Otty Patiño, jefe de la delegación de Paz con el ELN, reconoció que no se ha pactado cese al fuego con el grupo subversivo

En la noche del 31 de diciembre desde la presidencia de la República se dio un importante anuncio, Gustavo Petro indicó que durante seis meses (provisionalmente) del 2023, el Estado y cinco estructuras al margen de la ley tendrán un cese bilateral de fuego, el histórico hecho no solo vincula guerrillas sino grupos paramilitares que tienen control en varias regiones del país.

Más sorpresivo aún fue el comunicado emitido por la guerrilla del ELN, uno de los cinco grupos mencionados en el anunció de Petro, y quienes desmintieron al presidente indicando que aún no han debatido una propuesta dentro de la mesa.

Al respecto se pronunció el jefe de la delegación de paz en el proceso con el ELN, Otty Patiño, en diversos medios interpretando lo indicado por la guerrilla y expresando la opinión del Gobierno.

Patiño en primera medida mencionó a la emisora radial La W, que el proceso de negociación que llevará su segunda etapa en México tendrá como primera intención concretar el cese bilateral de fuego.

De igual el jefe de la delegación de paz por parte del Gobierno indicó que lo afirmado por Petro no fue una imprudencia sino una manera de incentivar el tema.

Precisamente en La W, Patiño había indicado que el cese bilateral sí se había planteado en la mesa aunque no llegó a alguna conclusión. “Se trataba de una propuesta porque yo estuve en la mesa de negociación. Ya se habló y nunca se llegó a una conclusión. El presidente lo puso como un mensaje de urgencia”.

Al respecto del cese al fuego, Infobae habló con el Senador de la Alianza Verde Ariel Ávila, quien indicó que estas cinco organizaciones guerrilleras y paramilitares están desplegadas por diversas regiones del territorio nacional, por lo que cerca de 200 municipios se verían beneficiados el cumplimiento efectivo del cese de fuego bilateral.

“El Clan del Golfo (AGC), opera en 211 municipios y tiene su injerencia particular en el corredor del Pacífico, sobre todo Urabá antiqueño y chocoano que es su casa pero están por todo el Pacífico y la costa Atlántica, la Segunda Marquetalia más o menos opera entre unos 40 y 50 municipios en lo frontera con Venezuela donde tienen su mayor injerencia. El autodenominado Estado Mayor sí es grande, opera como en 9 departamentos pero su mayor injerencia está en Caquetá, Putumayo, Guaviare, en la zonas de la antigua Farc. Las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada y el ELN son 172 municipio, y en muchos municipios operan todos”.

Otro de los aspectos señalados por Ávila fue que el cese es al fuego de acciones ofensivas, por lo que si llegasen a atacar al Estado las Fuerzas Armadas responden, manteniendo el orden y la autonomía. “Este cese al fuego es bilateral, entre el Estado y cada organización, pero entre ellos siguen en guerra, entonces algunas zonas no tendrán un alivio tan grande de su situación”, indicando la necesidad de que en este punto la verificación humanitaria continúe.

Por último concluyó el politólogo y Senador de la Alianza Verde que la mayor tasa de mortalidad es generada por enfrentamientos entre estructuras al margen de la ley por control territorial y de economías ilícitas, pero con la entrada en vigencia del cese bilateral al fuego, varios municipios sí tendrán alivios humanitarios vitales para sus habitantes.

“La mayoría de los muertos es entre ellos (grupos criminales), pero lo que pasa es que sí no hay hostilidades con el Estado los niveles de minas antipersonal van a bajar, las restricciones de movilidad a la población bajan, los niveles de reclutamiento van a bajar, pero los homicidios pueden que no bajen. Yo creo que va haber un efecto contagio, que las organizaciones criminales van a dejar de pelear entre ellas poquito a poco por inercia”.

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