El mismo día en que la Procuraduría General de la Nación instó a seis entidades del departamento de Guaviare para que informen sobre posibles casos de explotación y violencia sexual ocurridos entre 2019 y 2022, en contra de niñas indígenas de las etnias jiw y nukak, la Embajada de Estados Unidos negó la presencia del integrantes del Ejército de su país en el departamento para estas fechas.
Al parecer, las autoridades colombianas estarían investigando a un soldado de Estados Unidos por abusar sexualmente de una menor indígena de 10 años en 2019.
El portavoz de la embajada del país norteamericano, John Rhatigan, aseguró que “no hubo personal militar estadounidense ubicado en Guaviare en 2019. El Gobierno de los Estados Unidos se toma en serio cualquiera acusación, y estamos comprometidos a trabajar con nuestros pares colombianos para investigar toda acusación de cualquier falta grave”.
Los primeros señalamientos en contra del uniformado norteamericano se hicieron después de las investigaciones y denuncias realizadas por el periodista de Univisión Gerardo Reyes,
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En una entrevista con Semana, Reyes indicó que la denuncia la hizo una persona “que no podemos identificar, pero que vio todo el proceso de llegada de una niña a un hospital en San José del Guaviare”.
“Ella llegó con un familiar. Aparentemente un tío. Nos dicen que la rescató en el momento en que se dirigía a un río a abortar. Parece que es un río que usan las niñas para abortar, pero él tenía el temor de que, por ser tan pequeña, iba a morir. La montó en un automóvil o un transporte intermunicipal y la llevó al hospital. La niña no hablaba español. Solo quería comunicarse con su tío. El tío explicó allí que ella había tenido relaciones sexuales con un militar gringo, porque los gringos les daban raciones de comida a cambio de esto”, afirmó Reyes en la revista nacional.
Una vez se presentó la denuncia, Jorge Enrique Robledo se pronunció respecto al caso. “Los abusos sexuales a niñas indígenas en San José del Guaviare, que para peor involucran a soldados colombianos y a un militar norteamericano, avergüenzan a Colombia ante el mundo. E indigna que no dé la cara la directora del ICBF”, aseguró en su cuenta de Twitter.
Son muchas las denuncias que existen en contra de soldados de Estados Unidos por abusar sexualmente de menores de edad en Colombia.
Por ejemplo, en 2015, el gobierno de Juan Manuel Santos informó que investigaría a contratistas y militares de Estados Unidos de abusos sexuales entre 2003 y 2007. Según el oficialismo de ese momento, había evidencias de al menos 53 niñas menores de edad víctimas de abusos en diferentes ciudades de Colombia.
De acuerdo con Jorge Armando Otálora, defensor del Pueblo en 2015, los soldados estadounidenses, supuestamente, grabaron los abusos y vendieron el material como pornografía.
Ese informe donde se evidenció el abuso sexual por parte de los militares de Estados Unidos fue realizado por Renán Vega Cantor, profesor titular del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional.
En 2015, la respuesta del gobierno de Estados Unidos fue la misma que la realizada el 11 de enero de 2023. “Quiero ser muy claro: el gobierno de Estados Unidos, y yo, como su Embajador en Colombia, no permitimos en absoluto este tipo de conducta”, señaló el embajador de ese entonces, Kevin Whitaker.
A pesar de anunciar las investigaciones pertinentes, varios trabajos periodísticos señalan que el proceso se ha estancado, puesto que las Fuerzas Militares estadounidenses, así como el gobierno de ese país, han siempre protegido la inocencia de sus militares.
“El gobierno estadounidense ha hecho un mínimo esfuerzo en investigar la violación de una niña de 12 años en agosto del 2007. El sospechoso, el sargento Michael Coen y César Ruiz, fueron retirados de Colombia bajo la inmunidad diplomática y no enfrentarán cargos criminales”, aseguró el investigador Jesús Eduardo de León Vergara.
En cambio, otros especialistas han dicho que esta impunidad es posible gracias a los acuerdos bilaterales y a la inmunidad diplomática de los funcionarios de Estados Unidos. “Hay abundante información sobre la violencia sexual, en total impunidad, que cometieron los estadounidenses en Colombia, es imperialismo sexual y forma parte de un comportamiento sexista y discriminatorio”, aseguró el profesor Renán Vega Cantor.
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