Este jueves 5 de enero se conoció que el gobernador del departamento del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, tomó la decisión de cambiar el nombre del estadio de fútbol de Villavicencio por Bello Horizonte Rey Pelé. No obstante, el recinto deportivo ya había sido bautizado antes con el nombre de un ciudadano local: Manuel Calle Lombana (Macal).
Con la decisión de Zuluaga, Colombia se convierte en el segundo país del mundo —después de Cabo Verde— que acoge la recomendación de la FIFA para bautizar estadios de todo el mundo con el apodo del astro brasileño, a manera de homenaje póstumo.
“Desde el llano colombiano le anunciamos al mundo que nuestro hermoso estadio en Villavicencio, se llamará BELLO HORIZONTE “REY PELÉ”. Las futuras generaciones deben conocer quien fue este ícono del fútbol mundial. Acogemos la sugerencia de la @FIFAcom”, escribió el mandatario.
A través de una historia de Instagram, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, agradeció el gesto de Zuluaga. “Gracias, Juan Guillermo Zuluaga, a la Gobernación del Meta y a la Federación Colombiana de Fútbol por este precioso homenaje al rey eterno, Pelé”, expresó, a la vez que compartió una foto del estadio recién remodelado. Cabe mencionar en este punto que la FCF no se ha pronunciado al respecto.
No obstante, el estadio donde juega de local el equipo Llaneros FC — en la segunda división colombiana— ya ha sido sujeto de varios cambios de nombre a lo largo de su historia, que empezó en 1945 con el nombre de El Barzal, en honor al barrio donde fue construido.
Según el gestor deportivo Gilberto Gómez, entrevistado por Meta Deportes, entre quienes contribuyeron a levantar el primer estadio figuró el señor Manuel Calle Lombana, tesorero de la ciudad para entonces. Calle era comerciante de repuestos de automóvil y tuvo su propio taller —al que llamó Macal, como abreviatura de su nombre—. Sin embargo, se lo recuerda como un gestor cívico.
El estadio se levantó por iniciativa popular, pero la leyenda popular dice que Calle Lombana donó el terreno. El escenario deportivo contaba con gradas de madera y cemento, una cancha de fútbol a medio trazar y una cerca. Aunque su propósito original era el balompié, prácticamente cumplía funciones de parque público.
Años después, en 1958, el empresario fue designado como alcalde de la ciudad —cabe recordar que solo hasta la Constitución de 1991 se eligieron los alcaldes por voto popular—. Según el diario local Llano Siete Días, durante su mandato, el señor entregó su salario a la caridad y arregló la vía que comunica a Villavicencio con el municipio de Restrepo. Además construyó el Teatro Macal, que también ha sufrido dos cambios de nombre.
El estadio fue reubicado en la década de los setenta y en su nueva ubicación recibió el nombre de Horizonte, pero aún había quienes llamaban Macal al nuevo recinto. El nombre del gestor deportivo se hizo oficial para el estadio no una, sino dos veces.
La Ordenanza 020 de 1987 de la Asamblea del Meta, “por medio del cual se faculta al gobierno departamental para honrar la memoria de un hombre cívico de Villavicencio” —emitida 5 días después de su muerte—, así como la 415 del año 2000, bautizaban al escenario deportivo con el nombre de Manuel Calle Lombana.
Fue enterrado en el cementerio central de la ciudad hasta 2003, cuando sus restos mortales fueron trasladados a la Iglesia de La Grama, donde reposan hasta hoy, cuando le han borrado parte de su obra con un plumazo impulsivo.
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