El 28 de enero de 2019 la Casa Blanca anunció sanciones a la empresa estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). La primera razón de esta medida, según el Gobierno de Estados Unidos, era “ayudar a evitar futuros desvíos de activos de Venezuela por parte de Nicolás Maduro y mantener esos activos para el pueblo venezolano”, dijo el entonces secretario de Tesoro, Steven Mnuchin.
Esta medida del Gobierno estadounidense, que por ese entonces presidía Donald Trump, le cerró la puerta a todos los países y entidades para hacer negocios con Venezuela.
“En cualquier compra de petróleo venezolano el dinero tendrá que ir a cuentas bloqueadas. Estados Unidos está haciendo responsables a los causantes del trágico declive de Venezuela”, agregó el vocero de Washington.
Sin embargo, el viernes 6 de enero de 2023 se conoció que la petrolera estatal colombiana, Ecopetrol, le pidió permiso a Estados Unidos para negociar con PDVSA. La idea del Gobierno nacional es ejecutar algunos contratos existentes y unos nuevos proyectos.
Según medios internacionales, como El País de España o Forbes, la solicitud estaría orientada a las actividades de importación de gas natural entre los países fronterizos. Además, es otra señal del restablecimiento de las relaciones entre Caracas y Bogotá.
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Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, habló con Caracol Radio sobre esta posibilidad:
“Estamos dispuestos a modificar nuestras políticas, como le hemos hecho en el pasado, si vemos progreso, Estados Unidos puede conceder cartas de permiso para comercializar con instancias de Venezuela”, afirmó en la cadena radial.
El camino de suspensión a PDVSA es “a través de la rápida transferencia del control al presidente interino o un Gobierno posterior, elegido democráticamente”, dijo Mnuchin es su momento al no reconocer la legitimidad de Nicolás Maduro.
Hay que puntualizar que PDVSA se encuentra en la lista de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros, también conocida como Clinton, y cualquier compañía que haga negocios con la petrolera venezolana podría enfrentar a la justicia estadounidense.
Para lograr el permiso del Gobierno de Joe Biden, Ecopetrol, la empresa más grande del país, apunta a un permiso similar al entregado a la compañía estadounidense Chevron para retomar operaciones limitadas de extracción de recursos naturales en Venezuela.
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En el caso de Chevron, se logró el permiso después de que el oficialismo de Venezuela regresara a los diálogos con la oposición que se realizan en México. En ese encuentro se debe acordar un plan sólido para las elecciones presidenciales de 2024.
Este mismo 6 de enero Nicolás Maduro nombró a Pedro Tellechea como nuevo presidente de la estatal petrolera. “PDVSA será presidida por Pedro Rafael Tellechea, quien, con su gran experiencia al frente de Pequiven, consolidará el impulso de la industria petrolera nacional”, indicó el mandatario a través de cuenta de Twitter.
La solicitud del Gobierno de Gustavo Petro no busca ser el primer convenio energético entre Colombia y Venezuela. En 2004 Álvaro Uribe y Hugo Chávez firmaron un acuerdo binacional de conexión energética entre ambos países.
En 2006, en una base militar en la frontera, se hizo oficial el anuncio de la construcción del gasoducto. “Es esto la articulación de un gran proyecto, que es producto de la complementación, de los proyectos de desarrollo de cada país”, señaló en ese momento, el fallecido Hugo Chávez.
Por su parte, Álvaro Uribe aseguró que: “tenemos que escoger entre la agenda práctica de alcance social que nos una o la retórica de tentaciones de enfrentamientos que nos divida, y los hechos están demostrando que escogimos la primera”.
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