La renovación de los aviones de guerra de la Fuerza Aérea continúa en la incertidumbre. El presidente Gustavo Petro se refirió nuevamente a la controversia de la millonaria adquisición, señaló las razones por las que no se ejecutó su compra en el 2022 y lo que piensa al respecto.
El mandatario respondió a una serie de interrogantes que planteó el exministro de Defensa, Gabriel Silva Luján, en un artículo publicado en Cambio al respecto de los múltiples procesos que se surtieron respecto a la negociación de 16 aviones Rafale producidos por la compañía francesa Dassault Aviation.
El presidente Petro señaló que no era cierto que desde su gobierno se hubiera anunciado destinar los recursos para comprar los aviones. “Solo continuamos un Conpes hecho por el gobierno de Duque por 650 millones de dólares hasta finiquitar la negociación comenzada y el tiempo del Conpes”, señaló.
Aunque el Gobierno había tomado la decisión de adelantar la compra, que había iniciado el gobierno anterior, la negociación se extendió hasta el 31 de diciembre de 2022 cuando perdió vigencia el Conpes. Esto habría ocurrido, según el mandatario, porque “los oferentes subieron el costo de sus exigencias y la cantidades mínimas de compra de aviones”, que no estaban dispuestos a cumplir.
Petro había rechazado la compra de los aviones desde antes de posesionarse en el cargo. Había anunciado que la reversaría y, una vez como presidente, señaló que continuaría con el proceso por necesidad de renovación de la flota, , pero este se venció.
Coequiperos suyos en el Congreso también habían cuestionado la compra. El ministro de Defensa explicó que el costo de más de 2.500 millones de euros se diferiría por varios años y el propio presidente había dicho que no se invertirían recursos de la reforma tributaria.
Se daba por hecho que la compra se firmaría, pero el 2 de enero de 2023 el ministro Iván Velásquez confirmó que el Conpes había perdido vigencia por lo que se decidió firmar un contrato de mantenimiento de los actuales Kfir que se extendería hasta el 2024.
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El presidente Petro desmintió que se hubiera llegado a un compromiso durante la negociación de los nuevos aviones, como se llegó a decir acerca de la compañía francesa. “Se permitió que negociaran suecos, franceses y estadounidenses, alrededor no solo de costos para el país sino de las compensaciones por compra de armamentos que irían a la industria aeronáutica y satelital”, sostuvo el mandatario.
Sin embargo, Petro le dio la razón al exministro Silva Luján acerca de la racionalidad estratégica de los nuevos aviones. Los nuevos aviones cumplen su vida útil tras 30 años de adquisición, por lo que quedarían obsoletos, pero también debía tenerse en cuenta si las amenazas y necesidades que motivaron su compra no corrieron con la misma suerte.
Es decir que los retos en seguridad y soberanía pueden requerir de otras tecnologías, más cuando el Gobierno se ha propuesto transformar el enfoque de la política de esa política, la relación con los grupos armados y la lucha contra las economías ilícitas, entre otros frentes.
“Tiene razón el columnista cuando afirma que los objetivos del conpes no se ajustan a las nuevas realidades de seguridad del país y a los nuevos criterios de control del espacio aéreo y a los verdaderos rivales de la soberanía nacional: las multinacionales de lo ilegal”, sostuvo el presidente.
Petro señaló que se debe construir un nuevo Conpes por parte de su gobierno, pero para este debían tenerse en cuenta esas nuevas realidades, tanto de la seguridad nacional como tecnológicas, que contribuyan al control del espacio aéreo.
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