Si Alberto Santofimio hubiera sido escritor habría sido un Nobel como García Márquez, aseguran en Ibagué

Si bien es cierto que Alberto Rafael Santofimio Botero, en el papel, o ante la justicia, está cumpliendo con su condena, bajo libertad condicional; el exparlamentario aprovecha sus salidas para regodearse de los frutos de su fama. A diferencia de algunas otras personas que recobran su libertad tras pagar una condena, o al igual que él, se encuentran cumpliendo la pena pero con ciertas condiciones y beneficios; y son fuertemente juzgadas o señaladas, pues la fama de este político lo mantiene como un alto dignatario, por parte de cierto sector de la sociedad de Ibagué, capital del departamento del Tolima, de donde es oriundo, que alaban sus trasegar en la política y sobre todo, por su forma de ser, por decir de alguna manera. En un reportaje sobre la sanción social que reciben algunos ciudadanos tras inconvenientes con la ley, Caracol Radio publicó audios de personas que exaltan al excongresista, al punto de compararlo con Gabriel García Márquez.

Está claro que la justicia fue la que determinó la condena y forma de reparación por el magnicidio del entonces candidato presidencial, Luis Carlos Galán Sarmiento, en el año de 1989, cuando en la noche del 18 de agosto, mientras adelantaba un evento en la plaza central del municipio de Soacha, en el departamento de Cundinamarca, pero, si resulta muy llamativo las condiciones en las que se encuentra Santofimio y el concepto que tienen las personas sobre él.

Su experiencia en la política nacional le ha valido para seguir siendo consejero en temas dirigenciales, y aunque es extraoficial, varios funcionarios se muestran muy adeptos a sus ideales; y a pesar de reconocer y entender su pasado, consideran que es solo una dificultad que tuvo que afrontar en la vida.

Son varios los nexos y sindicaciones que acarrea el político que además de ocupar escaños en la Cámara de Representantes y el Senado, fue ministro de justicia durante la presidencia de Alfonso López Michelsen (en la década de los 70s), además de ser candidato presidencial; pero, mientras estuvo en el Congreso, fue investigado por sus nexos con narcotraficantes, como Pablo Escobar.

Fue salpicado por los dineros del llamado Proceso 8000, encontrando dineros provenientes del narcotráfico en su candidatura presidencial, lo que le contó una inhabilidad para ejercer cargos públicos de manera permanente, y tuvo su primera estancia en una cárcel.

Hacia el año 2005, y luego que alias “Popeye”, uno de los pistoleros de Pablo Escobar, reconociera que el excongresista si participó en el magnicidio de Galán, fue detenido y hasta el año 2007 fue hallado culpable. Tras varias diligencias, la Corte Suprema de Justicia lo declaró culpable de participar del crimen, además del asesinato de las otras dos víctimas fatales en la noche del atentado: Julio César Peñaloza y Santiago Cuervo.

En medio de la contingencia sanitaria derivada por la pandemia del Coronavirus, Santofimio alegó haber cumplido las tres cuartas partes de su condena, sumado a su edad, solicitó ser beneficiado con libertad condicional, medida que se le aprobó y desde el 25 de marzo del 2020 se encuentra fuera de las instalaciones penales.

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