Ingeniero caleño desarrolló una prótesis inspirada en la serie de 1963 ‘El hombre nuclear’

Álvaro Ríos soñaba desde niño con remplazar partes del cuerpo humano con dispositivos biónicos, como los que aparecían en su serie de ciencia ficción favorita.

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La RAE escogió a este término como la palabra del año 2022 por su relevancia en la tecnología.
La RAE escogió a este término como la palabra del año 2022 por su relevancia en la tecnología.

Parece mentira, pero el ingeniero Álvaro Ríos, inspirado en la reconocida serie de los años 60 ‘El hombre nuclear’, ha creado junto a un equipo interdisciplinario la C-HAND, una mano biónica que con ayuda de la inteligencia artificial pretende revolucionar la industria biónica.

La prótesis ayuda a personas que han perdido extremidades superiores, no solo mejorando su autoestima al devolverles una apariencia uniforme, sino también respondiendo a los gestos que realizan con su otro brazo, ya que cuenta con sensores incorporados.

En una entrevista para Blu Radio, Álvaro relató la historia de su vida y obra: “Es el resultado de muchos años de trabajo e investigación. Desde muy pequeño —yo creo que a los 5 años— vi una serie que pasaban en Colombia, que se llama ‘El hombre Nuclear’ (The Six Million Dollar Man) y esto me inspiró, a justamente el tema de la biónica, el reemplazo de partes del cuerpo por partes artificiales”

Y continuó: “Yo desde muy chiquito decía ‘esto es lo que quiero hacer’, me parecía fascinante la parte tecnológica. Pero también cómo nosotros podíamos volver a caminar, volver a ver. Una persona inclusive podía tener capacidades superiores a través de la tecnología”.

Entre risas admite que, a pesar de ser caleño, aprendió a bailar hasta la mayoría de edad, porque mientras sus compañeros estaban jugando futbol o yéndose de fiesta, él estaba estudiando el funcionamiento de los sistemas biónicos.

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En 1997, al finalizar su carrera, presentó la primera prótesis con retroalimentación sensorial en el Congreso Mundial de Ingeniería Biomédica en Niza (Francia) y a partir de ese momento, ha seguido asistiendo a simposios y congresos, presentando los avances de su trabajo.

20 años después de aquel logro, Álvaro estaría cumpliendo otro de sus sueños, montar una empresa en México para crear este tipo de sistemas “pensando en poder ayudar, masificando los sistemas biónicos para las personas que lo requieren”, ya que acceder a ellos es muy difícil por los costos tecnológicos.

Hoy su compañía tiene uno de los brazos biónicos más avanzados en el mundo, con inteligencia artificial incorporada y retroalimentación sensorial, que lo ayudan a aprender del usuario. Algo que lo ha llevado a cambiar la vida de personas, no solo el Latinoamérica, sino también en Ucrania, donde docenas de soldados y civiles pierden sus extremidades a causa de la guerra.

Es bien sabido que la mano es uno de los sistemas más complejos del cuerpo humano y es justo allí donde Álvaro encuentra su siguiente reto. Alcanzar en un 100% el mismo nivel de movilidad que tiene la mano de carne y hueso.

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La mano, explica, tiene 27 grados de libertad; es decir, 27 articulaciones, pero, la suya hasta ahora ha alcanzado 7, debido a que los motores que hacen posible el movimiento de la prótesis pesan bastante más que lo que pesa una mano real.

La C-HAND es, sin lugar a dudas, el producto estrella de la Human Assistive Technologies y saberla un invento colombiano es motivo de orgullo para el país, además de una inmensa inspiración para los amantes de la tecnología biónica en Colombia.

En el mundo el 15% de las personas tienen alguna discapacidad, pero según cifras de la Organización Mundial de la Salud solo el 5% de esa población tiene acceso a algún tipo de ayuda para mejorar su calidad de vida.

Y es con eso en mente que uno de los últimos proyectos de Álvaro es la creación de la Fundación Biónica por Colombia, que ya tiene a los dos primeros candidatos para que sus manos les brinden una segunda oportunidad.

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