Una familia pasó una situación humillante durante la noche del pasado lunes 2 de enero en el Aeropuerto Internacional El Dorado, de Bogotá. Bajo el argumento de que la silla de ruedas eléctrica del padre de familia tenía una batería de litio, una aerolínea no les permitió la entrada a un avión con destino a Armenia a él, a su esposa y a sus dos hijos menores de edad. La situación fue denunciada en redes sociales por dos testigos de lo sucedido desde la sala de espera.
La familia llegó al terminal aéreo a las cinco de la tarde e hicieron su check-in para el vuelo 7244 de la aerolínea Wingo, con destino a Armenia. En el momento de entregar su equipaje, los trabajadores del counter no hicieron comentario alguno sobre la silla eléctrica del usuario, que tiene una condición de discapacidad.
El problema comenzó cuando llegó el momento de abordar: cuando llegó el turno del señor, los operarios señalaron que los equipos con baterías de litio no estaban permitidos a bordo. Además, según la periodista Natalia Giraldo, ni la aerolínea ni la Aeronáutica Civil les ofreció alternativas para continuar con su viaje.
“Ya el vuelo despegó sin ellos. La aerolínea alega que la silla tiene baterías y que esta no está permitida dentro del avión (las que no están permitidas son las baterías de litio). La esposa dice que la batería NO es de litio”, escribió Giraldo.
Para colmo, la comunicadora dijo que alcanzó a escuchar que, “cuando una de las asesoras de @wingo se retira, le dice a una compañera ‘me importa un culo que se enoje’. Le solicitamos amablemente que nos diera su nombre para presentar una queja formal y se rehusó”.
“Hoy @wingo no dejó entrar a este señor en silla de ruedas con dos niños a su vuelo a Armenia, a pesar de que llegaron desde las 5.30pm, que porque la silla tiene batería, a pesar de que ya han viajado en otras aerolíneas. Discriminación en estado puro @sicsuper”, escribió la usuaria @momo_tatiana, que acompañó su mensaje con varios videos de lo que acontecía.
El diario El Tiempo habló con Luz María Garay, la esposa del hombre que protagonizó esta historia. Ella explicó que la aerolínea Avianca sí le permitió viajar hasta Bogotá sin contratiempos. Además, negó que el aparato tuviera baterías de litio y detalló a los operarios cómo funcionaba la silla, así como la forma de apagarla en circunstancias como un vuelo.
Según ella, los operarios de Wingo dijeron que podrían abordar el avión una vez todos los pasajeros estuvieran ubicados. Sin embargo, cuando todos abordaron, les negaron definitivamente el acceso. Como no son de la ciudad, se vieron obligados a buscar alojamiento y pagarlo con su bolsillo para pasar la noche con sus dos niños.
Además, dijo la señora, le ofrecieron viajar en la mañana de este martes, pero eso no soluciona su problema porque su esposo necesita la silla de todos modos, así que tendría que enviarla por una empresa de carga terrestre y esperar un día, durante el cual él no tendría acceso a su alternativa de movilidad. La otra opción sería un reembolso, menos tentador porque estos pasajeros necesitan llegar a su ciudad de origen.
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