paralelo para sembrarlos, y así mitigar los efectos del cambio climático. Este es nuestro mayor reto en términos de gestión.

Y otro reto, más de carácter político, es el de llevar de manera armoniosa nuestra gestión al proceso electoral de este año, que va a ser muy polémico y muy contencioso, en el cual todos los candidatos van a criticar a la Administración, como es debido en un proceso democrático, y nuestro reto es el de mantenernos en la importancia de lo que estamos haciendo. Que nuestros impactos y los proyectos que están funcionando bien continúen y sean defendidos en las urnas, por la bandera política que sea.

Infobae: ¿Es decir que la meta es sembrar, en 11 meses y 20 días, lo que han sembrado en tres años?

Carolina Urrutia: Así es. Compensar la otra mitad en un año es un reto tremendo y precisamente se debe a que la pandemia nos atrasó. A este respecto hay algo que tienes que tener en cuenta: la Secretaría tiene un reto de restauración y eso es muy distinto a arbolado urbano. El Jardín Botánico busca espacios en la ciudad y siembran. La restauración, como lo que trata de hacer es restaurar los ecosistemas a las condiciones más similares a las originales, requieren de diseños, qué especies específicas se deben usar, a qué distancia del suelo etc, cada cuánto se le debe hacer mantenimiento. Es mucho más complejo y lo estamos haciendo con un consorcio que hará esa siembra de manera integral.

Infobae: El Plan de Ordenamiento Territorial ha tenido una puesta en marcha supremamente lenta. En materia ambiental, ¿cuáles han sido los avances, en el marco de lo trazado en el POT, que ya se puedan ver?

Carolina Urrutia: Como usted sabe, el POT estuvo suspendido varios meses del 2022 por procesos judiciales, pero la Administración siguió trabajando muy juiciosa en lo que podía, en el marco de esa suspensión, y estamos en el transcurso de mandar comentarios a 9 actuaciones estratégicas que se construyen sobre los principios de la ciudad de proximidad, de la renovación urbana, y por supuesto de la ciudad circular en la que reincorporamos todos los temas productivos, de residuos de la construcción, en la que nos aseguramos de no estar afectando la Estructura Ecológica Principal EEP.

Eso por una parte, las actuaciones estratégicas. Lo otro en lo que hemos avanzado ha estado relacionado con la consolidación del transporte sostenible, de la mano de la Secretaría de Movilidad y del Instituto de Desarrollo Urbano, para que sean permeables todos los espacios duros y podamos recuperar los servicios hídricos de la ciudad.

Le hemos hecho comentarios a más de cinco planes parciales para asegurarnos de que las determinantes ambientales de estos instrumentos de planificación, realmente permitan que esos espacios de renovación urbana sean realmente espacios de sostenibilidad ambiental.

Y un ítem adicional ha sido el de los bosques urbanos. Estos espacios quedaron tanto en el Plan Distrital de Desarrollo como en el POT. Estos no son restricciones a la propiedad del suelo, sino que implican que tengamos una mayor diversidad y densidad de espacios para bajar las temperaturas, revertiendo el proceso de endurecimiento, para que a mediano o largo plazo no tengamos islas de calor en puntos específicos de la ciudad.

Hemos avanzado, el POT tiene una vigencia de por lo menos 12 años y poco a poco comenzaremos a ver los resultados de esas grandes intervenciones. Son procesos que se desarrollan poco a poco, pero en el fondo lo que estamos haciendo es cambiar la forma en la que se construye ciudad.

Infobae: Desde lo ambiental, ¿por qué fue tan difícil que el Concejo le diera el sí a la incorporación de Bogotá a la Región Metropolitana y ambientalmente qué significa?

Carolina Urrutia: La Región Metropolitana es un proyecto que se construyó desde una reforma constitucional, posteriormente una ley, y por último llegamos a los Concejos de Bogotá y de los municipios para que le dieran el sí a la incorporación de cada uno de ellos. Desde la Reforma constitucional y la ley se consolidaron unas condiciones. La principal de ellas en términos ambientales es que no se tocaría la Corporación Autónoma Regional (CAR) y eso es lo que ha despertado tantas dudas.

Para muchos, el trabajo que ha hecho la CAR, que es la autoridad ambiental en las zonas rurales de Bogotá y, por supuesto, en Cundinamarca, no ha sido satisfactorio. Y para muchos ciudadanos, incluidos algunos concejales, hubieran preferido que se hiciera una integración de la autoridad ambiental.

Lo que hemos dicho es que esa regla del juego, por así decirlo, estaba planeada desde la Reforma Constitucional, en la que se tomó la decisión de no tocar los recursos ni la estructura de la CAR, y con esa regla nosotros comenzamos a jugar. Así que gran parte de los comentarios ambientales sobre la Región fueron precisamente alrededor de ese tema.

Infobae: ¿Y ante la CAR, en el marco de la Región Metropolitana, cuál ha sido la respuesta de la Secretaría de Ambiente?

Carolina Urrutia: Nuestra respuesta ha sido que, sin importar la jurisdicción, siempre va a haber fronteras y limites administrativos, y tenemos que lograr trabajar cada vez mejor, como lo hemos hecho en esta Administración con la CAR, para lograr una integración bajo los principios de la Ley 99 que nos exigen articulación y concurrencia entre autoridades ambientales.

¿Sería mejor tener una CAR diferente que se incorpora a lo urbano? Puede ser. ¿Sería mejor que Bogotá tuviera una sola autoridad ambiental urbana y rural? Puede ser. Es difícil decir cuál sería la formula ideal en autoridad ambiental, pero efectivamente las dudas estuvieron alrededor de la Corporación.

Y al final la gente piensa que la Región Metropolitana va a abrirle la puerta a todos los constructores para que construyan en todas partes y no, no es así en tanto que esta es una figura que no modifica las normas. Se tiene que respetar el POT, los proyectos grandes, como siempre, necesitan de licencias etc. Eso en nada cambia. ¿Es perfecto, cambia la norma y fortalece todas las autoridades ambientales? No. Pero es un primer espacio en donde podremos coordinaros.

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