La gobernadora del Valle del Cauca, Clara Luz Roldán, compartió el lunes 9 de enero que entró en remisión para el linfoma no Hodgkin (LNH), un cáncer que le diagnosticaron en septiembre de 2020. A través de un video, la funcionaria mostró el momento en el que tocó la campana del pabellón oncológico de la Clínica Imbanaco, de Cali, y lo acompañó con una serie de reflexiones sobre la presión de seguir un tratamiento y ostentar un cargo público al mismo tiempo.
El LNH se forma en el sistema linfático e inhibe al sistema inmunitario, por lo que este cede sus defensas a infecciones y enfermedades, y se caracteriza por una inflamación de los nodos linfáticos ubicados en la garganta. De hecho, la funcionaria fue hospitalizada por una afección respiratoria que se parecía al covid-19, pero ese diagnóstico se descartó tras tres pruebas negativas. Al practicarle más estudios, los médicos encontraron el cáncer.
Roldán aseguró que tiene muchas emociones encontradas con respecto al final de su ciclo contra el cáncer. Dijo que la enfermedad la hizo consciente de que la vida tiene límites cortos, por lo que tuvo que reevaluar sus prioridades: “valorar cada minuto con mis hijos, mis amigos y a disfrutar más mi trabajo y los pequeños placeres de la vida”.
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Ahondó en detalles sobre su responsabilidad como gobernadora de más de cuatro millones de vallecaucanos. Aunque dijo estar dispuesta a asumir desafíos, definió los últimos años como los más adversos de su vida. “Asumí la Gobernación y me tocó la pandemia, estallido social, me dio cáncer, covid, ¡Dios! yo no sé cómo hice. Ustedes no se imaginan lo que significa dirigir una entidad pública en medio de una pandemia o un estallido social”, explicó.
“Uno duerme tres horas, tiene que tomar la decisiones que nadie quiere tomar; se necesitan recursos infinitos y no hay plata; cada día era resolver problemas nuevos. Les digo algo, ha sido tan dura esta etapa, que yo salía de las quimios y me daba afán de ir a trabajar. La Gobernación no podía parar y yo no soy de las que delego y me desentiendo, al contrario, soy insistente hasta que se logren las cosas”, confesó.
Roldán reconoció que las jornadas de trabajo tras las sesiones de quimioterapia eran extenuantes y creyó que iba a morir cuando se contagió de covid-19 antes de recibir la vacuna. “Yo dije, bueno, ahora sí hasta aquí llegué, todos saben que el cáncer es una preexistencia para que el covid sea más agresivo. La verdad, ahí sí sentí miedo y me encomendé a Dios”, recordó.
Después de compartir su experiencia, la gobernadora dio una serie de recomendaciones a quienes están en tratamiento contra el cáncer: que se encomienden a Dios y a los médicos, aceptar la finitud de la existencia —“no solo ahora sino siempre, así valorará más el milagro de la vida y el amor de su familia”— y no detener sus vidas durante la quimioterapia, sino permanecer activos —”no se queden en una cama esperando el final, si Dios nos llama iremos a su encuentro, pero si no, aprovechemos la vida hasta el último momento”—.
Finalmente, la funcionaria agradeció al equipo médico y a la ciudadanía que la alentó durante el proceso, así como a sus hijos y a sus subordinados en la Gobernación del Valle. “Hoy renazco a la vida y le agradezco a mi Dios por darme esta nueva oportunidad. Me comprometo con Dios y con la vida a continuar consagrando mi existencia al servicio de las personas, seguir trabajando por las comunidades, por mi Valle del Cauca y por la paz de mi país”, concluyó Roldán.
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