El año 2022 dejó a Colombia en una situación económica muy particular, si bien es cierto que el salario mínimo no puede ser tan alto por que se perdería el valor real de los productos y servicios, la inflación está muy cerca de superar el poder adquisitivo de los trabajadores. Es por esto que ese dato fue fundamental a la hora de fijar el sueldo para el 2023, y el Gobierno nacional vio con buenos ojos el margen que se dejó ante una eventual situación sobre que se siguieran presentando los encarecimientos. Con lo expuesto por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, sobre el Índice de Precios al Consumidor, se ratifica que lo devengado por los trabajadores el año pasado era insuficiente, y a pesar del reajuste, si la tendencia se mantiene, para este periodo, tampoco se sanearían las necesidades.
Tal vez lo anterior parezca enredado, así que con los números será más sencillo; el salario mínimo en Colombia para el 2022 era de un millón de pesos, para su momento era el de mayor aumento de las últimas décadas; en puntos porcentuales, representó un incremento del 10,07 %. Si tomamos el dato de la inflación total, 13,12 %; quiere decir que los encarecimientos superaron en 3,05 puntos porcentuales al sueldo, o sea este quedó en déficit.
Además, en el año nuevo ya se tiene una pérdida del 3,05 %; pero ese dato de la inflación no se supo si no hasta ayer, y tengamos en cuenta que el salario para el 2023 se fijó a mediados de diciembre. En las cuentas, se buscaba que lo que se aumentara mantuviera el poder adquisitivo, por eso se fijó en el 16 %, que se traduce en 1.160.000 pesos.
En el papel, se recuperó el déficit. Pero, nuevamente, la inflación estaría muy cerca de superar el aumento del salario, que a diferencia del año pasado que se sobrepasó finalizando el calendario. Este año en unos pocos meses de mantenerse la tendencia sobre el aumento en las cifras, que ha sido casi del 1 % en el promedio mensual.
Un dato no menor, es que ese 13,12 % es el promedio nacional; pero, para las familias en condición vulnerabilidad, la inflación real fue del 14,8 % y los hogares pobres fue del 14,92 %; según el DANE, y estas comunidades son las que mayormente se benefician del salario mínimo. Según estos datos, los encarecimientos estarían aún más cerca de superar el poder adquisitivo.
“Tenemos un aumento del 16% (del salario mínimo) lo que implica un incremento en términos reales del 2,9%. Es un aumento que consideramos todavía es importante desde el punto de vista, no solamente del mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores formales, sino también que le aporta unos márgenes adicionales en materia de crecimiento real”, detalló el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía.
Autoridades monetarias y gobierno esperan que comiencen a bajarse los indicadores y precios
La jornada de ayer se fue contra todos los pronósticos, con un dólar negociándose por encima de los 5.000 pesos, y una Tasa Representativa del Mercado muy cerca de este margen, sumado al dato de la inflación, cayó como un balde de agua fría para los observatorios, autoridades y demás actores de vigilancia y control económico, pues no se contemplaba que se presentaran estas situaciones. Por el contrario, se esperaba que se empezaran a dar muestras de la disminución en estos indicadores.
Se confirmó que el salario perdió la carrera contra la inflación, por poner una figura retórica, pero también las proyecciones comenzaran a reajustarse, aun así, todos los pronósticos avizoran que muy pronto se den muestras de disminución, no solo en la inflación, también en las referencias del Banco de la República como las tasas de interés o de usura, entre otros indicadores que se jalonan de factores internacionales; por ejemplo el dólar, que para el Ministerio de Hacienda, podría estabilizarse este año en la línea de los 4.700 pesos.
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