A través de su cuenta de Twitter, el presidente Gustavo Petro le envió un mensaje de solidaridad a su homólogo Luiz Inácio Lula da Silva, quien se posesionó hace una semana como primer mandatario de Brasil. El motivo de dicho pronunciamiento tuvo origen en las manifestaciones que se llevan a cabo este domingo por cuenta de seguidores de Jair Bolsonaro, quienes se tomaron la sede principal del Congreso de ese país.
A través de dos trinos, Petro Urrego no solo le dio un espaldarazo a Lula y al pueblo de Brasil, sino también aseveró que “El fascismo decide dar un golpe”. De paso, dijo que las derechas no han podido mantener los pactos de no violencia y hasta planteó una reunión extraordinaria en la Organización de Estados Americanos ―OEA― “si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática”.
En su mensaje, el jefe de Estado de Colombia también recordó su propuesta de fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos ampliando la carta a los derechos colectivos, ambientales y de las mujeres; sin embargo, la respuesta obtenida en la región ha sido “golpes violentos de la extrema derecha”.
Le puede interesar: Catherine Juvinao se despachó contra el director de Función Pública por modificación de los contratos de prestación de servicios
Un mensaje similar había entregado el mandatario colombiano en su primera visita con Nicolás Maduro en Venezuela. Al término de un encuentro celebrado en el Palacio de Miraflores el 1 de noviembre de 2022. En dicha agenda multilateral, Colombia también le solicitó a Venezuela integrarse al Sistema Interamericano de Derechos Humanos y eso significa que, en la práctica, haya una democracia liberal.
En aquel entonces, el mandatario nacional habló acerca de las dictaduras que han acogido al mundo históricamente, tanto en Europa como en América, y por esa razón realizó esa petición a Nicolás Maduro, para que haya una verdadera integración latinoamericana en los hechos y en la práctica.
Ahora, con respecto a la toma de los seguidores del ultraderechista, no solo fue a la sede de la rama legislativa; también invadieron las sedes del Tribunal Supremo y la misma Presidencia mientras reclamaban una intervención militar para sacar del poder a Lula da Silva, quien tomó posesión el 1 de enero tras el triunfo democrático tanto en primera como en segunda vuelta electoral.
Le puede interesar: La propuesta que la hermana de Lucas Villa hizo al presidente Petro y que envuelve a los asesinos del líder estudiantil
Los extremistas, en su mayoría con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, atacaron algunos vehículos de la Policía Legislativa, que brinda seguridad al Congreso. También destruyeron barreras de protección y armados con palos enfrentaron a los agentes que intentaron contener, sin éxito, la entrada de los manifestantes.
Además, un grupo de bolsonaristas radicales están acampados frente al Cuartel General del Ejército, en Brasilia, desde el día posterior a las elecciones del 30 de octubre, en las que Lula derrotó a Bolsonaro por vía democrática. Los campamentos de los fanáticos radicales del expresidente, quienes se han multiplicado en ciudades de todo el país, comenzaron a ser desmontados el viernes en Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, donde ocurrieron algunos disturbios.
Este intento absurdo de imponer la voluntad por la fuerza no va a prevalecer. El Gobierno del Distrito Federal (de Brasilia) afirma que habrá refuerzos. Y las fuerzas de las que disponemos están actuando. Estoy en la sede del Ministerio de Justicia”, aseguró el ministro de Justicia de Brasil, Flávio Dino.
Seguir leyendo: