Saldos en rojo tienen los sistemas de transporte masivo de las principales ciudades de Colombia, especialmente desde la época de la pandemia, cuando millones de ciudadanos se tuvieron que confinar para evitar el esparcimiento del virus y esto causó una crisis en los operadores de movilidad en las urbes del país.
Metrolínea, de Bucaramanga; Transmetro, de Barranquilla; Transcaribe, de Cartagena, y el Metro de Medellín vienen arrastrando crisis económicas desde hace años. En el caso del sistema de transporte de la capital antioqueña, ya logró alcanzar su equilibrio entre costo y ganancias, pero sigue sin recuperar las millonarias pérdidas de la época de la pandemia.
Pero, el más afectado de todos ha sido el MIO, de Cali, que en 2022 no llegó a los 600.000 pasajeros diarios que necesita para alcanzar su punto de equilibrio. Desde la pandemia y el paro nacional de 2021, no supera los 250.000 pasajeros por día.
Esto ha causado que el sistema se vuelva prácticamente insostenible, a tal punto que el sistema ha tenido que liquidar contratos con concesionarios por deudas millonarias.
De hecho, el aumento decretado por el Gobierno nacional de 300 pesos para todos los sistemas de transporte del país con el fin de salvarlos de una crisis, poco le sirve al MIO, según indico el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, y la empresa Metrocali. “Transportar cada pasajero del MIO cuesta 6.000 pesos, de los cuales el usuario paga 2.400 pesos y el resto lo subsidia el gobierno local”, dijo el alcalde al periódico El Tiempo.
Las deudas de Metrocali con los operadores del MIO (Blanco y Negro, ETM, GIT Masivo y Unimetro), que sería de alrededor de 80.000 millones de pesos, han puesto en duda la continuación del funcionamiento del sistema. Por este motivo, la Procuraduría General de la Nación tuvo que intervenir, mediante la instalación de mesas de diálogo, para que ambas partes resuelvan sus diferencias.
“En las mesas instaladas, Alcaldía de Cali y Metrocali hicieron desembolsos por 24.000 millones de pesos como aporte a la deuda, evitando de esta manera una posible crisis en el servicio”, expresó el Ministerio Público.
La entidad recalcó además que las mesas se mantendrán, con el fin de lograr acuerdos que eviten una crisis en la movilidad de Cali por cuenta del conflicto que se discute en la actualidad en tres tribunales de arbitramento.
Otro de los sistemas más afectados es TransMilenio de Bogotá, que desde la pandemia arrastra un hueco económico de alrededor de 2 billones de pesos. Esto se ve afectado por los colados, que según el último informe de evasión, representan el 29,6 % de los pasajeros del sistema, es decir, más de 473.000.
En Barranquilla, por su parte, según indicó el Ministerio de Transporte, el déficit del sistema Transmetro no es tan grave, alcanzando una suma de 45.015 millones. De todas formas, no ha podido alcanzar el número de pasajeros que transportaba antes de la pandemia, pues pasó de 145.000 a 98.000.
Una situación parecida tiene el sistema Metrolínea, de Bucaramanga, por una crisis del operador Metrocinco Plus por su déficit en su flota de buses desde la terminación de manera unilateral con el concesionario Movilizamos S. A., debido a que esta empresa “no allegó la póliza única de cumplimiento que era requisito del contrato de concesión”.
Esto hizo que más de 100 buses salieran de circulación en julio del 2022 y se suspendieran varias rutas que luego fueron cubiertas por los buses del transporte público colectivo. Por esta situación, el sistema bumangués no ha logrado recuperar su equilibrio entre costo y ganancia.
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